La adolescencia es la etapa de la vida en que se pasa de niño a adulto, según la época, la sociedad y la familia en donde crezca, será un cambio traumático, eso dependerá fundamentalmente de la relación familiar que exista. Nuestra época aun con las restricciones medievales que puedan existir y el estrés sistemático a que están expuestos, en general los favorece. No era así en tiempos pasados. Eliade en su “Historia de las Creencias y de las ideas Religiosas” nos cuenta de una práctica de iniciación de los dayaks ngajus de Borneo del Sur, donde el paso de púber a hombre, comprendía que el grupo de adolescentes pasara gran tiempo en una cabaña de huéspedes en compañía de un anciano que le iniciaba en los derechos y obligaciones de los adultos, asi como en el entrenamiento de la caza de cabezas, luchas y entrenamiento de danzas y armas guerreras. Al final del proceso se afilaban sus dientes y se circuncidaban, coronándose como adultos en la participación de la caza de cabezas y presenciando su primer sacrificio humano. Los griegos no eran muy contemplativos, desde los siete años eran reclutados en el ejército y entrenados para la guerra. Foucault nos cuenta que los espartanos eran aun más duros. Jenofonte admiraba que se les acostumbrara al hambre y dándoseles solo una prenda para que aguanten el frio, además de acostumbrarlo al castigo físico. El mismo Aristóteles estaba de acuerdo que se les entrenara en pruebas de valor para descubrir a los asustadizos, si no morían hasta los veinticinco años regresaban a casa. Hedonistas al fin, los griegos a veces los usaba como placeres escondidos, siendo en algunos casos símbolo de estatus social. Los romanos, más guerreros que filósofos, reclutaban en el ejército a los muchachos desde los dieciséis años, el entrenamiento era fuerte, tanto que según Montanelli preferían ir a las conquistas que permanecer en el cuartel. En la Edad Media según Fossier, a pesar de su oscurantismo mejoro en algo su condición, no sé si la palabra “mejoro” es la acertada, pero si no moría de alguna enfermedad – muy común en esa época - su educación era influenciada por las ideas agustinianas, se le pegaba si se portaba mal y era un idea cristiana para no ser poseído por el demonio, el padre era el encargado de guiarlo en la autoridad y la madre lo cuidaba en su salud. Las épocas han cambiado, no mucho a mi gusto, pero ahora, como dije, tienen más consideración de una sociedad que a la vez le resta independencia.
A la mayoría de los padres les asusta la entrada a la independencia de sus hijos, miedo natural de padres que deciden todo de ellos hasta que le dicen ¡No! . En este sentido los padres deben de prepararse para los cambios, no físicos, sino cognitivos y conductuales, ya no serán unos niños, sino su pensamiento desarrollara hacia niveles abstractos, donde de un concepto podrán debatir y cuestionar lo ya establecido, las ordenes y la autoridad de los padres, es que empiezan a ser adultos, y hay que orientarlos con el ejemplo, la justicia y la coherencia. Reconocerlos en sus actos será una tarea constante, su historia de aprendizaje debe estar colmada de refuerzo sin invadirlos en su intimidad, y negociar con ellos las normas que regirán en sus relaciones. No Todos los adolescentes son rebeldes, no es una cuestión de hormonas, es una cuestión de buena educación con coherencia y ejemplo de modelos positivos. Buen clima familiar y hacer que el adolescente se sienta bien en casa, para que no fugue y se relacione con grupos como pandillas o bandas donde si encontrara el reforzamiento de sus pares que necesita. El tiempo y la relación positiva que tengamos con ellos es crucial para orientarlos y debatir sus ideas con respeto y asertivamente. No olvidemos que empiezan a ser adultos y a la mayoría de los adultos no le gusta que le den órdenes.