En ciencia y filosofía un axioma
es una proposición que es tan evidente que no necesita demostración, en psicología también se
aplica para ciertos conceptos o proposiciones, hablare de tres de ellos:
conducta, comunicación y personalidad. Estos tres conceptos son axiomáticas
porque de forma empírica se evidencia su presencia en en la realidad, existen y
se aceptan por principio, por tal motivo, y como añadidura, diremos que no tienen
opuestos, es decir, no existe palabra o concepto que signifique lo contrario a
esas palabras, como por ejemplo frio-caliente, arriba –abajo etc.; el que incurra en ello utilizara un sofisma,
es decir, racionalizara un argumento para demostrar un hecho que es falso.
Todo organismo biológico realiza
una conducta siempre, no existe organismo que no haga una conducta, el más
leves movimiento físico, verbal, incluso interno (como el pensamiento) está
considerado conducta, sin embargo escuchamos y leemos a menudo que ciertas
personas utilizan la palabra “inconducta” para referirse a conductas que
trasgreden leyes, normas, convenciones o reglas, y quieren decir –eso me
imagino yo – que aquella persona hizo una conducta contrario a lo que se
esperaba socialmente de ella. Incluso se dice “inconducta funcional” en algunos
casos. La conducta puede ser disfuncional, adaptativa, desadaptativa, incluso
desde el punto de vista moral y ético, buena o mala, positiva o negativa, pero
nunca, repito, nunca, puede existir como inconducta. Así como el término
inmoral significa contrario o trasgresión
a la moral, la inconducta significaría lo
contrario a la conducta, y por principio
axiomático, vemos que no es posible sin caer en un sofisma.
El concepto comunicación tiene
las mismas características axiomáticas que la conducta, no existe términos como
incomunicación, descomunicacion o anticomunicacion. Paul Watzlawick
(1981) en sus cinco axiomas de la comunicación humana nos refiere que su primer
axioma dice: “Es imposible no comunicarse”. Entendida la comunicación como mensaje de información,
todo organismo se está permanentemente comunicando, incluso cuando no habla o
emite sonido, cuando está presente o cuando no lo está, un ejemplo nos puede
ayudar a entenderlo mejor: Cuando una pareja discute y uno de ellos empieza la discusión
gritando y criticando, y el otro miembro de la pareja no dice nada o
simplemente se va, no es que “no se esté comunicando”, sino que con su silencio
y su evasión o ausencia del contexto de la discusión está comunicando algo,
puede ser muchas cosas, como por ejemplo : “no quiero discutir” “no estoy de
humor” “esta vez gritaras sola” etc., las interpretaciones pueden ser muchas
derivadas de esa comunicación. Puede haber poca o mucha comunicación, esta
puede ser distorsionada, agresiva, sutil, análoga o digital, pero siempre habrá
comunicación.
Y con
la personalidad pasa lo mismo, no importando el enfoque con que se quiera definir
la personalidad, casi todos los enfoques
concuerdan en que la personalidad es un comportamiento habitual, constante en
el tiempo y situaciones, el término evidentemente se refiere a la personalidad
humana. Se escucha a menudo decir: “esta persona no tiene personalidad” esto equivaldría
a negar que precisamente esa persona tenga un comportamiento habitual aprendido
o demostrado desde la infancia y caeríamos en un sofisma - porque esa persona sí
tiene una historia previa de comportamiento habitual – al negarlo. Vuelvo a
suponer que dicen “no tiene personalidad” para referirse a que “no tiene carácter”
que es otro concepto. Puede haber una personalidad arrolladora o pusilánime,
agradable o desagradable, fuerte o débil, pero los seres humanos siempre
tendremos personalidad.