miércoles, 22 de abril de 2015

Enseñar a expresar emociones a los niños

Las emociones son consecuencias de ciertas situaciones de las cuales nuestra conducta ha formado parte de ellas, aprendemos a “reprimirlas” en ciertas ocasiones, léase no expresarlas, o en su defecto, a expresarlas  en situaciones en donde, si no hay reforzadores inmediatos, al menos no existen consecuencias adversas.
Las metáforas que se usan socialmente para explicar las conductas fuertes o su ausencia, como por ejemplo “exploto de ira” o  “se trago su rabia” definen las situaciones en donde la persona ha aprendido que en ciertas circunstancias adversas es mejor no hacerla para no salir lastimado. Es decir según su historia personal, la persona sabrá que expresar de alguna manera sus emociones es sujeto de castigo, por lo tanto, “lo pensara” antes de expresarla, aunque más que una razón cognitiva para explicar esa represión, lo es la cantidad de veces que esa persona ha sido castigada por expresar sus emociones.
Es un trabajo inútil del especialista en el ámbito clínico enseñar a los niños técnicas para expresar sus emociones, si las condiciones o contingencias ambientales en casa, escuela o sociedad son adversivas, castigadoras, punitivas.
Fomentar las expresiones de manera adecuada es mucho más que la enseñanza de técnicas para hacerla, es abrir un campo en donde las expresiones así realizadas son bien recibidas, aceptadas y respetadas. Fomentar en la familia la aceptación de que el niño también puede expresar opiniones, enojos, y ver que esas situaciones contemplan el respeto y la aceptación, y como no, la realización de las acciones con el fin de que se cumplan esas expresiones emocionales. El niño también tiene derecho a decir no, y ver que se respeta ese no, le reforzara para que más adelante aumente la probabilidad de que siga expresando de esa manera.
En un ámbito social en donde la expresión emocional se haga de manera inadecuada, “explotando de ira”  y esta sea reforzada, la expresión adecuada de emociones no tendrá mucho sentido para un niño, acabara por negar esas expresiones emocionales por miedo al ridículo o situación adversa.
Si Ud desea que su niño exprese sus emociones, opiniones o creencias, eso, no dependerá de que clase de  emociones, opiniones o creencias, de su contenido o de su significado, dependerá de la cantidad de castigo o premio que reciba por hacerlo. Por lo mismo haga lo siguiente:
1.     Fomente el libre ejercicio del pensamiento y emociones sin castigarlas con críticas, silencios o ausencias de atención.
2.    Premie cuando el niño se exprese de manera adecuada, si no lo hace corriga (ahí si entra la técnica) y refuerce lo corregido.
3.    Deje, en lo posible –siempre es posible ir de menos a más con los niños -que el niño escoja su ropa, colores, gustos etc. sin criticarlo ni direccionarlo.
4.    Modele las formas en que su hijo deba expresar las emociones, no pretenda que el niño aprenda hacerlo bien, si sus padres “explotan de ira”.






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