Una de las habilidades con que
cuenta el psicólogo conductual es el pragmatismo, a veces los problemas son más
aparentes que reales y cuando se les dice a los padres, profesores o encargados
de la crianza de los niños, que cambiando alguna variante ambiental en donde el
niño se mueve, puede cambiar la conducta se quedan sorprendido de que “el
especialista que tienen al frente no sea muy técnico ni use palabras
complicadas” . Hay problemas de rendimiento que se deben a problemas de visión,
como por ejemplo los niños que están en el aula haciendo operaciones y hacen
bien los procedimientos pero fallan en los resultados debido a problemas en la
multiplicación –teniendo la tabla en clase pegadas a la pared- y es que………..…se
les olvida llevar sus lentes o simplemente tienen poca visión, la cosa es tan
recurrente que pareciera que tienen un problema de aprendizaje, intentar
resolver este problema cambiándolo de ubicación puede ser una alternativa
adecuada.
A veces los problemas de conducta
de algunos niños en el recreo se debe a la ausencia de la maestra en el patio
de juego, muchas conductas disruptivas en el patio o en el salón de clase disminuyen
si se pone a una auxiliar de conducta en el patio a la hora de recreo, o se
cambia de carpeta al alumno. Tuve en tratamiento a un niño de 9 años que fue traído
al consultorio por problemas de conducta
en el recreo, el niño aparentaba en realidad ser físicamente un “pequeño matón”,
serio, con el ceño fruncido y con tono de voz grave y parecía que él se daba
cuenta de eso, basto con decirle que su voz parecía que intimidara a sus
compañeros, para que el “entendiera”. Y es que su voz grave servía como
reforzamiento negativo a los demás niños que casi casi huían de él cuando se
acercaba al patio de juego, solo había tenido dos episodios de agresividad
durante todo el año, lo que me pareció una exageración llevarlo a terapia, sin
embargo acepte el tratamiento, basto con decirle que baje la voz cuando juegue
con sus compañeros para que la maestra le anotase en el cuaderno que había
jugado, de esta manera en casa era reforzado con horas de videojuegos., al cabo
de una sola semana el niño volvió a jugar con sus compañeros sin problemas,
y aunque su voz alta y grave aún se mantiene, sus amigos ya no se
sienten intimidados por él, el reforzamiento continuo –las anotaciones y los
premios en casa- mantuvieron el juego práctico cooperativo del niño.
Con los adolescentes poco
funciona el llamarle la atención delante de otros de su misma edad, es más
recomendable reprenderlos en privado y reforzarle en público. Cuando esto
ocurría la conducta rebelde del adolescente no pasaba a mayores. Es conocido
que entre adolescente se refuerzan el poner en “aprietos al profesor”, cuando
este cae en el juego la conducta puede mantenerse, lo recomendable es no
confrontarse con estos jóvenes y tener una conducta reconciliadora que sirva
como tiempo fuera a la confrontación y al refuerzo de sus compañeros. En otra
ocasión basto que los padres compraran todos los útiles al niño, para que este
le tome más interés a sus estudios. Otra solución práctica seria llevarlo al
oculista cuando los problemas de visión están interfiriendo con su aprendizaje,
la observación del niño en clase es primordial para poder identificar problemas de visión, por ejemplo
que se levante mucho hacia la pizarra, mirar con ojos casi cerrados hacia la
anotación de la maestra, en este caso los profesores son los primeros
detectores de lo que podría ser un problema y cual no, ponerlo en una ubicación
mas cerca podría ayudar hasta la visita al médico.
La atención es un estimulo
reforzador poderoso para algunos niños con conductas disruptivas, cuando se le
otorga atención positiva a las conductas adecuadas y se ignora las conductas problemas,
algunos niños responden bien a la aplicación de esta técnica. EL Otorgarle
responsabilidades también parece ser una práctica que da resultados y que inicia conductas
nuevas que el niño no presentaba antes,
con el debido reforzamiento atencional estas conductas pueden aumentar y el
niño dejara de ser “el flojo de la casa”. Estas prácticas parecen ser no
convencionales – y lo son – pero es bueno empezar a aplicarlas para resolver
pequeños inconvenientes con los manejadores de contingencias, si se han
aplicado y no hay resultados, puede merecer la realización de un programa
conductual con las consideraciones de tiempo e implementación que se han
referido en otros artículos.