Nada,
absolutamente nada le asegura que la forma en que Ud está educando a su hijo, le servirá para que él
tenga éxito en la vida, sea feliz, infeliz, tenga éxitos o fracasos, nada. Aquí
la palabra “asegura” cede su paso a la probabilidad, así que mejor tratemos de proyectarnos en las altas o bajas probabilidades
hacia el futuro. El resultado de nuestro aprendizaje tiene esta característica,
así fue en el pasado y lo es en el presente. Toda forma de enseñanza –aprendizaje,
lo que llamamos educación, el cual está basado en pocos marcos teórico, y toda teoría
o practica psicológica infantil que tiene muchos marcos teóricos comparten las
mismas seguridades de éxito, ósea nulas. Pero no se desanime, hablar de
probabilidades es una mejor opción, es más realista y más objetiva, no se
engañara ni se desanimara con los posibles resultados, más bien le servirá para
corregirse y construir una educación que tenga, eso sí, altas probabilidades de
éxito.
Cuando
decimos que en lo referente a la crianza de su hijo, piense en el futuro y no
en el pasado, hablamos en términos de probabilidades, y en este sentido
hablamos en lo que le servirá más adelante a él, en cuanto a resolver
problemas, en su actitud y aptitud para eso, y no en el recuerdo que tenga, en
el futuro, de sus castigos. Un adulto que sepa resolver problemas tendrá más
probabilidades de que las cosas le salgan como lo planea, un adulto que
recuerde los castigos al que ha sido expuesto cuando era niño, tendrá altas
probabilidades de ser castigador, abusador y tendera a la tristeza o depresión,
no por el supuesto “trauma” sufrido, sino por el condicionamiento y el
aprendizaje de ese tipo de consecuencias, y no tuvo oportunidad de aprender
conductas mejores y gozar de sus consecuencias.
En la
crianza de nuestros hijos nos ocupamos y nos preocupamos de sus faltas y mala
conducta., así ocurre en casa y en el colegio, pocos padres y profesores ponen énfasis
en conductas adaptativas y la refuerzan, ante cualquier conducta problema los
profesores derivan al alumno al psicólogo escolar y los padres castigan, sin ocuparse de enseñar
buenas conductas con instrucciones, modelos y refuerzos. Pensar en el futuro es enseñarle a resolver o
afrontar las consecuencias de sus actos, pensar en el pasado es castigarlos por
una inadecuada conducta.
Si su
hijo tiene algún problema con alguna consecuencia aversiva para él, que lo
afronte, pero se le debe enseñar la conducta adecuada para que lo haga y
reforzarla siempre, nadie hace lo que no sabe, y dejar a la suposición de que
el niño “debía” de saberlo es poco serio, por ejemplo, si Ud quiere que su hijo-
que ya está en edad de hacerlo - le
ayude a poner la ropa sucia de él en el cesto correspondiente, enséñele y explíquele
varias veces, si no lo hace, enséñele que eso trae consecuencias, la que será
que no tenga ropa que ponerse, dígale esto con respeto, con mucho interés, con
voz adecuada sin emociones y sin criticarlo –No con golpes ni gritos-, así, en
su momento, cuando necesite salir muéstrele que la consecuencia es que no saldrá
si no tiene ropa limpia o se la pondrá sucia. Si llega esa situación, explíquele las
consecuencias igualmente con respeto. Es más probable que en el futuro si se
repite estas condiciones, el niño aprenda a poner en su momento la ropa sucia
en el cesto, es más probable que lo haga, es más probable que se dé cuenta, es más
probable que aprenda. Maneje esas probabilidades, los seres humanos aprendemos
lentamente, incluso de nuestras propias experiencias.