Creo, a riesgo de ser criticado
por los pensadores, que estamos viviendo una época en la que lamentablemente todo
se nos ha dado, desde el conocimiento
acumulado de toda la historia de la humanidad, hasta las formas más palpable de
la tragedia humana, escribir esto en una página como esta, me arriesga a ser
vapuleado como el más insolente de los incultos, pero como carecemos –creo yo –
del dogmatismo de los religiosos - espero
que sus criticas sean benévolas, aunque antes de eso preferiría que sea
sustentadas.
Hace tiempo, leí una anécdota escrita
por A. Popper en la que expresaba su desilusión por haber descubierto que sus
pensamientos sobre la verdad científica había sido escrita en parte hace 2,500
años atrás por Jenofonte, la desilusión partía del hecho de que Popper creía que
sus pensamientos sobre el tema eran originales, hecho que a expresión del
propio autor lo habían convertido en un simple mortal con los pies en la tierra
y más propenso a la reflexión y cuidado con lo que escribía y su concepto de originalidad.
En mi caso, y salvando las
distancias con Popper y su epistemología, en mi adolescencia llegue a
desarrollar una teoría interesante sobre la muerte y su significado existencial
a saber: que no tiene sentido, que no
existe nada mas allá de la muerte, que todo acaba con el último suspiro, fin
finito, la nada absoluta, ya a los 30 leí a Sartre, caí en la misma desilusión
de Popper, el francés ya había escrito antes lo que yo mismo había pensado, y creía
que me pertenecía como creencia original y creativa. Desde entonces aprendí a
diferenciar entre pensamiento creativo, originalidad y genialidad. No es este
el lugar para desarrollar estos conceptos, valga saber nada más que, cuando escribí
líneas arriba de que todo el conocimiento se nos ha dado, no pretendí ser
absoluto, pero creo firmemente que pensamientos libres originales casi no
existe, y que aunque aún faltan muchos descubrimientos que hacer en la historia
futura de la humanidad, eso vendrá de una mente genial, no libre, porque he
concluido particularmente que la libertad y sus conceptos derivados no existen
y es un principio natural y universal que incluye las cosas de la mente. Se puede
ser contestatario, reformador, transformador, revolucionario, rebelde con o
sin causa- a lo James Dean, pero eso no dará
nuevos conocimientos, solo los ordenara o transformara, que a diferencia del genio
–este si no existe aun el último fue Einstein – la transformación es solo causa
de los cambios completos, no solo de conceptos si no de medidas de la física y
del cambio de conocimiento científico completo que da un nuevo orden, no
derivado del anterior, si no diferente que cambia todo, absolutamente todo. No
olvidemos que las ideas de Einstein cambiaron todo los conceptos de la física del siglo XX.
Así que libres pensadores,
revisen sus ideas y sigan pensando, que
es un ejercicio sano y divertido, y a riesgo de caer pesado –nuevamente salvando
las distancias ahí si siderales – como Platón a los griegos, cuando criticaba
la poesía Homérica por trágica y caduca, los invito a visar y revisar nuestras
ideas.