viernes, 31 de agosto de 2012

SEXO EN PAREJA


¿Qué porcentaje le da Ud. y su pareja al sexo en su relación? Si los dos coinciden en el porcentaje entonces están bien, si no han coincidido talvez haya un problema que resolver. Hay un hecho que he comprobado en la práctica clínica, que muchas mujeres casadas y con hijos no han conocido un orgasmo. Si tuviera que poner un porcentaje diría que el 70% de mujeres que han ido a consulta por problema de pareja no han conocido un orgasmo. Simplemente no saben que es, esto es increíble, ya que estamos hablando de parejas con diez, cinco, siete años de casado y con hijos, encima de esto no ven posibilidades de resolver ese problema al corto plazo, las razones son varias, algunas que descubrí en las entrevistas que realice, las presento sin orden de importancia.

-      Mi esposo esta siempre cansado.

-      No me llama la atención.

-      Lo hace siempre apurado y no llevo el ritmo.

-      De un tiempo a esta parte me da asco el sexo

-      No lo sé hacer bien según mi marido

-      No me interesa.

-      Desde pequeña no me ha gustado

-      No lo se

-      El sexo no es importante.

Esto no sería problema si estas parejas no llegaran a consulta por problemas matrimoniales, que dicho sea de paso les parece muy normal.

No digo que el sexo o la falta de sexo sea la razón  principal -aunque podría serlo- pero muchas diferencias se acentúan y comienzan cuando la pareja no se comprenden sexualmente, no se aceptan en este sentido, y uno no se preocupa si la otra está viviendo una sexualidad plena.

Para muchos hombres es difícil aceptar que su mujer ha aprendido con la practica una vida sexual plena, de inmediato le vienen  los celos “quien le habrá enseñado”. Socialmente las mujeres siempre ha tenido el estigma de ser menos sexuales y más racionales. Desde que el estudio Kinsey, hizo su investigación sobre sexualidad en mujeres norteamericana de los años 50, el mito de que las mujeres no viven su sexualidad plena, se ha derrumbado poco a poco. El informe Kinsey sobre el comportamiento sexual de la mujer revelo que la mayoría de ellos, mostraban una intimidad sexual considerada incluso inmorales para la época, como masturbación y fantasías sexuales, que escondían del conocimiento de sus esposos.

Cuando veíamos las series norteamericanas de los años 50 y 60, mostraban una mujer norteamericana recatada, falda larga más abajo de las rodillas. Fieles amantes de sus esposos, dedicadas a las labores domesticas y al cuidado de los hijos, cuando el marido salía a trabajar la realidad era otra, esas mujeres vivían su sexualidad en la clandestinidad, porque no estaba permitido expresiones  sexuales libres a la mujer. Simón de Beauvoir decía al respecto “lo trágico no es que los hombres estén con el argumento de que son superiores a la mujeres, lo trágico es que las mujeres se lo han creido”

 

Socialmente las mujeres hasta la primera mitad del siglo XX, han sido criadas para ser esposa y madre, nada más. Reprimidas desde la niñez para hablar de sexo y sus órganos reproductores, le han obligado mediante la educación – y en esto cito a Sartre cuando dice que cualquier forma de educación, desde la dictadura, hasta la flexible sirve para someter a las personas –a creerse ellas mismas que la sexualidad es cosa de hombres y que la “mujer no estila ser tan sexual como el hombre”, tanto le han repetido eso a las niñas que lamentablemente se las creyeron, ocasionando una animadversión al sexo, con el peligro de desarrollar problemas con su pareja cuando ya están adultos. Otra nefasta consecuencia de esto es  confundir amor con sexualidad, y las mujeres lo confunden muy a menudo, diría que están educadas para confundirlo, “La belleza que atrae rara vez es la belleza que enamora” decía Ortega y Gasset.

Los hombres tenemos  gran parte de culpa en la represión sexual de las mujeres, decirle a una mujer en el momento que se muestra como amante “de donde aprendiste esto” es como un balde de agua fría que hiela la espontaneidad femenina. Y es que siendo como somos los hombres un órgano sexual, las mujeres son en su esencia, todo un organismo, en esto nos llevan ventaja ¡ y qué ventaja ¡ . Ya sabemos que a las mujeres de la  Edad Media se le obligaba a usar el pelo amarrado o corto para no mostrarse sexuales y deseadas, y cualquier demostración de sexualidad desenfrenada era catalogada como poseída por el demonio.

El sexo de la pareja debe ser permitido por ambas libremente, en este sentido-si es libremente-todo está permitido mas allá de la moral social e individual, la intimidad de la pareja debe ser compartida y aceptada por las dos partes, sin obligaciones, incluso lo que puede verse desde la lejanía individual como inmoral y pervertido, si es compartido y aceptado por ambos, queda en plano de la pareja, de su atracción y sus ganas de satisfacerse.

Los hombres debemos  dejar de lado, el miedo que da una mujer que toma la iniciativa sexual y hacer esfuerzos por estar a su altura, o de algo tememos.

 

 

 

jueves, 30 de agosto de 2012

Los griegos


Mi infancia transcurrió entre la pista que dividía el edificio popular en que vivía y el parque lleno de huequitos donde metía mis bolitas casi siempre quiñadas por el niño más hábil en el juego. Entre la nada feliz de una infancia inconsciente lejos de los problemas de la adusta adultez de mis padres. Pero como la vida siempre tiene algunas recompensas, estas vinieron en mi adolescencia, bajo el polvo que cubría  una revista que me hizo conocer a Zeus y su sarta de dioses olímpicos. Llegué a la cultura griega como creo llegan casi todos los que la admiran, por la Teogonía de Hesiodo, su mitología. Esas revistas con algo de tierra por el tiempo guardadas, fueran limpiadas por mí, como se limpia el oro cuando lleno de polvo se encuentra, fue el paso para entrar en el mundo determinista y mítico de los descendientes de Cronos. Luego con un poco más de ilusión y con un poco mas de dinero en el bolsillo, adquirí varios libros que hablaban de Grecia, esa Grecia que me alucinaba aristocrática y senadora, debatiente y amante de la democracia pero a la vez de Espartanos y de esos 300 que perdieron su vida bajo las lanzas de Persia en la Termopilas. Esa Grecia que siempre estuvo dispuesta a la guerra, que perdieron al fin bajo el poder Persa y fueron asimiladas por Roma, esta, por ser más materialistas, dejo el alma griega para nosotros, y es que los romanos al lado de los griegos, fueron casi nada.

Nietzsche, Goethe, Foucault, Joyce cayeron bajo su influencia, si no era para criticarla, era para admirarla, Goethe cayó bajo el poder de Homero y su  Odisea, algunos fragmentos influyentes se puede leer en su Werther. El Prometeo Encadenado de Esquilo, hizo que creara una Oda similar, aunque el Prometeo de Goethe no tenía la resignación determinista del griego, basta con leer esta frase que el Prometeo de Goethe exclama a Apolo cuando el Titán sigue encadenado “No conozco nada bajo el sol que de más pena que ustedes dioses” la rebeldía activa del nuevo Prometeo contrasta con la rebeldía vencida del griego, que solo pide cambiar su suplicio por un vaticinio que Zeus no escucha. Tuvo que esperar a Hércules repuesto de su locura para que sea liberado.

La mujer griega para Nietzsche estaba poco valorada en comparación con lo que el Estado griego requería de ellas, no concordaba con Platón cuando este pedía la desaparición del matrimonio. Claro que Platón como buen dictador de ideas que fue, solo requería de la mujer para dar buena prole al “Estado Ideal”. La ambigüedad social con respecto al valor de  la mujer griega y a lo femenino en general que se vivía en la sociedad griega se puede ver en la exaltación de las madres de los hoplitas espartanos, quienes eran enterradas como guerreras cuando morían al parir un hijo a Esparta, Nicole Loraux da cuenta de ello en Las experiencias de Tiresias, ciego por ver la bisexualidad de Atenea. Había ambigüedad decía, porque la sociedad griega representaba a la “hembra como un macho defectuoso”. Aun habiendo tenido una menor carga de culpa en la sexualidad,  el hombre griego podía amar a otro hombre solo si este tenía rasgos masculino, si tenía ademanes  femeninos era ridiculizado y despreciado y es que se perdonaba el pecado pero no el escándalo, aunque los griegos nunca conocieron el concepto del pecado, que nos llego más tarde con el monoteísmo judaico, vivian plenamente de forma hedonista, el alma griega se separaba del cuerpo solo en la trascendencia, al momento de la muerte por ejemplo, buena muerte como los espartanos la llamaban, porque sabían que esta era una tierra de paso, poco o nada le importaban luchar contra el destino, que sabían bien les era adverso por la voluntad de sus dioses, los hilos de las Moiras estaban ya tejidos desde antes de su nacimiento ante los cuales, el hombre griego común, no podía hacer nada. Solo la resignación a su destino final de morir les separa un lugar en el Hades o inframundo, su pesimismo de la vida y el destino eran digno de la muerte, basta leer esto “Una madre le pidió a Apolo que le deparara a su dos hijos recién nacidos el mayor regalo que el dios pudiera hacerle, el dios accedió a la petición y los dos niños fallecieron sin sufrimiento alguno” (Herodoto I). ¡En fin! Somos herederos de su cultura, muchos dichos, “como la manzana de la discordia” vienen de ellos, las palabras diarias que usamos también, en la medicina, en la psicología, en  la filosofía contemporánea en donde, a decir de muchos, Platón es un pie de página, desgraciadamente diría Karl R. Popper, opinión que acepto y comparto, por que hablar de los griegos, para mí, es hablar de su filosofía, sus grandezas y sus miserias, por que las cosas que se quiere y se admiran, deben ser criticadas, para mejorarlas.

sábado, 25 de agosto de 2012

COMERSE LAS UÑAS


La onicofagia, nombre técnico para la conducta de morderse las uñas, es una conducta desagradable socialmente, se ve antiestético, perjudica las uñas de los dedos, puede ser que por la capacidad de mordedura y de tolerancia se coman hasta la piel de los dedos, además es antihigiénico ya que trae enfermedades, porque el niño o adulto, que se come las uñas, generalmente no se las lava antes. Aparte de lo antes mencionado, con lo cual se puede estar de acuerdo o no, la conducta de morderse las uñas, es una conducta que por lo general es aprendida, imitada de alguien que también presenta esa conducta y que el niño adquirió , aprendió y sintió como algo que produce sensaciones placenteras.

Incluso esta conducta puede ir más allá y convertirse en una operante para otras conductas como la atención de los padres por ejemplo. La frecuencia y la intensidad en que puede llegar el comerse las uñas, puede ser desagradable para las personas que rodean al niño, sin embargo socialmente, y mas allá de la estética corporal, y exceptuando lo dicho en el primer párrafo, no hay nada de positivo o negativo en comerse las uñas.

Sabemos que una conducta no es positiva ni negativa, buena o mala per-se, si no en la medida de sus consecuencias, en este sentido si el comerse las uñas trae consecuencias negativas como llamadas de atención del colegio, criticas de amistades o amigos y esto realmente es un problema, los padres pueden propiciar el cambio de la conducta en sus hijos. Si partimos del principio que la conducta de comerse las uñas es aprendida, podemos entonces orientar nuestros esfuerzos en tratar de que el niño desaprenda dicha conducta.

¿Cómo podemos hacer que el niño desaprenda la onicofagia, o en buen romance que deje de comerse las uñas?  Podemos empezar por realizar un cuadro que nos indique cuantas veces al día o por horas el niño se come las uñas, este cuadro nos servirá como una medición inicial objetiva de cuanto ha avanzado el niño en el tratamiento. Una vez que hemos iniciado la marcación del cuadro, debemos de analizar en qué momento se presenta la conducta y que sucede en el ambiente cuando el niño se come las uñas. También debemos tener en cuenta la intensidad de la  conducta de morderse y la duración.

Si el comerse las uñas, para el niño es gratificante o relajante en cierto sentido, debemos de enseñarle otras formas de gratificación  que sustituya el comerse las uñas, tenga en cuenta que se debe reforzar la nueva conducta enseñada e ignorar la presencia o aparición de la conducta de comerse las uñas, la cual queremos eliminarla. Para eso, es efectivo ignorar dicha conducta, pueda ser que el niño muerda sus uñas como una forma de llamar la atención, si es así,  retire su atención a esa conducta. Y vuelva su atención al niño cuando este deje de morderse. Esta vuelta de atención servirá de reforzamiento para la instauración  de la nueva conducta. Hay que tener en cuenta que los niños cuando le quitan la atención a una de sus conductas que precisamente sirve para llamar la atención, se enojan e insisten en hacer esa conducta muchísimas más veces, creyendo así que lograran de nuevo la atención de sus padres. Por eso los picos altos de conductas negativas cuando se aplica la técnica de la extinción. Sin embargo esos picos bajan a niveles importantes debido a que el niño sabe que no obtendrá  la atención de los padres comiéndose  las uñas.

Por eso es importante que los padres tengan la paciencia debida cuando apliquen la extinción. Decaer en ese intento desbarata el tratamiento en su conjunto y la conducta puede afianzarse más  aun en el aprendizaje del niño.

Si el morderse las uñas, para el niño es como un tranquilizante para su ansiedad, se procede igual, además de enseñarle otras formas de relajación  que lo ayude a calmar la ansiedad.

 

 

 

jueves, 23 de agosto de 2012

Trastorno Bipolar


Debido a que actualmente, en las noticias salen ciertas personas que  están siendo juzgadas por haber asesinado a su madre, y aparecen comentarios y especulaciones en torno a su salud mental, voy a tomar este tema, para ayudar un poco a  aclarar  tanta confusión, de que si son “capaces de mentir”  y si tienen o no responsabilidad penal. A ver si lo logro.

En este trastorno lo que está afectado es el humor, conocido también por trastorno del humor y de la afectividad. Cuando se dice que el trastorno es el humor, no se refiere al buen humor desgraciadamente, sino a las manifestaciones de la emoción y la afectividad. Caracterizándose en episodios que van desde la depresión a la manía.  El episodio depresivo se manifiesta en una baja energía y la actividad, para después irse al otro extremo, la persona con este trastorno cuando está en su fase maniaca, se comporta con bastante familiaridad con los extraños, grandilocuencia, pedantería y megalomanía, sensación de bienestar general y capacidad para realizar cualquier cosa que a la persona se le ocurra, poco control de los impulsos, son eufóricos y se sienten eficaces mental y físicamente. Pueden llegar a ser violentos y agresivos verbal y físicamente con las personas que se interponen en su camino y en la realización de sus objetivos que normalmente no acaban, estos comportamientos hacen a la persona en fase maniaca, desagradables y repelentes. En la fase depresiva esta energía baja a extremos, en donde la persona manifiesta una pérdida de intereses en la realización de actividades, falta se sueños, poco apetito, irritabilidad, y varias características más del síndrome depresivo.

Los comportamientos, tanto en la fase depresiva o maniaca llegan a perturbar a grados extremos la actividad laboral, familiar y social de la persona.

Las discusiones en torno a que si son capaces de mentir, son en mi opinión vanas y sin ningún sentido para el estudio del caso, la mentira, como concepto utilitario no se encuadra dentro de lo subjetivo, una mentira es o no es en relación con el hecho. Sin este requisito material y de realidad fundamental, las discusiones sobre que es mentira y que es verdad caen en una subjetividad que no hace sino confundir a las personas encargadas de su juzgamiento. Y para esto la psiquiatría y algunas escuelas psicológicas son muy buenas para confundir e interpretar conceptos que cuando lo someten a comprobación se miran las caras y empieza la lucha de interpretaciones en las cuales cada una quiere salir airosa.

Ante la pregunta de que si son capaces de mentir, la respuesta es que sí -  cuando no están en crisis - con tanta frecuencia como lo puede  hacer una persona “normal”. La mentira del bipolar cuando está en crisis no es una mentira buscada, ni lo hace con la intención explícita de mentir, sino que está inmersa dentro de las posibilidades de realización de un hecho, en otras palabras, la persona bipolar puede decir que va a jugarse todo su dinero en la bolsa de valores y está seguro que va ganar, entonces, su interlocutor dirá “este me está engañando” pero en realidad no está “engañando” sino que la persona bipolar si “cree y siente” que ganara, otro ejemplo seria aquel bipolar que nos manifiesta ser superior a nosotros y tener mucha capacidad para hacer tal o cual tarea, lo que le lleva a ser visto como un patán o mentiroso.

Las cosas cambian cuando de asesinar se trata, mas cuando en el asesinato hay más de una persona involucrada ¿Puede los bipolares asesinar a alguien con la intención de sacar alguna ganancia? La respuesta es sí, más cuando hay indicios de que el asesinato haya sido planeado. La respuesta seria no, si es producto de un arrebato emocional, impulsivo y destructor. Pero en ambos casos, la persona bipolar no pierde contacto con la realidad, estas personas siempre saben la diferencia entre lo bueno y lo malo, saben que está trasgrediendo las normas o las leyes y diferencian la moral de lo que no es, aunque aun así la trasgredan con una total indiferencia que a veces le puede dar envidia al especialista joven. En todo caso, los asesinatos cometidos por los bipolares no son mayores que los cometidos por las personas “normales”.  

La impulsividad, la agresividad y las tendencias violentas del bipolar y de otros trastornos que existen- como los psicópatas por ejemplo - no es motivo de inimputabilidad penal o de irresponsabilidad, ya que la sociedad - ni la víctima - son culpables de que estas personas no hayan desarrollado mecanismos de control o tratamiento para un aprendizaje, además como queda comprobado por su historia personal, llegan a tener estudios superiores o realizaciones importantes en su vida, manifiestan un contacto real con el mundo.

 

 

jueves, 16 de agosto de 2012

Síndromes de la infancia


Los síndromes de la infancia están referidos al conjunto de signos y síntomas que presentan los niños en su comportamiento y emociones y que pueden llevarlos a desarrollar un trastorno de personalidad en la vida adulta. Ya dijimos en un artículo anterior que el concepto de trastorno ha variado en el tiempo, en la actualidad este término no tiene el componente mórbido de antaño.

Un trastorno en la actualidad se entiende como un patrón de comportamiento estable y conflictivo que se origina en las experiencias tempranas, con componentes cognitivos, emocionales y conductuales que hacen sufrir a la persona principalmente por que el conflicto se da en sus relaciones sociales, laborales y familiares. No es una enfermedad, sino un modelo de comportamiento que ha sido reforzado, lo que lleva a que siempre vuelta a repetirse.

Existen diferentes trastornos de personalidad y cada una de ellas tiene su síndrome de la infancia. Niños que mediante su comportamiento dejan ver la posibilidad de desarrollo posterior de un trastorno de personalidad en su vida adulta.

El reforzamiento tan importante en las experiencias tempranas de la infancia, marcan definitivamente un modelo de relación de acuerdo al reforzamiento que se haya dado.

El clínico puede detectar los trastornos de comportamiento y de las emociones en la infancia, estas dificultades que tiene el niño en sus relaciones deben ser evaluadas y tratadas antes de que se condicionen a presentarse invariablemente en la vida adulta.

Algunas consideraciones que se pueden observar en los síndromes de la infancia que  pueden desarrollar en un trastorno en la vida adulta, son la frecuencia y la intensidad de la conducta y de la emoción, así como también el contenido del pensamiento en base a creencias y estilos de crianza.

Como escribimos antes, los reforzamientos, los castigos, premios y demás relaciones que los niños tienen en el desarrollo y habitualidad dentro de la familia, los van a disponer a ciertos comportamientos habituales, que para los padres pueden pasar desapercibidos, sin embargo, lo que dentro de la familia puede tomarse como alguna rabieta o reacciones emocionales normales, en la escuela es donde se detectan en mayor números estos síndromes de la infancia, debido a que el niño, en su interacción social con adultos y otros niños, demuestran conductas y expresiones emocionales que le dificultan una agradable relación interpersonal, además de aprovechamiento en su aprendizaje.

Pongamos un ejemplo para que entendamos de que se trata, muchos adultos muestran su desagrado cuando ven niños llamados malcriados, expresivos  e informales, pero si nos vamos al otro extremo, es decir, cuando vemos a niños “formalitos” serios y dependientes de las normas y obedientes por que “así debe ser” puede que estén formándose con una personalidad compulsiva, el síndrome de la infancia del adulto compulsivo puede observarse en niños que muestran ansiedad no focalizada a algún objeto especifico, preocupación excesiva, hipermaduros, búsqueda de aprobación y pegados excesivamente a las normas y quejas somáticas. Estos síntomas y signos son producidos por padres exigentes, ya sean por coacción o persuasión da lo mismo, que refuerzan la estricta socialización y educación de sus hijos. Al final una vez acabada la exigencia paterna cuando son adultos, estos niños guían su comportamiento de acuerdo a las reglas aprendidas. Muchos oficios son ejercidos por estos adultos impulsivos y obsesivos, por ejemplo gerentes tiranos con sus empleados, jefes militares y policías, padres dictadores y abusivos, muy estrictos y en general cualquier oficio que requiera mucha disciplina y el ejercicio del poder serán bien vistos y ejercidos por estas personas.

A pesar de que los adultos ven con buenos ojos a estos niños muy disciplinados, el resultado no es muy halagador para ellos cuando son adultos.










lunes, 13 de agosto de 2012

¿Por qué el amor de pareja es conflictivo?


Hay dos grandes  pensadores  del siglo XX que han tratado en su filosofía el tema del amor en forma amplia, tal vez hayan más, ahí está Platón con el amor ideal a la belleza  y Aristóteles que lo trataba en relación con la persona amada irrepetible, y no quiero olvidarme de Eric Fromm con su libro “El Difícil arte de amar”. Sin embargo Ortega y Gasset desde el racionalismo vitalista y Jean Paul Sartre desde el existencialismo nos ofrecen perspectivas interesantes y más elaboradas que nos pueden dar luces sobre lo conflictivo que es el amor entre parejas. Me centrare en esta oportunidad en lo que nos dice Sartre sobre su visión existencialista del amor.

Para el pensador francés el amor es conflictivo y nace muerto, esto quiere decir que el amor desde su óptica trascendental no es posible ser aplicable a las relaciones humanas entre el Yo y el Prójimo debido a que la relación entre dos personas es una lucha de poder de uno sobre la libertad del otro, y de este ideal de manejar la libertad del prójimo, se contagia o impregna el amor. Veamos que nos dice Sartre al respecto: Si el amor fuera una necesidad de posesión física seria fácilmente resuelto teniendo al amado cerca en casa, pero lo que el amor quiere no es su libertad física, para Sartre el amor va mas allá, lo que quiere es que el amado se someta incluso en su consciencia, entregando su libertad. Y en esto discrepa con Erick Fromm, debido a que para este, el amar a una persona es una decisión que debe renovarse día a día, e implica ser una decisión pensada y aceptada; para Sartre el amor no quiere un amado sometido por sus propios juramentos o voluntad, su amor existencialista pide que esa  libertad ya no sea más libre y el amante se convierta en todo reflejo del mundo para el amado. Se compara con el concepto hegeliano de Amo y Esclavo, con la diferencia de que   en el concepto hegeliano el amo pide contingentemente la libertad del esclavo, mientras que en el amor sartreriano el amante pide esencialmente la libertad del amado. Hay que observar que esto no tiene nada que ver con el machismo ni con actitudes de poder, ya que al amante dictador y tirano no le interesa el amor y se conforma con el miedo del amado.

De este modo ambos, en la pareja amorosa se fundan en uno solo, donde uno acepta ser “fundido” y alienado en la medida que el otro también acepte alienarse. Uno de los problemas para Sartre es que esta alienación debe ser fundada en el hecho de que no basta que el yo ame a una persona, sino que esta persona también quiera que se le ame, y que precisamente ese que le ame, sea yo y no otra persona, lo que lleva al otro punto para que esta alienación se dé, que los dos existan solos en el mundo para que uno sea el todo del otro, ya que las miradas de los demás amenazan mi seguridad en el amor del amado.

Realmente la teoría sartreriana del amor es más profunda y elaborada, sin embargo esto me lleva a preguntarme ¿Nadie ama a otra persona, queriendo y aceptando que sea libre de cuerpo y de mente? ¿la identificación y discriminación de la conducta de la persona amada debe ser dirigida solo a mi? Si la respuesta es afirmativa no tenemos salida en esto del amor, y seguiremos viendo conflictos amorosos en la pareja. Si por el contrario la respuesta es no, nos llevaría a otra pregunta ¿Entonces por qué esta posesión de poder de una de las partes de la pareja para con el otro?

Es conocido que en los conflictos de parejas cuando una de ellas deja la relación conyugal, generalmente provoca reacciones tan disparatadas, violentas e irracionales como si la propia vida se fuera con la persona que se aleja de la relación.

Las relaciones de pareja se sienten dueñas una de la otra, dueña de sus cuerpos, de su conciencia, de su mente, de su tiempo, de sus deseos, existiendo una absorción mutua entre la pareja sin dejar espacios de individualidades. Empezar una relación amorosa para muchas personas es motivo de temor y desconfianza, porque la experiencia nos indica que el peligro que una persona sufra violencia, maltrato y hasta asesinato, viene precisamente de su pareja. Lamentablemente es como tener y dormir con tu propio enemigo dentro de casa.

La solución para este entrampamiento amoroso, es la muerte del amor sartreriano, ese amor es absorbente, totalitario, dictador y conflictivo. No porque alguien te ama más intensamente, debe ser positivo o por contrario aquel amor digamos racional, ya maduro y pasivo, no tiene que ser necesariamente falto de pasión. Guardar y respetar espacios seria el ideal del amor, una buena elección aunque esto sea un riesgo en si mismo debe formar parte de una solución, en todo caso de presentarse conflicto en la pareja, lo ideal sería no llegar a la violencia y arreglar las cosas para una separación negociada, aunque no se conoce muchas parejas que hayan tenido una buena separación, la mayoría rompen relaciones y siguen sus problemas. Pero es mejor eso, ya que una separación reconoce implícitamente la libertad del otro a no querer que se le ame y aunque nos duela hay que aceptarlo.

¿Por que las personas tienden al conflicto en la relación de pareja? Estas relaciones desde el existencialismo pueden explicarse también por una historia de relaciones conflictivas anteriores, un condicionamiento a la pelea y a la agresión, formas de aprendizaje de relacionarse y solucionar problemas.


domingo, 12 de agosto de 2012

EL LIBRE ALBEDRIO DE JAN BOVER


Jan Bover es un ingeniero de telecomunicaciones nacido en Barcelona - España, además de escritor, empresario, y ha escrito un libro sobre el libre albedrio - o tendría que decir de la ausencia del libre albedrio -  y de la forma de vivir feliz sin él en este mundo complicado.

En un lenguaje claro sin muchas elaboraciones filosóficas y nada complicadas, que me hace recordar a Ortega y Gasset – el más latino de los escritores españoles del siglo pasado-  por su forma firme y directa de escribir sus ideas, explica la trayectoria de este concepto desde tiempos egregios de la Edad de Oro de Grecia en escritos de sus filósofos, pasando por el mundo antiguo romano sin desdeñar en nada las ideas medievales que dominaron las mentes más pensantes y religiosas de esa época, me refiero a San Agustín, Tomas de Aquino y la escolástica aristotélica hasta tiempos actuales, incluso utiliza en su explicación investigaciones neurocientificas que le dan el sustento principal a su ensayo sobre el tema: “Que no existe el libre albedrio” .

Para ubicarnos en el tema diré que el libre albedrio es el concepto que enmarca que la persona toma sus decisiones libremente de cualquier causa previa, de cualquier situación o factor ambiental que pueda influir en ella o tenga el carácter de “leit motiv”, la decisión en este caso nacería desde dentro de la persona, como una creencia innata sin sujeción a ningún determinismo. El concepto contrario en cambio propone que no existe el libre albedrio, y dice que la persona toma una decisión siempre influenciada por alguna causa, sujeta al determinismo de las leyes físicas naturales como una regla inconmensurable de causa y efecto, al respecto Arthur Schopenhauer coloca a la libertad mas allá de la acción y del plano de la inteligencia porque se trata de una esfera trascendental.

 Para Bover el libre albedrio no existe, toda vez que las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria, son efectos de causas previas, estas causas previas varían según la historia de cada persona. Para algunos serán la influencia de su historia familiar, para otros será sus vivencias y experiencias previas que subyacen en el momento oportuno para ayudar a tomar la decisión, para algunos será su historia de condicionamiento. Pero todas estas supuestas causas para la toma de decisiones tienen una característica en común, la persona que decide ignora completamente las causas que lo llevan a tomar su decisión. Esto en parte es verdad, debido a que el común de las personas crece y se desarrolla en una realidad que no cuestionan y aceptan tal como es.

En lo que respecta a la moral dentro del concepto de libre albedrio según el ensayo de Bover, no tendría sentido culpar a la persona que hace una acción inmoral porque esta ya está de por sí determinada a ello. El sentimiento de culpabilidad cedería a la victimacion del criminal, siendo una cuestión muy lógica y racional, falta el sustento de la individualidad en la responsabilidad de la forma del acto. Esta responsabilidad individual le daría la libertad al ser en la acción, o la acción según el ser. Lo que no implicaría una desaparición de la culpa en sí, sino una reducción de la acusación conforme a obrado la persona. Claro que entraríamos a una discusión del tipo del ser como se es, y de cómo se obra dentro del determinismo según se es o no se es.

La sociedad siempre le ha impuesto la responsabilidad de sus actos al ser, deviene esto en la consideración de que existe el libre albedrio, y que la decisión – ya sea esta buena o mala – viene desde dentro de la persona, ignorando las condiciones contigenciales de la situación. Es una eterna lucha entre el mundo de las ideas y las condiciones materiales que rodean la situación del fenómeno. Y esto es que somos herederos platónicos  de las ideas, las ideas importan más que la materia, las ideas importan más que las necesidades materiales o humanas en último caso. Desconocemos las causas de una acción o hecho, pero atribuimos la existencia o realización del fenómeno a la voluntad o espíritu dominante en el ser humano. Este triunfo platónico sobre la  materia deja al hombre solo ante la masa, esta soledad responsable de su existencia carga con la culpa y el castigo, que a fuerza de imponerse aun controla los devaneos.

El libro de Bover parece que nos encuadra en un determinismo sin salida, el pesimismo es la única entrada a un mundo aleatorio, que es el que nos propone el autor para salir de este entrampamiento, aunque en realidad solo nos da una ilusión de salida que al final no lo es, no está claro cuando Bover dice “No tenemos libre albedrio pero somos capaces de cambiar el rumbo de nuestras vidas de un manera práctica”. Pero la esperanza vuelve cuando toca el tema del “secreto de la felicidad” conceptos como, seguir sus propias creencias religiosas o de fe, o tomando cuestiones de la filosofía tradicional china cuando nos dice: “abandonar los deseos personales es un paso a la felicidad” o el hecho de “ser felices ayudando a otros a ser felices”. ¡En fin! Parece que al final esto es lo que nos queda, si pretendemos evitar el sufrimiento y alcanzar un grado de estabilidad emocional en nuestras vidas.

He extrañado en el libro de Bover, referencias más  psicológicas y menos neurocientificas que al final no nos dice nada concreto sobre planes de acción, debido a que solo se queda en el plano descriptivo y no causal, en la medida que solo explica que tal lóbulo o área cerebral funciona cuando ocurre alguna emoción o pensamiento, ya que no es al revés.

A mi entender el enfoque psicológico que más se acerca a la concepción de la ausencia del libre albedrio es el conductismo, esta escuela conforme a los principios naturales de causa y efecto y cierto determinismo cumple el rol del condicionamiento y el refuerzo, el aprendizaje bajo principios primarios de la acción reciproca, combina bien con los motivos finales de una acción.

No comparto con el autor el optimismo que muestra cuando se ocupa del tema de que estamos determinados a ser felices. Las personas por lo común no tomamos buena decisiones con respecto a nuestra felicidad y estamos por el contrario, condicionados a tomar ciertas decisiones, incluso la aprehensión del refuerzo por parte de nuestros neurotransmisores están de hecho condicionados a ciertos placeres que entendemos como buenos hasta que la realidad nos pega en la cara. La prueba de esto es la gran cantidad de parejas que se compatibilizan muy a menudo bajo ciertos parámetros de relación de agresividad y violencia familiar y le son muy difíciles salir de ella. Dejar a la subjetividad lo que es bueno o feliz y no lo es, es solo sugestivo.

Recomiendo leer el libro de Jan Bover por que los hará reflexionar sobre un tema muy cotidiano que pasa desapercibido y puede servir como respuesta a preguntas como ¿Quien controla nuestro destino? ¿Vivimos libres o determinados? de manera fácil y clara en la siguiente pagina web. www.janbover.org  

  








FABLA SALVAJE

  Y para cerrar esta serie de artículos que trató de síndromes psicológicos étnicos o, si se quiere llamar, de psicología comunitaria, lo ...