sábado, 20 de octubre de 2012

El romantico


Hagamos esta vez un ejercicio de abstracción y tratemos de describir, no definir, lo que es el amor romántico. O si prefiere, describir al romántico a secas, que no hay mejor cosa que el juego de seducción eterno, sin el ingrediente de la carne ni la materia, tan de moda en nuestros días.

El romanticismo se nutre del amor cortes del siglo XIII y del amor gentil del siglo XIV, eran épocas en donde el alma de los románticos cruzaba los arbustos que rodeaban los castillos pétreos y claros de luna llena – a lo Gustavo Adolfo Bécquer -  para salvar a la amada de su ventana, recitarle un poema o cantarle una canción bajito no mas, para que el hombre de la luciérnaga no le pida que guardaran la tranquilidad de la calle.

El romántico enamora solo por enamorar, el juego cortes de la seducción escapa muy a menudo a la elección de pareja, al romántico le da igual estar o no sin pareja, por que se inventa el amor etéreo, lo siente y pone los dados en la mesa, y es que no se puede contener, el romántico lo es en todo sentido y en todo momento. Cuando escucha una canción se imagina las escenas de amor, el desengaño de la letra adversiva, o el ensueño de un amor imposible, hace una proyección de su sentir en una realidad en donde solo existe él y el objeto que ama en sus sueños. No percibe la diferencia entre realidad y sueño, entre verdad y fantasía, por eso a veces es considerado un loco romántico, que es dicho sea de paso, la palabra que lo define bien.  Según se es, así se ama, decía Ortega y Gasset. Y es que la forma de amar, la idiosincrasia amorosa es otra cosa. Se puede amar sin ser romántico, y se puede ser romántico sin amar como el otro desea que lo amen.

El romántico imagina, sueña y confía en que así estará en relación con el otro a quien ama, si lo ama, porque el romántico no es selectivo ni monógamo, al menos cuando romancea. Es capaz de volver amar apenas acabe de volver de amar, y así hasta el infinito, su romance no muere., se renueva con cada canción que escucha, con cada pareja que ve caminando, con cada relato de amor que escucha. El romántico no ama al sexo, este es solo un asfalto en donde circula el vehículo que carga sus devaneos.

¿Qué puede parecer insulso? puede ser, y de eso se aprovecha los no románticos, pero al romántico no le importa, porque vive de aventuras, sus aventuras no son trascendentales ni existencialistas, el no siente ese amor sartreriano de lo imposible y que trata de dominar al prójimo, sus aventuras son mas vivenciales, goza con cada situación en donde pone a prueba su sentir simplemente. Tampoco  el romántico es un suicida del amor, su amor nunca muere, porque es un amor de goce no de sufrimiento ni de fin, si su amor llegara a su fin dejaría de ser romántico para volverse decepcionado.

Y es que el romántico, realmente nunca se enamora en exclusiva, su intuición lo lleva a cuidarse y ser plural, con la duda del que una empresa nueva inicia. Puede parecer mujeriego ante la mujer posesiva,  sin embargo siempre cae en la fantasía, su gracia esta en encantar, no en conquistar, aunque a menudo cambia de encanto por qué no sigue un rumbo dado. 

Cuando su oído percibe una canción su imaginación inicia una travesía infinita, de donde hay que sacarlo a veces a tirones, y parece que está perdido en una atención indefinida, ido hasta que la última nota acabe. Cuándo se le pregunta ¿dónde estaba? Muy seguido no contesta con la verdad, porque le falta procesar su caída y no reacciona que ha caído bajo el estimulo de sus ensueños.

¿Quién es más romántico, el hombre o la mujer? No lo sé, pero las más hermosas canciones que he escuchado, han sido creadas por hombres ¿esto nos dice algo? nuevamente no lo sé, parece ser que la mujer sufre más el romanticismo, el hombre lo expresa con música, porque es capaz de hacerlo, la bellas canciones románticas que sonaron en el pasado y suenan actualmente nos lo prueban.

El romántico cuando deja de amar, no odia, da gracias por la sensación vivida, porque cada una lo alimenta, puede perdonar pero no comete el mismo error al menos con la misma persona y esto se debe simplemente a su gran capacidad de mudar de piel conforme muda de pareja, sin compromiso ni culpa, porque se debe al romanticismo más que al amor, ya que este puede morir, pero su romanticismo no.

Decía que el romántico enamora solo por enamorar, sin ninguna fijación ni compromiso y es que el próximo nivel del amor ya no lo toca, no deja de ser romántico en el amor, pero prefiere huirle. Prefiere jugar a la seducción y al cortejo, la pareja de turno, sabe que el romántico está exagerando pero acepta jugar el juego, cae en el ensueño del halago, aunque sepa que al fin y al cabo, el ensueño se acaba para ella, pero no para el romántico que seguirá buscando y encontrando, buscando y encontrando, porque no sabe de distancia ni tiempo, no le importa, el tiempo es lo que le dará experiencia, y la distancia la excusa, solo la excusa para volver a amar. El romántico es pareja condicional cuando es amigo, y es amigo cuando es comprendido y compartido.

El romántico no es cursi, no cae en el ridículo de la palabrería del poema excesivamente vacio de sentir, el romántico tiene contenido, el cursi solo palabras, el romántico tiene la pluralidad de la palabra y la imagen, el cursi el reconocimiento de lo imposible..

 Puede ser difícil vivir con un romántico, si no se es a su vez, romántico.

¿Es Ud. romántico amable lector?

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