En nuestro país se dice que los valores están venido a menos, muy a menudo se ven casos en que las conductas que conllevan un principio de valor son escasas o simplemente no existen, e impera el antivalor y las modificaciones valorativas de las normas a nuestra conveniencia. No existe a la manera de Kant el imperativo categórico de hacerlo, en realidad el principio se basaba en el hecho de que “debo de comportarme con el mundo, como quisiera que el mundo se comportara conmigo; ósea el hecho de que una conducta con valor social y moral se aplique como un imperativo personal, hacerlo porque se puede y debe hacerse y no por conveniencia. Hacer hincapié en la observación de los antivalores seria redundar en el asunto, usted amable lector ya habrá tenido muchas experiencias que me ahorrara el trabajo de explicárselo.
El titulo me obliga a otra cosa. Muchos padres me preguntan “¿Qué debo hacer para que mi hijo tenga valores, si yo le doy buen ejemplo, y el no lo hace, solo imita lo negativo?”. Yo les digo que el asunto no es tan simple, inclusive en el aprendizaje vicario (imitación social de la conducta) si las contingencias no se establecen - es decir la relación funcional entre el estimulo y la conducta – no habrá éxito. Es cierto que los niños de entre 2 a 4 años de edad aprenden la conducta primero con el ejemplo, pero a esa conducta emitida se le debe acompañar con algún reforzador; después, desde los 4 hasta los 8 años de edad más o menos, el niño debe acompañar a su aprendizaje imitativo el desarrollo del lenguaje que le ayudara a entender el porqué se realiza tal o cual conducta, o porque no debe de realizarla, la psicología del desarrollo nos enseña que entre la evolución lingüística y la emisión de una conducta hay una relación muy estrecha de influencia mutua, esto es, que primeramente emitida la conducta, el niño elaborara una relación verbal que la dirija y a la vez la conducta emitida funcionara como una influencia autodireccionable que desarrollara mecanismos de control sobre su movimiento y su ambiente. Por ejemplo si queremos establecer la conducta de botar la basura en el tacho y no en el suelo, debemos de mostrarnos como ejemplo, en un primer momento el niño imitara la conducta de los padres, el niño no entenderá siquiera porque no se bota basura en la calle, solo imitara ponerlo en el basurero, en ese momento funciona el reforzamiento social como una felicitación o algo que le guste, luego a la edad de 4 o 5 años se le explicara en el colegio que hay que cuidar el medio ambiente, sobre el cambio climático etc., ayudando a seguir estableciendo la conducta de botar la basura en el tacho.
Acompañado de esta dinámica verbal - conductual, los padres y maestros deben de ser primariamente un modelo y luego una fuente de explicación sobre tal modelo, si hay explicación sin modelo no se establecerá la conducta deseada.
Debemos de preguntarnos antes de seguir con el tema ¿Que es un valor? en este sentido se ha escrito mucho, pero sin ánimo de polémica, debemos decir que los valores son cualidades o propiedades que tienen las personas, los animales y las cosas, es decir una cualidad que resalte y que para las personas o la sociedad sea importante, con un valor agregado por así decirlo, Por ejemplo un perro tiene la cualidad de ser fiel, ese es un valor de su especie, tal vez por eso es el animal preferido de la mayoría de seres humanos. Algunos valores son universales, como los morales o los sociales, aunque este último varia de sociedad en sociedad, no es mucha la diferencia entre cruzar la calle en el Centro de Lima y cruzarla en Washington, el color rojo del semáforo es un valor simbólico universal que nos obliga a respetar las normas de transito, otros valores son personales o individuales y están más relacionados a gustos y preferencias, por ejemplo la ropa que vestimos, el auto que usamos etc. Los valores son aprendidos como la mayoría de las conductas de la especie humana, y se comprueba con la conducta, aunque objetivar el valor de la Libertad sería polémico, se puede dar una definición conductual como por ejemplo el realizar la conducta sin sujetarse a reglas o sin estar condicionado a reforzadores y así por el estilo. Lo importante es describir la conducta que tiene un valor, si empezamos por ahí estamos en buen pie.
Shapiro (2002) en su libro Inteligencia Emocional para niños sugiere que si queremos establecer conductas con valor en nuestros niños, es importante que se los hagamos saber, es decir elevar las expectativas de realizar la conducta de valor, por ejemplo si queremos desarrollar la empatía y la conducta de colaboración y solidaridad, es necesario que le enseñemos y decirle que esperamos de ellos, esa conducta.
Las técnicas de modificación de conducta es una opción excelente para establecer conductas de valor en nuestros niños, el reforzamiento es poderoso para hacer que se repita la conducta con valor, la extinción y el castigo también para extinguirla. Aunque es recomendable utilizar más los reforzamiento que el castigo, este último debería usarse cuando otros métodos han fallado o alguien más aparte de sus hijos han salido perjudicados con sus actos.
Shapiro recomienda:
- Utilizar la vergüenza de sus hijos como corrección de sus malos actos
- Utilizar el castigo solo cuando estos no han experimentado vergüenza por algo que deberían de haberlo experimentarlo.
- No aceptar justificaciones de ningún tipo ante la conducta mal educada.
Finalmente les preguntare a los padres:
- ¿Es Ud. honrado?
- ¿Es Ud bien educado?
- ¿Es Ud. Solidario, se preocupa por los demás?
- ¿Respeta las normas de transito?
Hágase Ud. otras preguntas en el interior de su privacidad y responda con sinceridad. Depende de su respuesta para que esto mejore.