viernes, 31 de agosto de 2012

SEXO EN PAREJA


¿Qué porcentaje le da Ud. y su pareja al sexo en su relación? Si los dos coinciden en el porcentaje entonces están bien, si no han coincidido talvez haya un problema que resolver. Hay un hecho que he comprobado en la práctica clínica, que muchas mujeres casadas y con hijos no han conocido un orgasmo. Si tuviera que poner un porcentaje diría que el 70% de mujeres que han ido a consulta por problema de pareja no han conocido un orgasmo. Simplemente no saben que es, esto es increíble, ya que estamos hablando de parejas con diez, cinco, siete años de casado y con hijos, encima de esto no ven posibilidades de resolver ese problema al corto plazo, las razones son varias, algunas que descubrí en las entrevistas que realice, las presento sin orden de importancia.

-      Mi esposo esta siempre cansado.

-      No me llama la atención.

-      Lo hace siempre apurado y no llevo el ritmo.

-      De un tiempo a esta parte me da asco el sexo

-      No lo sé hacer bien según mi marido

-      No me interesa.

-      Desde pequeña no me ha gustado

-      No lo se

-      El sexo no es importante.

Esto no sería problema si estas parejas no llegaran a consulta por problemas matrimoniales, que dicho sea de paso les parece muy normal.

No digo que el sexo o la falta de sexo sea la razón  principal -aunque podría serlo- pero muchas diferencias se acentúan y comienzan cuando la pareja no se comprenden sexualmente, no se aceptan en este sentido, y uno no se preocupa si la otra está viviendo una sexualidad plena.

Para muchos hombres es difícil aceptar que su mujer ha aprendido con la practica una vida sexual plena, de inmediato le vienen  los celos “quien le habrá enseñado”. Socialmente las mujeres siempre ha tenido el estigma de ser menos sexuales y más racionales. Desde que el estudio Kinsey, hizo su investigación sobre sexualidad en mujeres norteamericana de los años 50, el mito de que las mujeres no viven su sexualidad plena, se ha derrumbado poco a poco. El informe Kinsey sobre el comportamiento sexual de la mujer revelo que la mayoría de ellos, mostraban una intimidad sexual considerada incluso inmorales para la época, como masturbación y fantasías sexuales, que escondían del conocimiento de sus esposos.

Cuando veíamos las series norteamericanas de los años 50 y 60, mostraban una mujer norteamericana recatada, falda larga más abajo de las rodillas. Fieles amantes de sus esposos, dedicadas a las labores domesticas y al cuidado de los hijos, cuando el marido salía a trabajar la realidad era otra, esas mujeres vivían su sexualidad en la clandestinidad, porque no estaba permitido expresiones  sexuales libres a la mujer. Simón de Beauvoir decía al respecto “lo trágico no es que los hombres estén con el argumento de que son superiores a la mujeres, lo trágico es que las mujeres se lo han creido”

 

Socialmente las mujeres hasta la primera mitad del siglo XX, han sido criadas para ser esposa y madre, nada más. Reprimidas desde la niñez para hablar de sexo y sus órganos reproductores, le han obligado mediante la educación – y en esto cito a Sartre cuando dice que cualquier forma de educación, desde la dictadura, hasta la flexible sirve para someter a las personas –a creerse ellas mismas que la sexualidad es cosa de hombres y que la “mujer no estila ser tan sexual como el hombre”, tanto le han repetido eso a las niñas que lamentablemente se las creyeron, ocasionando una animadversión al sexo, con el peligro de desarrollar problemas con su pareja cuando ya están adultos. Otra nefasta consecuencia de esto es  confundir amor con sexualidad, y las mujeres lo confunden muy a menudo, diría que están educadas para confundirlo, “La belleza que atrae rara vez es la belleza que enamora” decía Ortega y Gasset.

Los hombres tenemos  gran parte de culpa en la represión sexual de las mujeres, decirle a una mujer en el momento que se muestra como amante “de donde aprendiste esto” es como un balde de agua fría que hiela la espontaneidad femenina. Y es que siendo como somos los hombres un órgano sexual, las mujeres son en su esencia, todo un organismo, en esto nos llevan ventaja ¡ y qué ventaja ¡ . Ya sabemos que a las mujeres de la  Edad Media se le obligaba a usar el pelo amarrado o corto para no mostrarse sexuales y deseadas, y cualquier demostración de sexualidad desenfrenada era catalogada como poseída por el demonio.

El sexo de la pareja debe ser permitido por ambas libremente, en este sentido-si es libremente-todo está permitido mas allá de la moral social e individual, la intimidad de la pareja debe ser compartida y aceptada por las dos partes, sin obligaciones, incluso lo que puede verse desde la lejanía individual como inmoral y pervertido, si es compartido y aceptado por ambos, queda en plano de la pareja, de su atracción y sus ganas de satisfacerse.

Los hombres debemos  dejar de lado, el miedo que da una mujer que toma la iniciativa sexual y hacer esfuerzos por estar a su altura, o de algo tememos.

 

 

 

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