El patrón general de
esta personalidad es el orden y la perfección, así que si Ud. ve a un
trabajador recto y moralista al extremo puede que este frente a un
anancastico o a un obsesivo compulsivo que es como también se le conoce. Siguen
las normas de manera rígida, sin contemplaciones ni dejar pasar nada al azar,
no son espontáneos, son inflexibles con los reglamentos. Estos trabajadores son
muy incisivos y quieren llegar hasta la perfección, no dejan lugar a la
creatividad y son muy pegados a la letra, cuando la situación en donde se
mueven, dejan la cotidianidad se muestran ansiosos y preocupados. Hacen juicios
muy críticos de las personas y situaciones, incluso de las normas, las que
cumplen sin decir nada y con dureza. Pocas veces perdonan y olvidan. Si son
jueces o jefes pueden llegar a ser verdaderos tiranos, aunque eficientes
trabajadores y productivos a costa de los demás, a nivel administrativos son
buenos, pero en las interrelaciones personales con sus subordinados, son vistos
como abusivos y muy “duros”. Su emoción es muy rígida, pocas veces se le
puede ver relajado, prefieren la seguridad de lo cotidiano, de lo siempre a la
inseguridad de lo imprevisto ante lo cual, les cuesta mucho organizarse de
nuevo.
Hay que
tener en cuenta que este comportamiento les lleva a tener mucha dificultad con
las demás personas que no son como él, a quienes puede mirar como
indisciplinados y hasta inmorales.
Pueden ser causante de grandes conflictos en el ambiente laboral. El trabajador con esta personalidad debe
evitar la ansiedad y para esto puede hacer conductas y tener pensamientos que
ayuden a calmar la ansiedad, por ejemplo, en conducta puede realizar
comprobaciones constantes de documentos o procedimientos antes de entrar a otro
nivel del protocolo demorando el cumplimiento de objetivos o tareas. En el
pensamiento puede ser rígido y hacer rituales como rezar y contar para calmar
la ansiedad, evitar lugares relacionados a su ansiedad, Puede tener problemas
de relaciones interpersonales, y comportarse de manera diferente con los
empleados o subordinados y con los jefes o directores, siendo más autoritario
con los subalternos y empleados y sumisos con los directores y jefes.
Son buenos
administradores y como en ocasiones son felicitados por cumplir con los
objetivos esto le refuerza más su trastorno. Pueden trabajar en oficinas y ser
administradores de personal, logística etc., pero tendrán problemas de relación
interpersonal y abusos si los empleados se quejan, cuando presentan conductas
obsesivas o mejor es dejarlos que lleguen a la comprobación de sus rituales para
calmar su ansiedad, evitar las discusiones con él sobre el cumplimiento de
normas y reglas laborales porque siempre querrán salirse con la suya, hay que
tener tino para observarle sus excesos ya que te verán como empleado
irresponsable. Es aconsejable marcar y poner límites al trabajo y tareas, que
las cosas y reglas sean claras para evitarle ansiedad y sus rituales. Como las personas con trastorno limite pueden
necesitar medicamentos lo cual facilitaría sus relaciones laborales,
proporcionarle los ambientes adecuados para tomarlos.