El tiempo fuera es una técnica del
condicionamiento operante que nos sirve para disminuir conductas problemáticas,
muchos clientes al ver algunos de los procedimientos de esta técnica se
muestran reticentes de su efectividad o de su aplicación, comprendo su reservas
al respecto, pero cuando se aplica de manera adecuada, los clientes ven su
efectividad y se quedan satisfechos de los resultados.
Y es que el tiempo fuera se usa
para conductas realmente problemáticas que realiza el niño, los niños que
emiten conductas problemas e indeseadas, causan tan malestar en otras personas
o niños que lo hacen hasta repelentes en el trato, causan ansiedad en las personas
que lo cuidan y los que lo rodean, estos niños se quedan con el cliché de niños
problema, agresivos e intratables, son expulsados de la escuela, continuamente
castigados en casa y tiene pocos amigos. Un ejemplo de conducta problema es
aquel niño que agrede a sus compañeros en clase, a su madre o sus cuidadores. ¡En
fin! Toda agresión física o verbal van a convertir a quien la emite en un niño violador
de los derechos de los demás, un abusivo, incontrolable, dictador y caprichoso.
Si alguien me asegura que todos esos clichés que se le da al niño no le hacen tal
daño psicológico, que no justifican la aplicación
a veces severa del tiempo fuera, le daré la razón
El conseguir lo que se quiere empleando
la violencia física o verbal no es aceptada en ninguna sociedad civilizada, ninguna
escuela lo acepta de sus alumnos, los padres no permiten que ningún niño maltrate
o agreda físicamente a su hijo, “aunque ese niño agresor tenga problemas psicológicos”,
simplemente es una conducta que a veces por su frecuencia e intensidad,
necesita una acción correctiva también frecuente aunque no necesariamente intensa,
aunque si inflexible, y aquí entra a tallar esta técnica que aunque pueda tener
características de un castigo, técnicamente no lo es.
No niego el hecho de que “hablándole”
a un niño de cuatro o cinco años, que no agreda físicamente a sus amigos o
papas “porque está mal y eso no se hace” este – el niño - pueda tener un esbozo
de comprensión, de lo que se dice, pero tendrá solo eso, un esbozo que no podrá
comprender más allá del momento, porque el nivel de desarrollo de sus procesos
cognitivos no le permiten avanzar en la comprensión que si podría tener un niño
de 12 o 15 años. Por eso mismo, los niños agresores pegan y vuelven a pegar,
aunque después lo obliguen a pedir disculpa, es más probable que lo vuelva
hacer debido a que sus mecanismos de control aun no están en el nivel
requerido. El cambio de conducta mediante la explicación muy a menudo no da resultados en niños
pequeños. En todo caso podrían pasarse meses y meses sin ver resultados.
Sin embargo el tiempo fuera si
puede tener resultados mas rápidos, por las consecuencias que le sigue a la
conducta de agredir, lo que se comprueba con las hojas de registro que deberán tener
una tendencia a la baja.
El tiempo fuera consiste en una técnica
en la cual al niño que agrede por ejemplo, se le retira del ambiente reforzador
a esa conducta y se le lleva a un ambiente donde no existan estímulos reforzadores. Sin embargo esta clase de
ambiente no existe en la mayoría de los hogares ni en la escuela. Ante este
panorama se podría recomendar algunas modalidades de tiempo fuera,
diferentes a la de introducirlo en un
ambiente aburrido y son:
Sacarlo del salón de clase y
sentarlo en una silla lejos de los niños.
Que sentado en su carpeta, baje
la cabeza y mantenga la mirada al suelo.
Lamentablemente la expulsión del
colegio no es un tiempo fuera, es una lección a
los padres, incluso la expulsión del
colegio puede interferir con la aplicación de las técnicas en el salón de clase
por que pierde continuidad y deja espacios abiertos a que el niño se vuelva a
condicionar con otros estímulos, haciendo más difícil la extinción de las
conductas problemas.
- Entre
las ventajas de esta técnica tenemos:
- Que es
una forma rápida de reducir la conducta problema.
- Elimina
los reforzadores que mantienen la conducta problema.
Entre las desventajas tenemos:
- Que
siendo una técnica eminentemente negativa no puede aplicarse por mucho tiempo.
- Puede llamar la atención de la gente y
percibirlo como un castigo con las críticas respectivas a la técnica y calidad
moral de los aplicadores de la técnica.
Pero no es la intención de
la técnica ir en contra de las normas sociales y el respeto a los niños. Muy
por el contrario, cuando se recomienda la aplicación del tiempo fuera, se hace hincapié
muy a menudo que el ambiente en donde se pondrá el niño debe estar bien
iluminado, con adecuada ventilación y sin ningún estimulo que lo distraiga o
con el que pueda hacerse daño
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