lunes, 30 de diciembre de 2013

Como definir una conducta problema para un programa conductual


En un artículo anterior explicamos algunas consideraciones que tenemos que tener en cuenta  para poder identificar una conducta problema como fuerte candidata  a someterla a un programa conductual. Aparte de las ya consideradas quiero referirme a observar la conducta problema desde una óptica más realista, es muy fácil confundir una conducta problema a los ojos de quien los ve, el padre con una disciplina tirana puede ver problemas de conducta donde no los hay, una voz con tono alto puede ser considerada un problema, el profesor que pone una valla muy alta a algunos de sus alumnos de quienes cree que puede dar más, son formas de ver un problema conductual de manera sesgada y nada objetiva. En la vida cotidiana de los  adultos,  el no alcanzar un conjunto de metas  al final del año, puede ser considerado un problema ahondando más su percepción de lo que es un esfuerzo truncado y permanente.  El joven que postula por tercera vez a la universidad y no logra el puntaje puede provocar en los padres la preocupación de que existe un problema, cuando en realidad basta estudiar un poco más para alcanzar el objetivo o cambiar las condiciones de estudio, talvez el programa a que se postula exige un puntaje muy alto, la universidad o colegio es muy exigente etc.

Los ojos de quien mira la posibilidad de un problema conductual en general, debe ser contrastado por alguien o varias personas más, la observación directa única no basta para definir la existencia de un problema si no está sometida a cierta metodología científica. Las veces y las circunstancias en que aparece el problema puede ser una forma de corrobar la existencia real del problema conductual o en todo caso nos puede ayudar a definir de una forma más confiable su existe en el niño un problema conductual. Sulzer-Azaroff-Mayer (1973) proponen las que a continuación comento:

1.- Varias peticiones de evaluación

Si el profesor de Juanito observa que lo marginan del grupo, por que el niño se relaciona con cierta agresividad, y el auxiliar también se acerca al psicólogo para comentarle que ha visto conductas agresiva en el niño, y si sumamos a esto la manifestación de los padres  de que ya no lo pueden controlar porque Juanito llora mucho y hace pataletas, además que ha bajado sus notas., puede ser una forma realista y variada de identificar un problema en el niño. Es decir, si hay varias  peticiones, solicitudes que observan una o varias conductas en un mismo niño que necesita ayuda, es más probable que el problema de conducta exista.

2.- La comparación del desarrollo del niño dentro del grupo

Aunque no es un tema muy gratificante de conversar con los padres, comparar al niño dentro de las competencias que corresponde a las del grupo de su edad, resulta una manera adecuada de ver si existe un problema de conducta entendida como rendimiento. Para esto es útil las pruebas estandarizadas como test y cuestionarios, dentro de las peticiones de evaluación psicológica completa,  estos test nos arrojan resultados de prueba que obtienen el niño y puede ser comparado dentro de su grupo de desarrollo, si esta performance dentro del test por debajo del rendimiento del grupo de edad, sería una buena idea       comunicar a los padres que el niño necesita  potenciar sus habilidades que por alguna razón no esté desarrollando como debería hacerlo de acuerdo a su edad. Su  Manuelito no puede leer una frase larga o serie de frases de forma seguida con buena pronunciación, va arrojar por debajo de la media en las pruebas de lectura, esto nos dará una idea de que existe una deficiencia que debe ser resuelta. Ahora bien toda información que los analistas reciban de las personas, que rodean al niño, ya sean estas, padres o maestros, es aceptable y buena para el análisis, como clínicos –independientemente de la orientación o escuela psicológica que se tome como enfoque – no debemos minimizar cualquier información de cualquier fuente que ayude al análisis y al diagnóstico.

3.- Si María ha tenido una performance buena  desde el primer grado, ha sido responsable, preocupada en hacer sus tareas y desde un tiempo a esta parte ha cambiado su “manera de ser” ya no hace sus tareas, trae notas bajas, o evidencia conducta de rebeldía con los padres, si esta conducta se mantiene, y es sorprendente para los padres y maestros y no parece haber una explicación, parece ser una forma lógica y realista pensar que podría existir un problema.    Las conductas no cambian sin razón, y esas razones por lo general están por fuera de las personas, en el ambiente o su relación con ella, es trabajo del analista de conducta identificar y hacer el programa conductual mas idóneo para resolver el problema.

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