Hacer un diagnóstico en cuanto a la actividad o práctica
sexual es complicado, mas aun si no es una actividad marcada y tipificada en la
Clasificación Internacional de Enfermedades, la adicción al sexo es una de
ellas. La CIE 10 la clasifica como Impulso sexual excesivo con el código F52.7
que incluye ninfomanía y satiriasis, para que después con una nota decir que no
hay criterios diagnósticos y que los investigadores recomiendan usar criterios
propios para diagnosticar esta conducta.
Por principio la sexualidad ni la religión forma parte de
los temas de interés para la investigación, no por que no sean importantes,
sino que el prejuicio social les resta interés y los derechos de las personas a
la privacidad le aumentan problemas para la investigación. Hay que tomar en
cuenta también que ni la conducta exagerada ya sea de índole sexual, política o
religiosa son trastornos mentales Cáceres (2005).
Si hablamos de adicción al sexo podemos entender que la
persona es dependiente de esta práctica, entonces podemos adecuar las
características a una adicción como la CIE 10 da a los trastornos adictivos y
estas características son
-
Un poderoso deseo de hacer la actividad sexual.
-
Un deterioro de la capacidad de la persona para el autocontrol de la
conducta sexual.
-
La persistencia de la conducta sexual a pesar de las consecuencias dañinas.
-
Asignación de prioridad a la conducta sexual frente a otras actividades u
obligaciones como trabajo y estudio.
-
Un aumento de la tolerancia en el tiempo de la actividad misma.
-
Un estado (o crisis la llamaría yo) de abstinencia cuando no se puede hacer
la actividad por restricción física.
La información
que se recabe del paciente en crucial para una conclusión diagnóstica. El tratamiento
debe ser psicológico y psiquiátrico en caso necesite medicación en una primera
fase.
Hay que
tener en cuenta que hay opiniones divididas en la recuperación del adicto
sexual, es decir, por una parte, hay consenso en que el adicto sexual al no ser
una enfermedad no se cura, sin embargo, la intervención o tratamiento debe
estar orientados también en enseñarle el autocontrol al paciente y disminuir así
las implicancias legales.