Para Goleman un líder con empatía
es considerado con los sentimientos de los empleados a la hora de tomar
decisiones, esto le permitirá buscar soluciones junto con ellos y no a pesar de
ellos. La empatía es fácil de reconocer en el líder y en los empleados, no es
la empatía clásica que nos dice que hay que ponerse en el zapato del otro y
compartir sus emociones, no, no se trata de eso, se trata en realidad que
cuando un líder de empresa o de grupo tiene que tomar una decisión que
perjudica a los trabajadores, estas decisiones deben ser comunicadas comprendiendo
el impacto emocional que podría causar en las personas.
Hay muchas situaciones en las que
se podría ejercitar la empatía, por ejemplo: Fusión de empresas, reducción de
puestos de trabajo, casos de emergencia, reducción de personal etc.
El líder que es empático con las
emociones de los demás puede traer como consecuencias que el equipo se integre
tome confianza y se comprometa más con los objetivos de la empresa. En un
equipo de más de tres personas las emociones pueden jugarnos una mala pasada, y
es el líder empático quien tendrá que poner las cosas en armonía, llevar la
calma y conciliar emociones varias sin perder el control, puede también
fortalecer el equipo con gente valiosa y hacer que trabajadores talentosos
sigan integrados el equipo de trabajo.