Hay
casos en los que la persona tiene arranques de ira, agresividad y conducta que
ha llegado a veces hasta el homicidio de su familia o de extraños en la calle y
hasta el suicidio, y esto sin motivación aparente o acaso el motivo o la
provocación ha sido de poca importancia o de poca intensidad, pero que han
ocasionado que la persona reaccione de manera muy violenta. Puede estar seguido
de olvidos, amnesia y cansancio extremo.
Estudios
confirman que la persona ha estado previamente sujeta a estrés o situaciones de
ansiedad o de hostilidad.
Este
comportamiento es conocido en los Andes de Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia
como "colerina".
En
cuadernos de medicina tradicional, el Dr. Hugo Delgado Súmar nos dice que la
colerina surge de la cólera, furia y de la impaciencia (Haucha), debido a
insultos, ofensas, humillación y abuso. Como forma de impotencia ante el
maltrato.
Estos
síndromes psicológicos también vienen acompañados de síntomas físicos como
náuseas, vómitos, amargor de boca, ictericia y fiebre. En Ayacucho se le llama
Colerina o Cólera. En Cajamarca se le conoce como cólera. En Huamanga se le
conoce como colerina y a menudo está asociado a encuentros violentos o
disgustos familiares y se siente como una “bola en el estómago”, sofocación y
en ocasiones pérdida de conocimiento.
En
Jauja, Huancayo, la colerina se ve más en mujeres y se manifiesta, aparte de
los síndromes psicológicos, como que el cuerpo está “deshecho”, fiebre y
vómitos.
Se cree
que cuando la cólera se guarda y no se expresa en su momento, se puede agravar
con el frío o el calor, además de cuando se come ají, sal o alcohol.
El Dr.
Delgado afirma que los Aymaras de Puno consideran que la colerina puede ser
causada por el frío o el calor, sin mediar otra causa previa.
El
CIE10 sugiere poner el diagnóstico en Otros trastornos de la personalidad y del
comportamiento del adulto.