De nuevo, si la extinción es una técnica
que consiste en principio, no reforzar más la conducta que ha sido previamente
reforzada ¿Con quienes podríamos usarla sin problemas?. A ver la situación de
la extinción es como sigue: Si un niño pide una golosina insistentemente por
que aprendió que si reitera su pedido este se le dará, la extinción seria no dárselo
bajo ninguna circunstancias, así en igualdad de condiciones, cada vez que pida
golosinas no se le dará, tendera en un principio a aumentar el pedido pero
tendera también a dejar de pedirlo. Si un trabajador pide una cita con su jefe
para que le aumente el salario y este nunca se lo da, dejara de pedirlo. Si un
jugador de maquina tragamonedas está en una maquina que ha sido programada para
que no le de ninguna ficha, el jugador tendera irse o dejar de jugar en esa máquina,
se aplico la extinción.
Siendo una técnica utilizada para
disminuir conductas, es lo opuesto al reforzamiento, por lo tanto y en otras
palabras, si no está combinada con otras técnicas, resta oportunidad para que
la persona a quien se le aplique, aprenda nuevas conductas, también y como ya
se dijo resta estimulación por lo que podría aplicarse a niños y adultos muy
extrovertidos con buen autodominio y reflexivos por que percibirán claramente
que no serán atendidos. Su aplicación en niños hiperactivos por ejemplo llevara
un poco más de tiempo su efectividad por que estos tienden siempre a distraerse
fácilmente y buscaran por otros medios satisfacer su petición., no captaran muy fácil el mensaje de que no se le dará su petición.