domingo, 11 de noviembre de 2012

De la filogenia a la ontogenia de la conducta en el enfoque skineriano.


Cuando trato de explicar la conducta de un individuo que tiene ciertas características parecidas a algunos de sus padres o familiares, siempre me veo invadido por preguntas que me hacen tales como ¿lo habrá heredado de sus padres? ¿Será esta la causa de porque mi hijo es así? La violencia, la impulsividad, la ansiedad hasta la forma de caminar es explicada por algunos como causa hereditaria de la conducta. En esta complicada serie de términos de herencia o innatismo se llega a mucha confusión, no seguiré sin antes decir que los estudiosos de estos temas son responsable en parte de estas confusiones, por los difíciles términos y complicados conceptos científicos a que someten diariamente a la gente que no tiene que entender esto porque están implicadas en vivir su propia vida, llegara el día que el conocimiento sea más simple, pero a la vez verídico y comprobable. Aun así, teniendo en cuenta que las explicaciones de la  conducta se dividen en dos grandes enfoques;  el primero, explicar la conducta por causas internas o mentales y la otra, por sus relaciones con contingencias ambientales, de estos dos enfoques, es mejor la segunda que la primera aunque la confusión sea una consecuencia de ello, creo que bien vale la pena que sea así, de dos males escogemos el menos grave aunque lleve a confusión. Lo que quiero decir es que  aunque la mayoría de las personas se confundan con algunos términos, es mejor explicar la conducta desde la perspectiva ambiental que desde la visión interna y mentalista.

Tratare de explicar de manera simple estos dos términos – filogenia y ontogenia  - y su relación con la conducta. Como sabrá mi estimado lector la filogenia es el estudio del desarrollo evolutivo entre especies u organismos que se dio en la naturaleza, puede decirse que es la historia del desarrollo desde etapas evolutivas del homo sapiens y sirvieron para la supervivencia de nuestra especie humana en un mundo por lo general hostil y agresivo. La agresividad por ejemplo es un producto de la historia evolutiva de nuestra especie; el hombre tuvo que ser agresivo para poder sobrevivir a la selección natural;  y la ontogenia es el estudio del desarrollo histórico de un individuo, incluso desde la formación del embrión.  Para B.F. Skinner, ambas están dentro de lo que llamaba contingencias de supervivencia (filogenética) y contingencias de refuerzo (ontogenetica) explicando así la  influencia en la emisión de una conducta desde la especie y desde la historia individual de un individuo.

Por ejemplo: la agresividad del ser humano es producto de la herencia de la especie, (filogenia) hecho que por lo general se acepta,  pero la posibilidad de cada persona de ser susceptible a la adquisición y ejercicio de la agresividad desde nuestra formación como embriones humanos puede variar de tener una posibilidad muy alta a una muy baja y dependerá de las consecuencias del refuerzo a que ha sido expuesta.

La herencia está presente en cada conducta, pero sus contingencias, es decir, las consecuencias que pueden manejarlas y que también son ambientales también están presentes en la conducta. Por eso resultaría muy reduccionista explicar toda conducta desde los genes, la conducta no es heredada por sí misma, es decir una persona no hereda la conducta de tener miedo a los animales, no hereda la conducta de correr o la conducta de temblar cuando ve a un perro, lo que hereda es  la susceptibilidad  al miedo, que sea a un perro o a otra cosa puede variar, también, que esa susceptibilidad se desarrolle o no, dependerá de las experiencias en su historia de aprendizaje. (Ontogenia).

Lo que concierne a la filogenética es difícil de confirmar en un tratamiento conductual, debido a que esas evolucionen transcurren en miles de años y no se puede ver,  lo que corresponde a la ontogenetica si es  fácil de confirmar ¿Cómo? Manipulando las variables del ambiente para que la conducta cambie.

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