El polígrafo es un instrumento que marca
indicadores fisiológicos emocionales cuando la persona que está sometida a él
conteste sí o no ante una pregunta dentro del marco de una investigación para
saber la verdad.
Ya hemos explicado algunos conceptos y clases
de verdades en otro artículo de este blog por lo que no volveré a hacerlo, lo
importante es que el polígrafo no detecta la deshonestidad, ni la mentira ni la
falta de valores, solo marca indicadores fisiológicos que reflejan el estado emocional
de la persona preguntada.
Ahora bien, se basa en principios fisiológicos que
dicen que cuando una persona se emociona, hay ciertos indicadores comprobables,
objetivos y medibles de que esto ocurre por ejemplo a nivel glandular, vasos sanguíneos o muscular,
la respiración agitada, latidos fuertes del corazón, enrojecimiento,
ruborizacion y toda la gama de emociones que puede manifestar un ser humano en
un momento dado. Sin embargo, hasta donde sabemos casi todas las emociones se
expresan iguales fisiológicamente, es decir, las palpitaciones rápidas del
corazón se pueden sentir en una crisis de ansiedad y también después de haber corrido
cien metros a toda prisa o también cuando un expositor primerizo siente
nerviosismo al enfrentarse a su audiencia, en estos casos la taquicardia está
presente indistintamente de la circunstancias que lo genero, por eso las
preguntas del polígrafo deben ser puntuales a una situación y contingencias
especiales.
Ahora bien, las contingencias del castigo, la extinción
o aversión cuando se aplican durante largo
tiempo, provocan en la mayoría de los niños
y adultos respuestas emocionales incomodas o negativas – con sus indicadores fisiológicos-por
ende, si tenemos a una persona en el polígrafo
que ha sido expuesta durante largo tiempo a esas contingencias y si las
preguntas que se le hace están relacionadas o tienen un elemento en común con
hechos, circunstancias o contingencias de las cuales la persona ha sido
previamente expuesta o castigada, respuestas
emocionales incomodas o negativas saldrán en los marcadores del polígrafo.
El polígrafo aun es subjetivo, dejemos de
llamarlo detector de mentiras o de verdad, hay que esperar que la tecnología avance
y lo convierta en una herramienta tecnológica para leer indicadores emocionales
con mayor objetividad y certeza.