Una de las aportaciones del
positivismo a la ciencia, que tiene que ver con la medición y descripción de
los hechos o fenómenos de manera objetiva es la observación, es uno de los tres
métodos mencionados por Comte, los otros dos son la experimentación y la comparación,
es más, Comte al hacer sus cuatro leyes o normas del “Estado Positivo o real”
en la primera Ley subordina la imaginación a la observación. La observación es lo que le da base a la
ciencia en general, es el comienzo en el
procedimiento científico de donde parte la descripción y ordenación de los hechos y la medición de los
mismos para la predicción. El conductismo lo adopta como parte del
procedimiento de investigación y análisis, y es uno de los aportes de esta
escuela a la psicología que pretende ser objetiva y menos interpretativa. En
psicología la observación es considerada una técnica de evaluación, por tanto
tiene su propio procedimiento y valor clínico.
Observar empieza por nombrar y
describir el hecho tal y como se está dando en ese momento en relación con las
otras variables del ambiente, en qué momento se produce, la frecuencia, su
intensidad, su duración, etc. En este sentido requiere que la atención caiga y
se mantenga bajo el “poder” del estimulo observado. La observación también es
un instrumento válido debido a que sobrepasa la subjetividad del observador,
ordena el fenómeno observado dándole la orientación necesaria para el análisis,
de esta manera, cualquier persona que utilice la observación así diseñada
mediante cierta clase registro, debería describir el mismo fenómeno,
independientemente de la interpretación del fenómeno; por ejemplo medir cuantas
veces Luis se levanta de la mesa de estudio, es más objetivo que decir cuántas
veces Luis está inquieto, porque la inquietud puede entenderse de muchas
maneras, en cambio levantarse de la mesa es mas objetivo, aun así, si la
medición abarca este hecho, debería de describirse que es “levantarse de la
mesa”, si este levantarse es completamente ponerse de pie o incluso puede
significar hacer el intento de hacerlo, todo esto lo define la descripción de
la conducta meta y los registros de medición.
La observación puede ser
realizada por el mismo analista o puede ser encargada a otras personas previo
entrenamiento de lo que se quiere observar, pueden serlo los profesores, los
padres de familia, estudiantes mayores o los de ultimo año de estudios, sin
embargo no es necesario que las personas encargadas de la observación tengan
conocimiento de los procedimientos o lineamientos de la investigación o
análisis, es suficiente que sepan que conducta observar, la definición y el uso
de los sistemas de medición, como registros, listas, cuadros, gráficos etc.
Incluso la observación es una técnica que puede ser usada por el mismo cliente,
lo que sería la autobservacion, que
tiene los mismos fines, en este caso el mismo cliente puede monitorear su
conducta, ser entrenado en la forma de registrarla y puede servir como control
de estimulo y discriminación para la conducta meta. De hecho, la auto
observación sirve como una técnica de tratamiento en programas, terapias o
talleres de autocontrol. En la práctica clínica cuando se realiza los informes
psicológicos la observación debe figurar como instrumento de evaluación como la
entrevista y la historia clínica, debido a su gran validez de descripción de la
conducta para sacara a partir de ella el diagnostico adecuado.
Se dice que para observar, el
analista debe ser objetivo, esta objetividad es relativa si no existe un procedimiento
y sistema de recolección de información confiable y validas. El observador
acucioso y con experiencia es por lo general el analista que de entrada observa
la conducta del cliente o paciente cuando llega a consulta, la observación de
campo es más confiable y menos interpretativa, ya que se da en el mismo
ambiente en donde se realiza habitualmente la conducta, pero es necesario que
la persona observada no se dé cuenta que está siendo objeto de observación,
esto por lo general es difícil de realizarlo si es empleado en seres humano y
ambientes pequeños en donde la presencia del observador es un estimulo que
puede modificar en algo la frecuencia e intensidad de la conducta que se quiere
medir.
Ahora bien la observación no se
da así nomas, por qué no se trata de observar por hacerlo, sino que se observa
las conductas que nos interesa para el análisis de la conducta meta,
discriminando las conductas que no tienen nada que ver con las que figura en el registro a llenar.
En todo caso la observación es un instrumento válido, más que otros al menos, que
nos ayuda para el diagnostico en caso de evaluación, en el laboratorio en caso
de experimentación, o para medir la conducta a cambiar o disminuir en caso de
un análisis funcional.