miércoles, 29 de enero de 2014

Tres palabras axiomáticas conducta, comunicación y personalidad


En ciencia y filosofía un axioma es una proposición que es tan evidente que no necesita demostración, en psicología también se aplica para ciertos conceptos o proposiciones, hablare de tres de ellos: conducta, comunicación y personalidad. Estos tres conceptos son axiomáticas porque de forma empírica se evidencia su presencia en en la realidad, existen y se aceptan por principio, por tal motivo,  y como añadidura, diremos que no tienen opuestos, es decir, no existe palabra o concepto que signifique lo contrario a esas palabras, como por ejemplo frio-caliente, arriba –abajo etc.;  el que incurra en ello utilizara un sofisma, es decir, racionalizara un argumento para demostrar un hecho que es falso.

Todo organismo biológico realiza una conducta siempre, no existe organismo que no haga una conducta, el más leves movimiento físico, verbal, incluso interno (como el pensamiento) está considerado conducta, sin embargo escuchamos y leemos a menudo que ciertas personas utilizan la palabra “inconducta” para referirse a conductas que trasgreden leyes, normas, convenciones o reglas, y quieren decir –eso me imagino yo – que aquella persona hizo una conducta contrario a lo que se esperaba socialmente de ella. Incluso se dice “inconducta funcional” en algunos casos. La conducta puede ser disfuncional, adaptativa, desadaptativa, incluso desde el punto de vista moral y ético, buena o mala, positiva o negativa, pero nunca, repito, nunca, puede existir como inconducta. Así como el término inmoral significa contrario  o trasgresión a  la moral, la inconducta significaría lo contrario  a la conducta, y por principio axiomático, vemos que no es posible sin caer en un sofisma.

El concepto comunicación tiene las mismas características axiomáticas que la conducta, no existe términos como incomunicación, descomunicacion o anticomunicacion.  Paul Watzlawick (1981) en sus cinco axiomas de la comunicación humana nos refiere que su primer axioma dice: “Es imposible no comunicarse”.  Entendida la comunicación como mensaje de información, todo organismo se está permanentemente comunicando, incluso cuando no habla o emite sonido, cuando está presente o cuando no lo está, un ejemplo nos puede ayudar a entenderlo mejor: Cuando una pareja discute y uno de ellos empieza la discusión gritando y criticando, y el otro miembro de la pareja no dice nada o simplemente se va, no es que “no se esté comunicando”, sino que con su silencio y su evasión o ausencia del contexto de la discusión está comunicando algo, puede ser muchas cosas, como por ejemplo : “no quiero discutir” “no estoy de humor” “esta vez gritaras sola” etc., las interpretaciones pueden ser muchas derivadas de esa comunicación. Puede haber poca o mucha comunicación, esta puede ser distorsionada, agresiva, sutil, análoga o digital, pero siempre habrá comunicación.

Y con la personalidad pasa lo mismo, no importando el enfoque con que se quiera definir la  personalidad, casi todos los enfoques concuerdan en que la personalidad es un comportamiento habitual, constante en el tiempo y situaciones, el término evidentemente se refiere a la personalidad humana. Se escucha a menudo decir: “esta persona no tiene personalidad” esto equivaldría a negar que precisamente esa persona tenga un comportamiento habitual aprendido o demostrado desde la infancia y caeríamos en un sofisma - porque esa persona sí tiene una historia previa de comportamiento habitual – al negarlo. Vuelvo a suponer que dicen “no tiene personalidad” para referirse a que “no tiene carácter” que es otro concepto. Puede haber una personalidad arrolladora o pusilánime, agradable o desagradable, fuerte o débil, pero los seres humanos siempre tendremos  personalidad.

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