lunes, 26 de noviembre de 2012

El adolescente rebelde


Debo empezar diciendo que no todo adolescente es rebelde. La rebeldía la podemos definir como una conducta de oposición activa o demora en el cumplimiento de las normas sociales y familiares, es diferente a la trasgresión de las normas sociales que es otro tema. Los jóvenes rebeldes no siempre son trasgresores a las leyes. Esta rebeldía puede limitarse al ámbito familiar, pudiendo presentar conductas adaptativas en cuanto a las normas sociales y leyes que la rigen. Otros pueden presentar conductas rebeldes fuera del contexto familiar, como en el colegio o el grupo de amigos. La psicología tradicional nos han presentado a los jóvenes rebeldes como producto de su crecimiento y llegada a la adolescencia, cosas de hormonas, lo que reduciría todo al ámbito fisiológico, la psicología cognitiva explica la rebeldía como expresión de nuevos descubrimientos que no coincidirían con lo ya aprendido o enseñado y esto debido al pensamiento abstracto en donde cuestionan datos e información con los que no están de acuerdo, la psicología del desarrollo nos presentan a los jóvenes rebeldes como un intento a encontrar su individualidad y alejarse del vinculo e influencian familiar. Pero esto tampoco explica la conducta rebelde.

Lo cierto es que las condiciones familiares y sociales en que se desarrolla  cualquier persona no es del todo agradable, sometidos bajo estricto control sobreponiendo el castigo a los reforzamientos y a las gratificaciones, no es difícil esperar que cuando el niño crezca ejerza un contra control del contexto. Es más fácil y comprensible esperar que alguien se rebele cuando el control a que estamos expuestos desde que nacemos se ejerce de manera inadecuada y no positiva. Una de las características del castigo es su condicionamiento, niños castigados aprenderán a comportarse para que lo castiguen, cuando crezcan aprenderán formas de evitar el castigo pero no dejaran de hacer las cosas por las que fueron castigados, algunos adolescentes se portan así para castigar a sus padres, la discriminación de la conducta rebelde y la conducta socialmente aceptada dependen de su aprendizaje.

El contra control son las conductas necesarias que hace la persona para contrarrestar evadir o huir del control que ejerce de manera negativa tanto la sociedad como sus instituciones, los padres, el mismo gobierno, en donde la persona practica el contra control haciendo paros y huelgas, revoluciones, movimientos de protesta o reclamos de derechos, esto desde un punto de vista social y mayoritaria, pero hay otro  contracontrol que se ejerce de manera individual y esto parece ser lo que hacen los adolescentes en particular. En estos casos sería bueno evaluar en qué contexto la conducta del rebelde adolescente se presenta, que condiciones existen, y si lo que estamos haciendo da resultado para el cambio o esta simplemente reforzando la conducta contestataria. Si lo que hacemos no da resultado sería bueno cambiar a formas de control más sutiles y no tan confrontacionales con el adolescente. Hay muchos adolescente rebeldes u opositores de las normas sociales y familiares, que cuando se le cambian las condiciones tirantes en donde viven, hacia formas más permisibles negociadora y reforzante, su conducta presenta una recuperación espontanea en poco tiempo.

Lo que se puede hacer es no mantener las condiciones en que la conducta del adolescente se muestra rebelde, y no se mantiene, simplemente  no reforzando la conducta que muy a menudo – y especialmente con aquellos jóvenes que no han presentado conductas opositoras en la infancia – lo realizan los jóvenes para probar “que pasa si digo no” . Restar gravedad a esas conductas rebeldes y cambiarlas con reforzadores verbales o físicos que inicie el proceso de “bienestar” que se siente cuando se cumple las normas sin ningún reforzamiento.

Las relaciones de los mayores con los adolescente muchas veces son tirantes, la comunicación verbal es de imposición, si la cambiamos a formas en donde se utilice el lenguaje como orientador no punitivo, mejoraremos las actitudes de los jóvenes. La comunicación directa, previniendo la consecuencia de tal o cual conducta, mejora la relación con los jóvenes. Recuerde que disciplina viene de discípulo y este, implica una relación de enseñanza aprendizaje. Nuestros hijos rebeldes siguen siendo nuestros discípulos, condicionémoslo a formas más gratificantes y menos punitivas y evitaremos los rebeldes sin causas

lunes, 19 de noviembre de 2012

Encuentre su propio refuerzo


Juan vino a verme debido a que estaba en pleno divorcio con su esposa, se sentía triste y sin ganas de hacer las cosas que siempre hacia, era un amigo que no veía años, así que a pesar de las circunstancias tristes para él, sentía una alegría de volverlo a ver. El se desempeña como abogado y toda su vida profesional se había dedicado a su trabajo. No tenia hobbies, ni tiempo libre para él ni lo había tenido para su familia, tal vez esa era alguna de las causas de su fracaso matrimonial, pero como no era el caso tratar sobre su divorcio sino sobre su estado de ánimo, indague sobre sus intereses personales en situaciones o actividades fuera de su empleo profesional. No quería que lo derive a otro psicólogo, quería que yo lo tratara, le explique qué tal vez mi opinión seria sentida por el cómo subjetiva, ya que había una amistad entre ambos – no muy frecuente es verdad – pero había una relación que podría no tener las características que debe tener una sesión de tratamiento con el cliente, ni muy lejana ni muy cercana. No aceptó que lo derive a otro profesional, así que por no perderlo nuevamente de vista y con el afán de ayudarlo en su problema me preocupe de que nuestra conversación sea como de amigos más que una sesión de tratamiento psicológico.

Su mundo era su trabajo y su familia, no había desarrollado otros refuerzos aparte de estos, así que cuando estos perdieron su fuerza reforzante –el alejamiento familiar con el sentimiento colateral de nostalgia por el ambiente hogareño – su empleo era el único que le quedaba, y este también estaba siendo presa de una perdida de reforzamiento a su habitual conducta de ir a trabajar. Tenía lo que se dice una depresión leve. Sentimientos de nostalgia, pesimismo y tristeza, su apetito y el sueño aun se mantenía dentro de lo habitual. No era muy sociable, no tomaba licor ni fumaba, así que se la pasaba el fin de semana en su casa exceptuando los domingos que iba a pasear con su hijo de diez añosa que si era aun un estimulo poderoso y reforzante que le daba el sentimiento de felicidad que le duraba hasta mitad de semana, tiempo en que volvía a decaer anímicamente y empezaba a pensar y esperar  la llegada del domingo. Fue precisamente un viernes en que me contacto y quedamos en salir a tomarnos un café. Pensé que Juan debía ampliar su círculo social, más que quedarse en casa viendo televisión, necesitaba salir a reuniones y a estar en compañía de personas que le debían de dar el reforzamiento necesario para que el sentimiento de añoranza y nostalgia por el hecho de no estar junto a su familia, cediera un poco a las relaciones amicales con personas que podían representar contextos en donde iniciar relaciones amicales permanentes reemplacen a las antiguas ya perdidas. Tuvo mucho éxito en sus salidas los viernes, aunque no quería empezar una nueva relación aun, las amistades minimizaban los recuerdos que tenía cuando se quedaba en casa. Le  recomendé que siguiera saliendo a divertirse con amigos y parejas de amigos, además de preguntarle que le gustaría hacer en sus tiempos libre, al no haber tenido tiempo y estar sumergido en su trabajo, no había tenido tiempo de desarrollar alguna destreza o gusto por alguna otra actividad.

Recordé que hace tiempo cuando nos veíamos a menudo, me enseñaba algunos dibujos que hacía en carboncillo, así que le sugerí retomar ese pasatiempo. Era una actividad que él había dejado de practicar y según él, había perdido la habilidad, de todas maneras le hice jurar que volvería a practicarlo y dio resultado; los viernes que eran los días que salía con sus amigos, los dedicaba a dibujar con carboncillo y dejo para los sábados sus salidas nocturnas. Aun mejor incluso, a sus 40 años, aprendió a utilizar otras técnicas de dibujo y coloreados con temperas y hasta al oleo.

Juan aunque lleva un año desde que se divorcio, y hace once meses que solo lo veo una vez al mes, aun practica su hobby de pintar que a decir de él, nunca pensó que lo haría sentir tan relajado y tranquilo,  sale los sábados con una nueva pareja y los domingos sale con su hijo. Ocupando todos los días de la semana en actividades que le devolvieron el buen ánimo, aunque a veces siente pena porque no ve todos los días a su hijo, este sentimiento no aparece muy seguido, siente mejor y ya no piensa que todo será peor.

Muchas personas se dedican a tiempo completo  a su trabajo y a su familia, cosa que por lo general está bien, pero deberían de dedicarse también a actividades que sean placenteras para ellas mismas, si estas son compartidas por los miembros de la familia está bien, pero si no, siempre debe haber un tiempo para su crecimiento personal, y aquellas personas que no saben que le gusta, no saben qué actividades serian reforzante para ellos, descúbralas haciéndolo, la lectura, escribir, cantar, pintar, correr, coleccionar, investigar ¡en fin! Hay un sinfín de actividades en que pueden ocupar su tiempo y pueden en alguna ocasión a llenar un vacío.

La vida y la muerte en los niños


La vida y la muerte no son temas que por lo general están presentes en el ideario colectivo a diario, la vida en particular si aunque en forma práctica, es decir, las personas piensan poco en la posibilidad de la muerte, porque están viviendo y gastando su energía en realizar todo aquello que llaman vivir, tampoco  están con la idea de la que la muerte esta acechando nuestras vidas todos los días a cada instante, como un enamorado a su amada. Pero viéndolo en perspectiva la vida, desde que nacemos, está acompañada de la muerte como su sombra, como su contraparte y es muy probable - teniendo en cuenta de los peligros a los que estamos expuestos día a día, en este mundo globalizado y por lo general violento - que el enamorado se lleve a su amada y la rapte aun en contra de nuestros deseos.

Los deseos en este caso se podrían entender como  escases, así, cuando uno está enfermo o moribundo, desea  estar bien, desea salud, desea vida. El deseo y el querer en este sentido tiene el mismo significado, entonces el no desear se podría entender como una saciedad, nadie desea la muerte por que esta saciado de vida, en este sentido estos dos estados fenomenológicos contrarios  tendrían característica bifronte.

Sartre (1942)  pensaba que la vida y  la muerte eran las dos caras del mismo fenómeno, por una parte, la persona fallecida seguía viviendo solo en el recuerdo de quien se quedaba y lo recordaba  y –solo así – podía trascender después de la muerte, hecho que acababa cuando no se le recordaba mas al muerto, y por otra parte esta dualidad al mismo estilo de Jano – deidad griega de dos caras – una ponía fin a la otra. Dicho sea de paso este “à deux front“ me recuerda la hedonista frase de Epicuro cuando dijo “No hay que preocuparse por la muerte ya que cuando ella esta nosotros no estamos, y cuando nosotros estamos ella aun no llega”

Desde el punto de vista más pragmático y utilitaria, el hecho de que la muerte sea el fin de la vida no tiene sentido – aunque el hecho concreto es que lo es, pero no tiene sentido si el término “fin” se utiliza como propósito, deseo o motivo. Nadie vive teniendo como fin, motivo o propósito morir.

Desde el punto de vista existencial la vida no tiene un sentido general que podamos ubicarlo en lo particular, la deducción como método racional no cabe cuando de dar sentido a la vida se trata, ya que cada persona tiene que poner dentro de su historia de vida un objetivo, un sentido para su vida y no molestarse en  buscar “sentidos generales” para vivir su vida o comprender la vida de los demás, entonces,  es tan valido vivir para tener éxito en la vida, como vivir de forma hedonista. Si tratamos de buscar un objetivo general a la existencia caeríamos en la subjetividad y en una pérdida de tiempo, mejor es utilizar ese tiempo para encontrar el sentido particular de nuestras vidas, cualquiera que sea este objetivo es válido para Ud. y eso es lo que cuenta.

La temporalidad de la vida también es incierta, el tiempo no corre en forma lógica en lo que a la vida se refiere, se puede morir tan joven o tan viejo, dejando a medio hacer nuestros proyectos o al terminarlos, el tiempo es solo referencial, la edad está basada mas en contextos físicos, biológicos o médicos que en factores psicológicos, por eso encontramos personas que “deberían” ser “maduras” para su edad y no lo son, y viceversa. Tiene sentido la frase “la juventud es un estado mental” aunque aquí lo mental debe entenderse en términos más objetivos como “hacer” ”realizar” o “comportamiento”.

La muerte siendo lo que es “el otro lado del muro” no puede detener la vida de quienes se quedan vivos, el dolor se siente muy hondo cuando se muere un ser querido es cierto, pero como todo dolor existencial, es y debe ser por un corto tiempo, luego debe ser visto como algo que tarde o temprano va ocurrir y debemos estar preparados psicológicamente para ello. En este sentido en lo que respecta a los niños, estos son – contrarios a lo que piensa la mayoría de personas - más accesible a aceptar la muerte cuando se le preparara para ello, más incluso que los adultos. Los niños desarrollan mucho la percepción sensorial como el recuerdo, la memoria o la imaginación, así como las emociones y su nivel de pensamiento que “conecta” con los adultos, ellos percibirán el estado de incertidumbre de que algo está yendo mal o algo no está bien, y ese sentimiento será colateral a la situación vivida, comprendido esto como consecuencias del contexto, más que el contexto mismo, por eso es necesario enfrentar la verdad de la muerte de manera adecuada.  

¿Cómo se  puede preparar a los niños para la aceptación de la idea de la muerte? Con el juego y explicaciones de su vivencia diaria, por ejemplo en sus juegos los niños dependiendo de la edad, de 4 o 5 años tienen un concepto de la muerte temporal, así en sus juegos, el héroe puede llegar a revivir para combatir al villano, hay que explicarle que la muerte en la vida real es para siempre, se puede usar como otro ejemplo la muerte de la mascota, o de un ave si existe la oportunidad de tener ese modelo.

Explicándole con estos modelos, los niños acceden de manera adecuada a la enfermedad de un pariente, acompañándolo en la enfermedad y haciendo duelo anticipado, dependiendo del modelo del adulto que lo acompaña en el duelo, tendrá las fortalezas psicológicas para afrontarlo y no hacer de la muerte un recuerdo traumático.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El último día del Rey


Siempre suelo – dependiendo del caso - iniciar un tratamiento conductual con las palabras que dan titulo a este articulo. Y es que los niños además de ser bellos, cariñosos, tiernos y ganarse nuestro amor y despertarnos los más hermosos sentimientos, también pueden llegar a ser pequeños reyezuelos tiránicos a la par de los antiguos reyes  medievales que disponían de sus súbditos, ordenaban y exigían ante sus mínimas exigencias los más grandes esfuerzos y sacrificios que por ellos debían hacer sus esclavos. Cuando los padres de estos niños vienen a consulta, lo hacen generalmente cuando no pueden mas controlarlos en casa, algunos  - la mayoría – vienen  presionados por las escuelas que ya no pueden soportar más los caprichos de estos reyecitos de sus pequeños feudos que son sus hogares y que en su desmedido afán de satisfacción generalizan sus actos a las aulas de clase. Sus esclavos – sus padres – se han condicionado a servirlos por evitar pataletas, lloriqueos, gritos y hasta golpes. Muchos padres llegan a consulta con sentimiento de culpa por haberles castigado físicamente y diciendo que este castigo no surte efecto, a lo que yo añado que no solo no surte efecto si no que empeora el comportamiento del niño y su futuro desarrollo  emocional. El castigo físico, el pegarles, agredirlos o insultarlos no resuelve nada, ya que aparte de  enseñarles nuevas formas de castigar y de hacer sufrir a los demás, le enseña a soportar castigos de menos a más, lo que a la larga puede desencadenar en un condicionamiento al mismo, - al castigo- y hacer sentir al futuro adolescente y adulto poca satisfacción de los refuerzos positivos como halagos, felicitaciones y gratificaciones posteriores.

Los padres se condicionan mediante reforzamiento negativo a servirlos por evitar el desagrado que resultan sus gritos o molestias, y el niño se condiciona mediante reforzamiento positivo a ser servido y a satisfacer sus necesidades inmediatamente. Pero no nos confundamos mi estimado lector, su hijo no es malo, perverso ni tiene problemas psicológicos, simplemente – y este simplemente siempre hace arquear las cejas a los padres – se ha acostumbrado a lo que todo niño o adulto puede acostumbrarse naturalmente, a que sus caprichos y voluntades se cumplan, entonces cuando este niño encuentra alguna resistencia social a sus caprichos, estalla en mal genio.

Lo que se debe hacer en estos casos –y aquí sí, las cejas arqueadas de los padres vuelven a su posición – es tener paciencia y cumplir con las técnicas de modificación de conductas que para estos casos dan buenos resultados, ser constante en su aplicación y hacer un control del ambiente en que se mueve el pequeño Rey en casa y aplicar las técnicas de generalización en clase. Parece simple, es que realmente lo es si se decide a hacerlo, lo que no es simple es identificar cual es el elemento que hace saltar la chispa de la conducta caprichosa del pequeño monarca, ya que esta puede ser una mirada, un gesto o cualquier estimulo que el monarca en cuestión haya adquirido como estimulo reforzante a sus caprichos.

Otra cosa que no es fácil y con la cual se debe trabajar es la constancia del tratamiento en casa, por eso siempre se empieza con alguna conducta del niño que sea fácil de cambiar para que los padres tomen confianza en que están teniendo éxito en el cambio.

Algunas acciones que los padres deben hacer es quitarles el reforzamiento que en el pequeño mantiene la conducta de las pataletas,  quitarle significa no exponerlo a ese estimulo ni reforzarlo más, por ejemplo, si el niño llora por algo que la madre debe comprarle, el llorar se ve reforzado por la compra de ese algo que quiere el niño. Lo que se debe hacer es no comprarle lo que pide, hasta que cambie la forma de pedirlo – hablando o señalando  el objeto – de esta forma cambiaremos la conducta dependiente del objeto por conductas más  adecuadas que el llorar o gritar.

Paralelamente a esto se le debe de reforzar, con felicitaciones, besos, caricias a cualquier conducta que no sea la de llorar o gritar cuando pide algo, los niños siempre quieren la aprobación y las caricias de los padres, esto de por si es reforzante para ellos.

También se puede ignorar sus peticiones hasta que estas se acaben o el niño se canse de llorar.  Enseñándole otras formas más adecuadas de pedir lo que desea, pero esta enseñanza no se debe de brindar cuando el niño está llorando o haciendo su pataleta, se le enseña después que haya acabado. Así sabrá el pequeño monarca que no conseguirá nada llorando y si conseguirá mucho pidiendo las cosas de manera adecuada.

Siempre digo a los padres que no castiguen a los niños, salvo excepciones muy especiales, y que hasta para castigar necesitan de ayuda de un profesional, debido a que el castigo es una práctica negativa al corto y largo plazo.

Amen a sus hijos, bésenlos, acarícienlos, denle buen ejemplo, enséñenle a pedir lo que necesitan  y dénselos, derroten a ese pequeño Rey que lleva dentro, que le traerá problemas posteriores por qué no podrá gobernar este mundo.

martes, 13 de noviembre de 2012

La Familia


“El hogar no es el lugar más adecuado para educar a un niño (Frazer dirigiéndose a un grupo de visitantes a Walden Dos)

Walden Dos es una obra que Frederick Burris Skinner escribió en  1945, y describe la vida de una comunidad utópica que vive bajo los principios de la ciencia de la conducta, ahí se aplican las diversas técnicas de control conductual en el desarrollo de las actividades económicas, sociales y culturales de la comunidad, con mucho éxito para sus habitantes, significándole un costo beneficio superior a lo que hubieran conseguido viviendo fuera de la comunidad. Cuando los visitantes se acercan a los colegios e institutos de educación de Walden Dos, el guía les habla en estos términos “El cuidado comunitario es mejor que el de los padres. En la vieja era pre científica, la primera educación del niño podría dejarse a los padres, en ese tiempo, era lo mejor que podía hacerse. Pero con la llegada de la ciencia de la conducta humana, todo ha cambiado. La mala reputación que posee la educación científica del niño no es reflejo de los conocimientos  técnicos de lo que debería hacerse. Las condiciones para un buen cuidado de niños están bien establecidas. Pero donde se ha fracasado es en la introducción de la práctica científica en los hogares. No se ha conseguido que los padres hayan aprendido los principios científicos más sencillos en la crianza de los niños. El control de la conducta humana es una ciencia compleja que no podría ser comprendida por la mayoría de las madres sin una instrucción previa de varios años.. La realidad sin embargo es que la culpa de  la deficiente educación de muchos niños no se debe a la entera falta de habilidad técnica. Incluso cuando la madre sabe lo que tiene que hacer a menudo no lo puede hacer, y no lo hace debido a otras muchas preocupaciones caseras, el hogar no es el lugar más adecuado para educar niños”.

En Walden Dos la educación es diferente a lo que normalmente se da, las escuelas son abiertas y en el campo mismo del conocimiento, ya sea rural o aplicando esos conocimientos a la vida diaria – matemática incluida – el afecto a los niños es racional – aunque parezca contradictorio - es compartido con los demás miembros de la comunidad, en sí, son hijos de la comunidad, de todos, que se hacen cargo de su cuidado y educación.

Cuando termine de leer el libro hace muchos años ya, no pude menos que comparar la frase que encabeza este artículo con la realidad que se vive día a día en los millones de hogares en el mundo.  Desde una perspectiva lejana, a Frazer no le falta razón cuando dijo eso al grupo de visitantes. La familia siempre ha sido considerada factor principal de crianza y educación de los niños, así como también de apoyo afectivo, amor maternal y paternal, cuidado y protección a los hijos. Una familia bien constituida se dice, dará  buen ejemplo y educación a sus hijos, por el contrario, una familia desintegrada y “disfuncional”  será la causante de los problemas de conducta que el niño presente en su desarrollo social, escolar y personal.

La pregunta que hay que hacerse es ¿Qué porcentajes de familias bien constituidas y disfuncionales existen en estos años de crecimiento económico y de alto desarrollo de la tecnología? Con padres y madres que trabajan y no están con sus hijos la mayor parte del día. Con hijos que prácticamente se crían  con cuidadores que no le dan  la debida atención ni los forman para la aceptación de normas de conductas adecuadas.

¿Es la familia el núcleo adecuado de educación de los hijos? La respuesta no es uniforme, cada familia tiene sus problemas, en la medida que los integrantes de las familias, los padres y las madres, estén preparadas para la educación de sus hijos, será el núcleo adecuado. Mientras la disfuncionalidad sea la característica más común de la familia actual que basa sus progresos en el ascenso económico y en el mercado de consumo, que necesita del trabajo de diez a doce horas diarias para mantener sus comodidades materiales descuidando así la el derecho y el deber de la familia de ser modelos de sus hijos, la educación y el buen ejemplo de ellos no serán los más adecuados. Hagamos que Walden Dos, esa pequeña comunidad perfecta en la aplicación de los principios de la conducta se introduzca en nuestros hogares. Decir “nadie pasa por una escuela de padres antes de tener hijos” no es una opción. El conocimiento a priori también es una forma valida de acercarse a la realidad, en la  actualidad con la inmensa literatura, investigaciones y demás aplicaciones de la educación y el aprendizaje, es más fácil ser padres, solo hay que dejar de ser egoístas y sacrificar  sentirnos bien  reforzando las conductas inadecuadas de nuestros hijos, ser por el contrario ejemplos constantes de comportamiento y corrigiéndolos – no castigándolos -cuando sea necesario con todo el respeto y amor que ellos merecen.

domingo, 11 de noviembre de 2012

De la filogenia a la ontogenia de la conducta en el enfoque skineriano.


Cuando trato de explicar la conducta de un individuo que tiene ciertas características parecidas a algunos de sus padres o familiares, siempre me veo invadido por preguntas que me hacen tales como ¿lo habrá heredado de sus padres? ¿Será esta la causa de porque mi hijo es así? La violencia, la impulsividad, la ansiedad hasta la forma de caminar es explicada por algunos como causa hereditaria de la conducta. En esta complicada serie de términos de herencia o innatismo se llega a mucha confusión, no seguiré sin antes decir que los estudiosos de estos temas son responsable en parte de estas confusiones, por los difíciles términos y complicados conceptos científicos a que someten diariamente a la gente que no tiene que entender esto porque están implicadas en vivir su propia vida, llegara el día que el conocimiento sea más simple, pero a la vez verídico y comprobable. Aun así, teniendo en cuenta que las explicaciones de la  conducta se dividen en dos grandes enfoques;  el primero, explicar la conducta por causas internas o mentales y la otra, por sus relaciones con contingencias ambientales, de estos dos enfoques, es mejor la segunda que la primera aunque la confusión sea una consecuencia de ello, creo que bien vale la pena que sea así, de dos males escogemos el menos grave aunque lleve a confusión. Lo que quiero decir es que  aunque la mayoría de las personas se confundan con algunos términos, es mejor explicar la conducta desde la perspectiva ambiental que desde la visión interna y mentalista.

Tratare de explicar de manera simple estos dos términos – filogenia y ontogenia  - y su relación con la conducta. Como sabrá mi estimado lector la filogenia es el estudio del desarrollo evolutivo entre especies u organismos que se dio en la naturaleza, puede decirse que es la historia del desarrollo desde etapas evolutivas del homo sapiens y sirvieron para la supervivencia de nuestra especie humana en un mundo por lo general hostil y agresivo. La agresividad por ejemplo es un producto de la historia evolutiva de nuestra especie; el hombre tuvo que ser agresivo para poder sobrevivir a la selección natural;  y la ontogenia es el estudio del desarrollo histórico de un individuo, incluso desde la formación del embrión.  Para B.F. Skinner, ambas están dentro de lo que llamaba contingencias de supervivencia (filogenética) y contingencias de refuerzo (ontogenetica) explicando así la  influencia en la emisión de una conducta desde la especie y desde la historia individual de un individuo.

Por ejemplo: la agresividad del ser humano es producto de la herencia de la especie, (filogenia) hecho que por lo general se acepta,  pero la posibilidad de cada persona de ser susceptible a la adquisición y ejercicio de la agresividad desde nuestra formación como embriones humanos puede variar de tener una posibilidad muy alta a una muy baja y dependerá de las consecuencias del refuerzo a que ha sido expuesta.

La herencia está presente en cada conducta, pero sus contingencias, es decir, las consecuencias que pueden manejarlas y que también son ambientales también están presentes en la conducta. Por eso resultaría muy reduccionista explicar toda conducta desde los genes, la conducta no es heredada por sí misma, es decir una persona no hereda la conducta de tener miedo a los animales, no hereda la conducta de correr o la conducta de temblar cuando ve a un perro, lo que hereda es  la susceptibilidad  al miedo, que sea a un perro o a otra cosa puede variar, también, que esa susceptibilidad se desarrolle o no, dependerá de las experiencias en su historia de aprendizaje. (Ontogenia).

Lo que concierne a la filogenética es difícil de confirmar en un tratamiento conductual, debido a que esas evolucionen transcurren en miles de años y no se puede ver,  lo que corresponde a la ontogenetica si es  fácil de confirmar ¿Cómo? Manipulando las variables del ambiente para que la conducta cambie.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Proceso sensorial condicionado “ La Memoria”


Pasa Ud. por una calle por donde años antes paseo con un su primer amor y se acuerda de él o ella, escucha una canción que le hace recordar épocas pasadas, ve una foto familiar e inmediatamente la memoria los lleva a esa época pasada que la hace sentir  bien o  mal dependiendo de la experiencia vivida. El estimulo  provoco entonces  que su memoria evoque el recuerdo, pero  no se necesita un estimulo exterior para provocar ese recuerdo, puede ser una palabra  o frases dichas por Ud., ya sea en tono bajo – cuando dice “estoy hablando para mí mismo”  o cuando dice “estoy pensando en voz alta” cuando se refiere o le dicen que está hablando solo,  estos eventos internos también pueden provocar que su memoria se ponga a trabajar y entonces decimos “el recuerdo me vino por sí solo” pero no tanto es así, pasemos a explicar un poco sobre la memoria y sus descubrimientos actuales por las neurociencias para poder entender esta pequeña introducción.

La memoria es un proceso cognitivo, y como tal no se le debe de ver como un almacenamiento de estímulos, como un gran almacén de recuerdos que podamos ir cada vez que queramos recordar algo, generalmente no funciona así. ¿Habrá experimentado Ud. que a veces a querido recordar algún evento suceso, palabra, nombre, persona o cara y no ha podido?

Tradicionalmente la memoria ha sido considerada como un gran depósito de recuerdos de dónde, cuando lo quisiéramos, podemos sacar los recuerdos que queramos, y cuando no logramos nuestro objetivo decimos a menudo i La memoria está fallando ¡ pero, con los descubrimientos actuales de las neurociencias, sabemos ahora mucho más de la memoria de lo que sabíamos antes. Incluso se ha descrito tipos de memoria como la memoria episódica, memoria semántica, memoria visual, memoria genética, memoria a largo y corto plazo, memoria operativa o de trabajo, memoria secuencial y de procedimientos, memoria práctica, memoria emocional y muchas memorias más. ¡En fin ¡ cada investigación nos arroja nuevos resultados de cómo funciona este proceso interesante, que, si no lo tuviéramos, estaríamos eternamente condenados al ensayo y error de nuestras conductas, y nos equivocaríamos más a menudo de lo que nos equivocamos actualmente en realizar una tarea.

Ubicada neurológicamente en el lóbulo temporal la memoria está influenciada entre otros órganos por los estímulos que vienen principalmente del hipocampo y de la amígdala, órganos principales encargados de relacionar estímulos y emoción, y de “avisar” al organismo si ese estimulo es peligroso o no. Por lo tanto, nuestros más profundos recuerdos tienen una gran relación con lo que ocurre en el hipocampo, es más, algunos investigadores confirman que es ahí precisamente, en donde se procesas esos recuerdos y nos hacen “vivir” nuevamente nuestras emociones. Sin embargo la memoria no solo se aloja en el lóbulo temporal, está conectada por todo el sistema nervioso central y las áreas encargadas de la psicomotricidad, esto se puede notar cuando en lesiones leves del lóbulo temporal, el aprendizaje condicionado, las destrezas y habilidades practicas no se pierden. Esto confirma lo que Fodor decía en cuanto a que los procesos cognitivos trabajan de forma compartimentadas, como unos módulos que se relacionan entre si y forman un sistema, aun cuando no pierden su función si uno de esos módulos sufre alguna lesión.

Incluso cuando se trata de recordar algún suceso, y la memoria no lo evoca, ella sigue trabajando de forma tal que no nos damos cuenta, podemos pasar a otro tema, y recordar de improviso tiempo después, esto puede demostrar que muchas personas pueden saber más de lo que ellas creen y que el recuerdo depende de la forma y estimulo evocador.

La psicología cognitiva nos dice que el recordar es comparar los datos actuales que vienen de entrada, ósea la vivencia actual, con datos almacenados en la memoria, una suerte de comparar copias o representaciones, actuales con los antiguos,  los cuales son comparados y evocados por su similitud.

¿De que nos sirven estos datos? ¿Cómo podemos manejar estos procesos de la memoria?. Por principio, todo proceso, función o  facultad cognitiva – incluso la emoción – debe ser convertida y operacionalizada para volverla objetiva y desde ahí trabajar en su desarrollo o rehabilitación. Volvamos entonces a la introducción. Skinner  pensaba que todo proceso cognitivo  podían ser explicados desde un punto de vista más objetivos en  términos conductuales y físicos, más que procesos mentales o cognitivos.
Actualmente, desde este enfoque conductual la memoria  es un proceso sensorial condicionado (Staats 1983) bajo las mismas leyes del condicionamiento operante, recordamos un estimulo que no está presente, por que alguna variable del contexto lo representa y nos hace reaccionar de tal forma como lo hicimos en su momento frente a ese estimulo. Es condicionado en la medida que siempre reaccionaremos de la misma forma ante ese estimulo. La percepción y la imaginación caen bajo los mismos principios del recuerdo, es decir, percibimos e imaginamos como consecuencia de un contacto con un estimulo que lo evoca. Deberíamos entonces añadir un tipo de memoria más a las ya descubierta, la memoria condicionada como proceso que engloba a las demás memorias.

Algunos consejos para ejercitar la memoria en el ámbito educativo serian estos:

Actividades mnemotécnicas como “Mi venado tiene miedo” para recordar los nombres de los planetas Mercurio, Venus, Tierra, Marte. (Sacado de Jensen 2000).

Cambiar algunos estímulos del ambiente, casa o aula, hacer repasos y exámenes simulados con preguntas que evocan respuestas, esto debe hacerse tan similar a las condiciones real de un examen.

Las oraciones con espacios en blanco que se debe llenar, son evocadoras de recuerdos efectivos.

lunes, 5 de noviembre de 2012

El síndrome Acarnan


Según la mitología griega Acarnan era hijo de Alcmeòn y Calirroe, por obra de Júpiter y a pedido de Calirroe, él y su hermano Anfótero  pasaron directamente de la infancia  a la juventud para vengar la muerte de su padre.

Yo llamo síndrome Acarnan – a propósito de un artículo anterior “El juego es cosa seria” publicado en este Blog el 26 de setiembre de este año - a las manifestaciones conductuales, cognitivas y emocionales, de aquellas personas que desde niños han trabajado y que pasan, psicológicamente hablando, de la niñez a la juventud, porque su responsabilidad de conseguir dinero para comer le impidió “vivir su adolescencia”. Claro que física y biológicamente pasan por la adolescencia pero psicológicamente se saltan esta etapa, puesto que la adolescencia es considerada en el marco de la psicología del desarrollo y como parte del proceso de maduración “edades psicológicas” más que edades  físicas, importantes para afianzar de manera adecuada su identidad y su responsabilidad ante la sociedad y ante ellos mismos.

Las personas que pasan de la niñez a la juventud lo hacen con la misma responsabilidad que tenían cuando  eran chicos, ven el trabajo como una cualidad y obligación por encima de la diversión, son rígidos y poco comprensivo con los errores, debido a que no tuvieron el privilegio del ensayo y error de la adolescencia y la capacidad de discriminar conductas dentro de una gama de posibilidades, las relaciones que pueden reforzarle son aquellas relaciones que se den dentro del ámbito laboral,  su círculo social es reducido  y la capacidad de criticar y rebelarse contra su circunstancias no son opciones que lo mueven, acostumbrado a cumplir con lo que se espera de ellos, porque ahí fueron desde niños, los hacen responsables, pero sin espontaneidad.

Los chicos que pasan estas etapas de maduración temprana pueden ser vistos por los adultos como responsables y jóvenes modelos. Sin embargo su conducta se enmarca dentro de lo tradicional, puede ser menos impulsivos y pueden llegar a ser líderes de su grupo.

Las chicas son menos sociables, introvertidas y tímidas para establecer relaciones sociales adecuadas. La sociedad puede verlas fuera del patrón de comportamiento de las niñas de su edad, porque se muestran fuertes y más dominantes que los chicos.

Lo que ocurre es que la sociedad ha condicionado a estas personas a realizar conductas de adultos desde muy niños, esto no es positivo, debido a que las etapas psicológicas –niñez, adolescencia, juventud, maduración implican procesos sucesivos que sirven de base para el aprendizaje de conductas estables que sirven a su vez como estimulo para modificar conductas posteriores.

El hecho de que un niño entre al mundo de los adultos desde edades muy temprana, es también adentrarse a sus problemas y vicios, la edad de inicio en el alcoholismo  la drogadicción y consumo de tabaco es cada vez más temprana en los últimos años.

Aunque estas personas puedan parecer maduros, esa maduración es solo aparente, la madurez también se demuestra emitiendo conductas discriminatorias acorde con el contexto en que se vive, por lo tanto siendo rígidos en cuanto a la norma, tienen poca posibilidad de cambio cognitivo hacia pensamientos de cambios de estilos de vida, aunque esos cambios lo lleven a su bienestar. La depresión, debido a escases de reforzamientos y permanente exposición a labores fuertes, sin visos de cambio en el largo plazo, puede llevar a estas personas a experimentarla.

De hecho, algunos psicólogos del desarrollo han llamado también la atención que en la actualidad, la niñez se está “acortando” de manera impresionante, hay muchos niños de familias adecuadamente constituidas que tienen diez y once años que adoptan conductas de adolescentes en su forma de vestir y de hablar, en estos casos, la historia de aprendizaje es diferente a aquellos niños que trabajan desde edades tempranas por necesidad, y se deben a modelos que la sociedad le ofrecen, por ejemplo la ropa de las niñas de diez años son cada vez más cortas,  parecidas a  la ropa de adolescentes, hablan de novios o enamorados desde los doce años, se ven escolares que no pasan de trece años, besándose y tomadas de las manos de chicos de su edad incluso mayores que ellas pero también menores de edad, lamentablemente el consumo de alcohol y tabaco desde edades muy tempranas confirman esto de manera lamentable.

 

Relaciones funcionales día a día


La razón por la  que las conductas se repiten día a día, tanto las positivas como las negativas es porque son reforzadas la mayoría de las veces sin darnos cuenta, las relaciones funcionales tienen la cualidad de la continuidad en la relación de una conducta tras otra, ya que una conducta puede servir a su vez como estimulo para la aparición de otra conducta de la que es consecuencia. Puedo poner como ejemplo la conducta de llorar de un bebe, cuando este llora la madre va a su encuentro, no importa por que llora, puede ser por hambre, porque quiere ser levantado en brazos o simplemente porque quiere tener cerca a alguien. De esta manera el llorar se vuelve un estimulo para la aparición de la madre, estableciéndose la relación funcional entre la conducta de llorar y su consecuencia que es el acercamiento de la madre. Otra es el niño que no atiende en la escuela porque su atención cae bajo el control de otro estimulo más fuerte y divertido que la del profesor, que puede ser las voces de los compañeros  o su sola presencia. Para retomar la atención de ese alumno, el profesor deberá entonces ofrecerle un estimulo más poderoso que las voces de sus compañeros.  Cuando manejamos un  auto nos paramos frente a la luz roja por que la luz del semáforo sirve como reforzamiento negativo para evitarnos accidente o atropellar a alguien, mientras más detenga el auto cuando vea una luz roja, menos accidentes tendremos evitándonos así molestias con la papeleta del policía o desgracias con algún peatón.

Cuando me duele la cabeza, me tomo una pastilla de alguna marca, si este dolor me pasa, mi conducta de comprar una pastilla de esa marca se incrementara porque me hará evitar el dolor de cabeza, me habré reforzado negativamente y mi conducta de ir a la farmacia y comprar esa pastilla de esa marca aumentara  cuando me duela la cabeza. Si en mi trabajo ofrecen aumentos por producción todos los meses, la conducta del trabajador aumentara en función de obtener ese aumento de sueldo o permisos, el empleador me habrá reforzado de forma positiva porque me estará ofreciendo un incentivo a mi conducta de aumentar la producción, eso ocurre con la regalías de alguna empresas a fin de año, ante mayor producción, mayor serán las regalías. Si en ese mismo trabajo me descuenta dinero por llegar tarde, en el futuro tomare mis medidas de seguridad para llegar temprano – en el caso que no me guste que me descuenten dinero de mi sueldo claro está – la gerencia de esa empresa lo que ha logrado es aumentar las veces de mi puntualidad en el trabajo, mediante un reforzamiento negativo, porque mediante mi puntualidad, me evito lo desagradable de ver mi sueldo recortado. Si voy con mi auto y me paso la luz roja, el policía de tránsito me aplicara una papeleta muy cara, lo que ha hecho la sociedad mediante ese policía es castigarme por esa conducta, lo que hare –si no me gusta pagar papeletas – es disminuir o desaparecer la conducta de pasarme la luz roja, al menos cuando vea a un policía de tránsito cerca, y mi conducta de pasarme la luz roja disminuirá más si sé que hay cámaras fotográficas cerca al semáforo.

Cuando veo anuncio de televisión que por comprar en una de esas grandes tiendas por departamentos me ofrecen puntos por cada compra mayor a cierta cantidad, que después servirán para descuentos o canjes en pasajes o artículos de necesidad,  lo que están haciendo es aplicar un sistema de puntos que me reforzaran y aumentaran la conducta de ir a comprar a esa tienda, y no a otra que me ofrecen menos puntos o no me ofrecen nada.

Igualmente cuando voy al casino y meto mi moneda y gano puntos y los pierdo, y nuevamente gano y los pierdo y así sucesivamente, lo que están haciendo es reforzarme de manera intermitente  en razón variable, variable por que una vez gano y dos no, o dos veces gano y una no. Este sistema de ganancias de puntos, me estimulara a poner más fijas o monedas a la maquinita esa que llamo el “pequeño conductista capitalista” valga la aclaración que la llamo capitalista sin ánimo marxista, porque su función es llenar el pequeño deposito que tiene dentro de dinero, igual que un ambulante es capitalista por que sale todos los días a vender su producto para generar dinero – capital. Pero no nos salgamos del tema.

Imaginemos una escena lamentablemente cotidiana en la casa de cualquier familia. Cuando un niño llora por querer algo y sus padres le dan una paliza y se calla, y tras esa paliza el niño no vuelve a llorar por ese motivo, lo que han hecho en ese caso es castigarlo y el castigo habrá cumplido esa función, que es el de desaparecer la conducta. Pero resulta que el dar una paliza a un niño aparte de que psicológicamente,  humanamente, éticamente y legalmente es negativo, no es la técnica apropiada para hacer que un niño deje de llorar por capricho, ya que existen varias otras técnicas para hacer eso. Si ese niño que llora por capricho o porque quiere algo, los padres lo ignorar completamente, el niño aprenderá que no consigue nada llorando, esto también se cumple en adultos cuando vemos que nuestros esfuerzos no dan resultados para alcanzar un objetivo, lo cambiamos por otra clase de esfuerzo que si nos lleven a conseguir nuestros objetivos.

Si me voy por la calle de regreso a mi casa y veo una panadería y me acuerdo de que no hay pan en la casa, ese estimulo de la tienda habrá servido como relación funcional que habrá dado origen a mi pensamiento y me diré en voz alta o voz baja  “no hay pan en casa”, y entrare a comprar el pan. La conducta verbal que uso “No hay pan” será discriminativo a su vez para evocar otros pensamientos relacionado con la cena, si hay azúcar o café, cuantas personas hay en casa entablándose el contexto en donde mi conducta verbal desarrolla relaciones funcionales siempre que compro pan para la cena.

Como verán conducta y pensamiento entendido este pensamientos en términos verbales “no hay pan”,  siempre son consecuencia de estímulos o conductas que a su vez están relacionadas con antecedentes y viceversa, cuando se establezcan relaciones funcionales en esta serie de conductas y queden establecidas como conductas cotidianas, diremos que hemos aprendido una conducta.

La sensibilidad al estrés en los niños con Trastorno Negativista Desafiante.

  La etiología del trastorno negativista desafiante, en adelante TND, son múltiples, por un lado, la herencia que según algunos estudios pod...