miércoles, 4 de mayo de 2011

EMOCION Y APRENDIZAJE



La emoción es importante para el aprendizaje, para los que no toman en cuenta a la emoción para el proceso de aprender, ignoran  la importancia que tiene la intervención emocional en  las distintas terapias sobre problemas de aprendizaje, el trabajo sobre la emoción dentro de la terapia para problemas de aprendizaje  es continua, está en todas y cada una de las  sesiones, y se  debe a que hay dos factores en que  la emoción interviene  en el proceso de enseñanza aprendizaje. Una de ellas es que, sabemos que con la emoción aprendemos directamente de la realidad, es decir aprendemos de la experiencia, por ejemplo cuando ocurre una perdida, sentimos tristeza, cuando ocurre algo  que nos agrada sentimos alegría, cuando sucede algo indigno sentimos ira, vergüenza o culpa, así, estamos aprendiendo,  estas circunstancia en que experimentamos estas emociones nos hacen repetir o no esas experiencias, si son agradables tendemos a repetirlas, si son desagradables es más probable que no la volvamos a repetir, es decir aprendemos. La otra forma de aprender  es por el sistema cognitivo, es decir por medio de la atención, concentración, memoria e inteligencia, este aprendizaje cognitivo está fuertemente influenciado por los órganos cerebrales de lo que actualmente los neuropsicologos  llaman el cerebro emocional, concluyendo así que la expresión emocional acompaña al aprendizaje cognitivo. En otras palabras nadie aprende matemáticas, historia o alguna otra materia por la emoción, pero si con  la emoción, incluso la emoción puede interferir de manera negativa ese aprendizaje anulándolo por completo, pero también de una manera positiva puede afianzarlo y  reforzarlo, debido a que el cerebro emite un neurotransmisor llamado serotonina que influye el estado de ánimo  e interfiere con la concentración y la memoria, así, si un niño está siendo maltratado cuando está aprendiendo, es mas seguro que no aprenderá de manera adecuada ya que su concentración y memoria estará influenciada por este neurotransmisor. De ahí la importancia en que le demos a nuestros hijos una atención y una disciplina positiva.


 ¿Qué es una atención positiva? Es una atención orientada a logros, elogiando sus esfuerzos, no sirve elogiarlos porque es más alto, más agraciado o más simpático, ya que eso elogios forma una autoestima frágil que se verá a prueba cuando se enfrente a un niño competitivo. Una atención positiva está orientada a exaltar sus cualidades intelectuales y de empatía, ponerles metas y expectativas, reforzándolo cada vez que esa conducta  inteligente y empática se muestre.


Una disciplina positiva es hacerle conocer los limites de conducta dentro de la familia y en el ámbito social, reforzar la conducta adecuada y socialmente aceptada  y observarle las conductas desadaptativa, mas aun cuando por consecuencias de esas conductas otros se vean perjudicados, así estaremos educando en valores, desarrollando la vergüenza ante sus acciones negativas y la culpa interpersonal ante las conductas que hagan daño a los demás. Orientemos a nuestros hijos en una emoción adecuada y  estable que acompañe estructuralmente al aprendizaje cognitivo, así consecuentemente, su pensamiento y emoción irán de manera armoniosa interactuando y siendo coherentes con lo que dicen y con lo hacen. Si así lo hacemos, daremos el primer paso para formar personas sin complejos, sin culpas intrapersonales (aquellas que llevan a la depresión) libres de mentes y productivas.

La sensibilidad al estrés en los niños con Trastorno Negativista Desafiante.

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