Uno de los temas más investigados en psicología y psiquiatría es el examen mental, llamado también examen psicopatológico, que está referido a como las funciones mentales como lo afectivo y cognitivo se relacionan con la realidad, con su mundo circundante, y con los estímulos con los que interactúan. Es cierto que la actividad mental no se puede ver, pero se puede sacar una inferencia sobre tal actividad, al hacer el análisis cómo el cliente reacciona hacia el examen y el clínico que evalúa, mas allá de la descripción fenomenológica de describir lo que nos relata el cliente. En lo afectivo debemos ver la emoción y el afecto, aunque las emociones por si solas no son ni normales ni anormales, su forma de expresarlas, su intensidad y su duración si puede serlo, por ejemplo se considera normal que una emoción concluya en un tiempo pertinente, si dura más de lo normal, o si su expresión se hace impredecible, puede tratarse de un desorden, tristeza, alegría, angustia y miedo pueden ser los extremos de una línea recta que puede cruzarse con el consiguiente malestar y peligro para la persona. La labilidad emocional que es un cambio de emoción a otra en tiempos muy cortos, o la inestabilidad emocional que vendría a ser la expresión rápida y exagerada hacia el estimulo que lo causa y que demuestra poca tolerancia a la frustración, puede ser signo de un desorden de la emoción. En la esfera cognoscitiva debemos analizar la conciencia, la atención, la vigilia y concentración que nos demuestra el funcionamiento del nivel cortical; la percepción, la memoria, lenguaje y pensamiento, sus diferentes desordenes y trastornos, nos dará con claridad la forma que el cliente se relaciona con el ambiente en que se mueve. A veces, con solo la experiencia clínica se puede hacer un examen mental rápido, pero si se desea un examen más minucioso puede ser útil la utilización de diferentes test para el caso específico. Los médicos y psiquiatras muy a menudo derivan pacientes al psicólogo para que se les realice el examen mental mediante test que miden lo que en cada caso se solicita. Expliquemos algunos tópicos que el examen mental toca:
- La conciencia, referida al darse cuenta y al estar consciente de si mismo, es digamos el punto de partida de todo el examen. Sus trastornos son la hipervigilancia y la somnolencia, la expansión de la consciencia ósea la sensación de trascendencia que se da en pensamientos mesiánicos, el anublamiento de la conciencia que se refiere a una disminución de reacción a los estímulos, su extremo seria el coma, o el estupor.
- La percepción, se refiere a como la integridad de sus sentidos recibe y siente los estímulos del ambiente, sus desordenes son la ilusión, que vendría a ser la deformación del estimulo percibido. La distorsión de la imagen personal, la despersonalización y la desrealizaciòn que son estados en donde la persona cree percibir una separación del esquema corporal y separación de sus emociones sintiéndose extraños y raros con lo que sienten y creen ser. El deja vù por ejemplo es una desorden de la percepción que implica sentir que ya se vio en el pasado, lo que se ve por primera vez en el futuro. Las distorsiones visuales y las alucinaciones completan el fascinante mundo de los desordenes de la percepción.
- Pensamiento; Se puede concluir el estado del pensamiento por medio de la verbalización y lo escrito por el cliente. Desde sus diferentes niveles, concreto, funcional y abstracto según el grado de desarrollo escolar hasta las distorsiones de forma, curso y contenido nos dirá como el cliente procesa las ideas. Sus desordenes serán, el bloqueo del pensamiento, el mutismo donde la comunicación es mínima o simplemente no existe. La fuga de ideas que se ve en los maniacos y consisten en un embrollo acelerado de ideas que sufren un vendaval de términos y conceptos que no siguen un curso lógico para entenderlo. Pobreza de ideas, pensamiento prolijo con excesivos detalles que mezcla lo sustantivo y lo simple, que aunque con estructura lógica escasea la eficiencia.
En lo concerniente al contenido del pensamiento su análisis también es fascinante, desde pensamientos que contienen ideas obsesivas, fobias, quejas y delusiones que es un desorden del juicio infundado que el cliente los cree correcto, pero que en realidad son conclusiones que han sido originadas de presupuestos falsos.
Aunque ningún síntoma antes explicado es patognomónico de alguna entidad psicopatológica, es decir, no pertenece en exclusiva a un desorden, sino se presenta en algunos y varios de ellos, el clínico con experiencia sabrá hacer el diagnostico diferencial prontamente, tomando en cuenta la forma de expresión, la duración y el tiempo de presentación del síntoma.