jueves, 26 de septiembre de 2013

Como nos ayuda el lenguaje para establecer conductas voluntarias


Uno de los grandes temas en psicología se refiere al conocimiento de la conducta voluntaria.  La idea de la existencia de un espíritu que alberga dentro de nosotros y que tiene gran injerencia en los actos voluntarios  es equiparable a la idea de la voluntad, intención o deseos, que por sentido común, están dentro de nosotros, como origen o causa fundamental de una conducta. Así diremos cuando alguien se niega hacer algo “no quiere hacerlo” “no desea hacerlo” o no tiene intención. Esta idea recubre con el halo de veracidad la afirmación de que si alguien levanta el brazo es porque quiere hacerlo. Así, querer y conducta se cae en un abismo descriptivo sin explicación de las causas reales de tal acción, la voluntad, como causa fundamental de la conducta humana puede llevarnos a la dimensión desconocida de la investigación de lo imposible. Es importante aclarar que los conceptos del lenguaje se pueden usar en la comunicación del sentido común, pero no es lo adecuado en la investigación científica, en todo caso se debe aclarar y darle un significado y no quedarse en lo abstracto como concepto totalitario porque lo abstracto puede ser definido de muchas maneras, y de hecho lo es, un ejemplo son conceptos como justicia, libertad, voluntad, que si se dicen en sentido común y en conversaciones coloquiales puede entenderse, pero si se trata de definirlo es otra cosa, puede ser definido y entenderse de muchas maneras, tantas como personas entren en el tema. Es sabido también que en ciertas regiones del ártico o zonas frías la palabra blanco define ciertos estados del hielo, los esquimales tienen cerca de quince tipos de blanco, mientras que los caribeños o americanos tenemos dos o tres, y usamos por lo general uno, esto me hace acordar de la influencia del lenguaje incluso para el desarrollo perceptivo (Whorf 1958) pero ese es otro tema que podría retomar en otro artículo.

Pero volvamos al tema de la voluntad y la conducta voluntaria, porque la involuntaria no nos interesa mucho como la primera, la neuropsicología ha establecido ya los componentes neurológicos y  fisiológicos que involucran la conducta involuntaria, como por ejemplo el sistema arousal, los potenciales evocados en la atención involuntaria que se activan con estímulos inesperados de acuerdo a la intensidad y duración,  es cierto que la mayoría de las investigaciones neuropsicologías han sido con personas que han sufrido lesiones cerebrales, pero aun así, estos hallazgos han permitido comparar la performance de personas sanas y lesionados. La crítica no desvalida la ciencia, el conductismo sabe muy bien de críticas a su enfoque –que sus investigaciones solo sirven con animales- que no son aplicables a los seres humanos- hasta le han dicho que no son humanistas y demás mentiras.

La voluntad como causa de la conducta, es descriptiva, se queda en el limbo de la ciencia y no nos dice gran cosa. El espíritu, como componente psíquico que nos mueve esta en el mismo nivel, el famoso psicólogo Wundt llamo a este espíritu apercepción. Desde el punto de vista del conductismo la conducta voluntaria, es un hábito que se aprende con los mismos principios de otras conductas o comportamientos, deja de lado el concepto de voluntad como causa explicativa y directa de la conducta, porque aun la voluntad debe ser explicada de manera objetiva bajo el aprendizaje del organismo con el ambiente bajo principios o “leyes” naturales. Comparado con la tesis de la intensión o deseo, el avance del conductismo y su comprobación científica ha dado a luz más investigaciones, que hasta se relacionan con hallazgos posteriores, como con el lenguaje por ejemplo. El psicólogo ruso Vigotski (1956) fue más allá de encontrar las razones de la conducta voluntaria dentro del organismo, ni en la parte cerebral neurológica o fisiológica, para él, la actividad general y de la conducta voluntaria del  niño se desarrolla con una historia de aprendizaje en la comunicación entre el niño con el adulto. Es decir, el desarrollo lingüístico del niño forma y organiza la actividad voluntaria desde formas exteriores, como puede ser las instrucciones que recibe del adulto desde edades muy tempranas, uno o dos años, hasta volverse lenguaje interno que organiza, dirige, regula y supervisa la actividad. La subordinación del niño a las instrucciones del adulto es esencial en el proceso posterior del lenguaje interno del niño, que de acompañar a la actividad y acción pasas a precederlo y a dirigirlo. El lenguaje de ser una capacidad innata humana pasa a hacer regulador de la conducta del hombre.

Para Skinner (1981) en su libro “Conducta verbal” el lenguaje no solo expresa ideas, es más que eso, es conducta operante, que se emite y provoca conducta en relación con otros y bajo una historia de reforzamiento, para Skinner uno nunca habla solo, para que se dé el habla debe ser respondida –por eso uno nunca habla con un animal – ya que la comunicación  de los animales no es categorial, sino comunica estados vivenciales, sin categorías de relación. Este habla de los humanos, designa relación valga la redundancia-de conceptos, clasificaciones y categorías. Vigotski y Skinner coinciden en que el lenguaje precede al pensamiento, es después que se piensa antes de hablar como forma de autorregulación. La diferencia que encuentro entre los dos, es que mientras Vigotsky habla de lenguaje interno, Skinner habla del lenguaje como estimulo sujeto a las relaciones funcionales que están fuera del sujeto y que lo refuerza bajo condiciones establecidas.

Es más, la función estimulante del lenguaje aparece en el niño más pronto que la función inhibidora, en otras palabras, el niño responde más al “hacer” que al “no hacer” por eso es difícil para los padres que niños de dos a tres años dejen de hacer algunas conductas inadecuadas o molestas para ellos, llorar, gritar, dejar, botar etc. Recién a los cuatro años puede el lenguaje comenzar, solo comenzar a ejercer cierto control regulador sobre la conducta del niño, y esto se da principalmente por la habituación o reforzamiento, es decir, al aprendizaje de largo tiempo reforzado que le servirá posteriormente para seguir instrucciones y formarse sus propias autoinstrucciones que le permitan al niño una regulación precisa y organizada de su accionar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿La repercusión del daño psíquico en menores de edad es igual que en los adultos?


Esta pregunta me la hizo una amiga mía, que trabaja en el tema de los niños, interesada en los efectos que pueden tener en su desarrollo psíquico los eventos que pueden dañarlo psicológicamente. Lo que me dio pie a explicar mi punto de vista sobre el tema. El problema de la estructura psicológica y como esta recibe los eventos, experiencias, sucesos y se conecta con la realidad, ha sido, y creo que aun lo es, un capítulo importante en la psicología moderna. ¿Cómo el hombre percibe el mundo? ¿Cómo se relaciona con él? ¿Cómo se enfrenta a los problemas? ¿Cómo asimila las buenas y malas experiencias? ¿Cómo le afecta estas o no? es el contenido de toda teoría psicológica que existe en la actualidad. Claro, las buenas y no muy buenas teorías que existen, porque hay de todo y muchas, que no logran explicar los eventos y solo se quedan en descripciones fenomenológicas, características que mas pertenecen a la filosofía y no a una ciencia natural.

La pregunta puede verse desde dos perspectivas, la primera   - que es creo yo desde donde se enmarca y se origina la pregunta -    desde la psicología de la mente o idealista, que manejan conceptos tales como consciencia o sistema mental que procesa los acontecimientos, las vivencias, las experiencias y toda relación que el sujeto ha tenido desde su niñez hasta la actualidad, y como esta mente o sistema psíquico lo ha procesado, esta psicología idealista viendo al niño como sujeto de desarrollo y dependencia,  no tiene las estrategias necesarias para poder procesar cualquier acontecimiento desagradable como si se supone    –erróneamente-    que el adulto tiene. El niño tendrá dos formas de hacer frente a estos problemas, por una parte encerrarse en su propio mundo y someterse, lo que le ocasionara perder su iniciativa, su franco desarrollo hacia la creatividad e individualidad y curiosidad normal en todo niño, baja autoestima y frustración, por otra parte el niño podrá rebelarse y tener un comportamiento que puede derivarse a lo antisocial, como forma de evadirse de los problemas los cuales no pueda manejar. En el caso de los adultos, si poseen las estrategias y técnicas necesarias, podrán hacer uso de muchas formas de procesar acontecimientos desagradables, tantos, como su desarrollo cognitivo le permita. Este enfoque le da a las experiencias y acontecimientos, hechos o sucesos una entidad propia con poder determinista por sí sola, es decir, los acontecimientos       –para usar una palabra de la psicología común y derivada de la medicina que personalmente no uso -        “traumáticos” aparecen en la vida psíquica de la persona y se repiten de forma determinista, es claro que ver así el problema,  le da a las experiencias un carácter de poder que no tienen por sí mismas. Bajo este enfoque se da  por descontado la pregunta ¿afectara este o aquel problema? Porque de hecho parte de la creencia que si le afectara de todas maneras, y el componente genotípico o fenotipico aportaran muy poco a la génesis de los problemas psicológicos o para usar la frase del encabezado al”daño psíquico”.

La segunda forma de responder a la pregunta del título, me trae a la memoria la frase de I.V Lenin. “La ciencia no se ocupa de las cosas por sí misma tanto como de sus relaciones con otra cosas”. En efecto, desde el análisis conductual un acontecimiento psicológico no aparece para ser determinista por sí solo, sino que, aparece y es reforzado volviéndose recién determinista. El determinismo funciona en este caso como predicción de la conducta, cuando se repiten las mismas condiciones, ambiente o variable que tuvieron lugar cuando se origino la respuesta primigenia y hace que se repita, entonces puede llegar a predecirse la misma respuesta. Desde el conductismo, al igual que en la frase de Lenin, no se observa solamente los acontecimientos que le ocurren a la persona –por si solas esas situaciones no tienen poder de “daño psíquico” sino a las relaciones que tiene ese acontecimiento con otras situaciones que le reforzaran, dando origen a su repetición –ya sea esta conducta emocional, abierta o encubierta (pensamiento), o sus relaciones con los castigos que harán que se extinga la conducta. Es importante aclarar que desde este enfoque, no solo se describe el acontecimiento y su efecto en la persona, ya sea este niño y adulto, sino también que explica  la relación que existe entre la situación estresante y el “daño psíquico” traducido en conducta problemática para la misma persona o para sus relaciones sociales, comprendido como una forma de aprendizaje, trata de explicar esas relaciones bajo los principios de las leyes naturales, como el asociacionismo, causa y efecto, condicionamiento  etc. Bajo esta segunda forma de tratar los problemas psicológicos “el daño psíquico” será establecido de la misma manera en el niño y en el adulto, y su repercusión en el niño será visto como una historia de aprendizaje en el adulto. Para concluir, si ese evento psicológico en el niño o adulto, no es reforzado positiva o negativamente, no causara ningún daño psíquico posterior.

 

viernes, 13 de septiembre de 2013

La fantasía y realidad en el niño


La fantasía en el niño es normal, le sirve muchas veces para iniciar el contacto con la realidad y puede ser parte de sus experiencias, sus creencias pueden contener la veracidad de esas fantasías, para ellos no son tales, son ciertas. Los adultos también fantaseamos, pero mientras que en nosotros se puede vivir o sentir para escapar del estrés, ellos creen en esas fantasías, Papa Noel, el ratón que cambia los dientes por monedas, los cuentos de hadas, amigos imaginarios y ciertos dibujos animados pueden ser parte de su sistema de creencias, su pensamiento a nivel simbólico y concreto o también llamado pre operacional hasta los siete años más o menos, permite que sus juegos tengan una simbología, en esta simbología es que entrar sus fantasías. Sin embargo lo que es adecuado en cierta edad, no lo es en otras etapas de su desarrollo, y esto puede entenderse de una manera meramente funcional y de consecuencias, esto se da muy a menudo en sus contactos sociales ya sea en la escuela o en juegos con niños de su propia edad. Un niño a los siete años es poco probable que siga pensando que papanoel es el que le trae los regalos, sus propias circunstancias familiares se encargaran de hacerle ver que no es el personaje el responsable de sus regalos - sorprenderle al papa escondiendo el regalo de navidad o de su cumpleaños –es un ejemplo de estas circunstancias.

Partimos del hecho de que las fantasías generan ciertos estados emocionales agradables, estos estados agradables tienden a permanecer más tiempo en las vivencias del niño, por ejemplo el engreimiento o las caricias paternas pueden hacerlo creer que son más pequeños de lo que en verdad son, por otra parte, mientras más edad tienen, sus fantasías que aun se resisten a dejar, pueden llegar a inundar sus vivencias reales e interferir en su percepción de la realidad y sus relaciones sociales. Niños que creen que sus amigos en el colegio, tienen algunas conductas extrañas o misteriosas, o cuando creen estar “enamorados” de ciertas niñas o viceversa, pueden estar confundiendo sentimientos basados en la fantasía con acciones propias de la realidad.

En la consulta son muy comunes las niñas de ocho o nueve años,  que creen estar enamorados de sus amiguitos del salón, pueden confundir sentimientos si no se les orienta en la definiciones de palabras y en la identificación de emociones. Aquí los padres deben dirigir estos pensamientos y sentimientos a estadios mas “maduros” haciéndole ver que es fantasía y que es realidad.

Los padres pueden hacer uso de los cuentos en donde pueden introducir vivencias reales del niño, exagerando algunas escenas del cuento e invitando al niño a que observe y comente lo que puede ser real o no. Pueden hacer uso de fragmentos de obras literarias como El Quijote de la Mancha-la escena de la pelea con los molinos en donde Sancho Panza le advierte al hidalgo que no son gigantes sino molinos y la resistencia de este de creerle, así como las consecuencias que le trajo a don Quijote no creer a Sancho Panza y no  ver bien la realidad- y pueden debatir con ellos las características reales de una escena o pensamiento y las fantasías. Aclararles términos como amistad, juegos, compañerismo, ayuda o simpatía, para diferenciarlos con sentimientos de amor o enamoramiento y que ellos mismos pueden estar confundiendo sentimientos. La ayuda que un compañero puede darle, las sonrisas, los juegos o las preferencias que él tenga con algún niño, pueden ser vividos como fantasía de amor o de otra índole. Estas prácticas pueden ser usadas cuando el niño emita conductas problemáticas o tenga problemas de relaciones sociales,  producto de sus fantasías en lugares y edad que ya no corresponde.

Las fantasías son buenas y producen sentimientos agradables tanto en el niño como en el adulto, pero si pasamos el limite,  puede llevarnos a sentir lo contrario. Si esas fantasías no le resultan problemáticas en el niño y fomentan la creatividad todo estaría bien, pero si le provoca sentimientos negativos, o exigencias fuera de la realidad es hora de llevarla a ella de manera adecuada aclarándole la diferencia.

sábado, 7 de septiembre de 2013

¡Bienvenido amor!

 
El tema del amor y la forma de expresarlo viene hacer una experiencia personal, no hay forma de decirle a alguien como, donde y a quien debe amar, pasa por ser un evento único, intransferible, es un cheque sin endose, un sálvese quien pueda, un baile a solas con el otro, las consecuencias sin embargo, sin son negativas, también pueden ser sufridas en solitario, el dolor ensimismado se engrandece por todo el cuerpo, no te mata, pero puede llevarte a no querer volver a amar, a amargarte la existencia y a desconfiar de quien se te acerque, la experiencia le dicen, pero la experiencia no te servirá de nada si siempre estas inmóvil sin hacer nada, la experiencia – y ese es uno de sus objetivos – es enseñarte para que aprendas, no para que no hagas nada. Si todo te sale bien, serás feliz con la persona que compartes tu vida, miraras el sufrimiento de los demás desde un balcón, y hasta con un suspiro de lástima hacia el sufriente. Lo más que podemos hacer es analizar el amor desde este sitio, sin ánimo de sentirse experimentado, en todo caso, como en la ciencia, la experiencia se gana haciendo.

Pues bien, diremos para empezar, que una persona psicológicamente estable es capaz de amar no solo una vez en su vida, sino varias. Cambiar de pareja y volverse a enamorar, no en un tiempo largo necesariamente. Sin hacerse muchos problemas, es capaz de pasar la página afectiva de esa parte de su vida, y volver a vivir la pagina que sigue con optimismo, y ver la llegada de un nuevo amor, sin culpa ni remordimiento.

Es capaz también de dejar a la persona que la ama, y decirle que  no la ama, sin más excusa que esa. De entregarse nuevamente con pasión a la nueva pareja, sin recordar a la anterior, no digo que se le debe borrar de la memoria, por que el ser humano – como decía Sartre – es su pasado y su memoria.  Pero recordar es una cosa, y sufrir por el recuerdo otra.

Cuando uno busca una pareja, la busca generalmente para que esa persona le haga sentir bien, que su compañía sea agradable, le de seguridad y apoyo en los momentos más difíciles que nunca faltan en la vida, que en sus debilidades la vuelva fuerte. Si alguien se empareja con alguien que le hace sufrir, “porque se ha enamorado” y no puede evitarlo, es más probable que no sea amor. Todo esto está bien y suena lógico, pero la persona psicológicamente estable también busca una persona a quien darle amor, a quien amar, esa entrega, cuando se mantiene a pesar del engaño y traición, puede ser dado a otra persona, en la entrega esta el equilibrio. El apego a alguien para toda la vida, entercándose en uno solo aunque este no la ame, tampoco es amor,  sufrirá, y su sufrimiento la llevara al desequilibrio y le reforzara el miedo a entablar otra relación.

La sociedad occidental ha adoptado como forma de amor, el amor romántico, sufriente y de entrega total para toda la vida, minando de esta forma, la capacidad de una persona de amar más de una vez, haciéndole sentir culpable de amar a mas de una persona- en diferentes tiempos claro -  la fidelidad aun después del divorcio o muerte del cónyuge se vive como respeto y consideración, si se decide guardar luto por un tiempo esta bien, pero aquellas que el duelo y luto lo llevan toda la vida, son personas que no se abren al amor, las que perdieron esperanzas, las que se cansaron de entregarse, pero esto solo ocurre en personas que no han sentido satisfacción en hacerlo, porque aquel que se siente bien cuando ama, tiene el potencial de volverlo hacer una, cien y mil veces, y no debe olvidarse de eso.

Si Ud. ha dejado pasar la oportunidad, si siempre espera que le den y no da amor, si tiene miedo de volver a sentir para evitar ser engañado, le diré que no espere nada, para que no sea decepcionado,  el amar es reforzante por si solo desde el momento mismo que se entrega, vuelva a enamorarse, si no la aman, deje, si deja, busque, que el que busca encuentra, de la bienvenida al amor, al nuevo amor, que huele a carro nuevo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Depresion otra forma de entenderla


Las actividades diarias que nos imponen la sociedad consumista actual, la necesidad, a veces creada superficialmente y que realmente no necesitamos, producto de spots publicitarios, modas y modelos; las cuentas que hay que pagar, las exigencias que nos imponen desde fuera, justificadas o no, incluso, las que nos imponemos nosotros como adultos dizque “exitosos” con signos exteriores de comodidad o riqueza nos obliga a trabajar muchas horas extras para poder sustentar esos gastos, en el caso de los niños, las  excesivas tareas escolares, la presión que sienten los niños por parte de los padres –y de los profesores- para que obtengan y lleven una buena nota a casa, las normas sociales que deben cumplir, el concepto socialmente establecido y normativo de que los niños deben ser un modelo de conducta en casa u escuela,  desencadenan a menudo en cuadros depresivos tanto en adultos y niños, en este último caso incluso, que muchos padres se niegan a admitir.

Generalmente se piensa que una persona está deprimida cuando muestras síntomas cognitivos extremos tales como pensamiento e intento suicida, ideas de desprecio hacia mismo, baja autoestima, desesperanza en el futuro, algunos síntomas físicos como cansancio extremo, desgano para hacer las cosas, sueño excesivo a tal punto que no se levantan de la cama, emocionalmente se encuentran irritables, con ansiedad o angustia, coléricos o muy tristes etc. Algunos conceptos han cambiado en psicología producto de investigaciones y necesidades sociales que han obligado a preveer antes que lamentar. Ocurre algo de esto en conceptos tales como “trastornos” que del término peyorativo de enfermedad debe ser entendido como un patrón conductual estable y problemático aunque no necesariamente mórbido,  “psicopatía” y “antisocial” diferenciando ambos términos por las causas primarias que lo originen y también por sus consecuencias sociales, para no confundir a una persona con conducta  psicópata con uno con conducta antisocial, ni viceversa. Es cierto también que algunos términos y conceptos se usan según sea el modelo teórico en que se enmarcan y se utilicen para describir, evaluar, diagnosticar, intervenir predecir  y prevenir la conducta. En general “Despsicologizar” si se me permite el neologismo la psicología, puede ser una opción para empezar a  prevenir. En otras palabras, el psicologismo entendido como una reducción para entender los problemas psicológicos desde dentro de la persona como morbilidad intrínseca y con los síntomas clásicos de enfermedad,  sin tomar en cuenta datos objetivos que nos permitan predecir ciertas conductas, sería una buena opción para que se entienda que no se necesita estar grave para poder diagnosticar una depresión.

Algo de esto pasa con el concepto de alcoholismo, muchas personas creen que para que una persona se considere alcohólica deben estar tirado en el suelo en plena calle junto a una botella de licor, sucio y haber perdido todo lo alcanzado socialmente por el licor, o perder el trabajo como causa del licor, o estar en un bar todos los días bebiendo. No se conocía el concepto de alcohólico social, como si se maneja ahora, entendido esto como aquella persona que tiene la necesidad de salir a tomar todos los fines de semana para “desestresarse” o por “que tiene derecho” ya sea en fiestas o reuniones, la frecuencia de accidentes de tránsito que ocurre cuando maneja ebrio, el descontrol que presenta la persona para evitar seguir bebiendo o evitar manejar cuando está en ese estado, las denuncias policiales o judiciales que presenta por actos que cometen por estar ebrio, el conflicto familiar que esto lleva o incumplimientos de horarios o promesas como producto o consecuencias de haber estado libando licor, son conductas características de personas alcohólicas, ya sean que estén tiradas en la calle o no. También pasa esto con la depresión, se espera que la persona intente suicidarse para llegar a creer que está deprimida, y no es tanto así, los síntomas depresivos se pueden diagnosticar según niveles y formas de aparición, generalmente insidioso, más que abiertos y notorio.

En los niños aparece con desgano en hacer las tareas, creencia de incapacidad para aprenderla, oposición pasiva, irritabilidad y rebeldía que puede confundirse con problemas de conducta, justificaciones para faltar al colegio, aumento de la asistencia a la enfermería del colegio, desatención, perdida de placer en los juegos, aislamiento y problemas de relaciones con sus pares de niños. En los adultos  los síntomas son similares, adicionando pérdida del apetito sexual, irritabilidad, peleas frecuentes, mal humor, cansancio, desesperanza en el futuro, problemas de concentración etc.

Las consecuencias para el rendimiento laboral y escolar pueden ser graves, tomando en cuenta que la recuperación pueden ser lenta, pérdidas económicas para la empresa, perdida de oportunidades de trabajo para la persona o problemas familiares por llamadas de atención del niño en el colegio, etc. Y lo que es peor para mí entender, problemas y conflictos familiares e infelicidad para las personas. Para esto es urgente que las empresas tengan planes laborales que observen la incidencia alta de depresión en la población y en sus trabajadores y actuar en consecuencia. Las escuelas tomar en cuenta los planes  y horarios de estudios dando espacios en donde el niño mediante el juego pierda esa conexión que se forma con la exigencia y la “excelencia demostrable” en su rendimiento.

Sin caer en dramatismos, estar atentos a aquellos síntomas  que aparecen de forma insidiosas para evitar y prevenir que los casos se tornen más graves.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

¿Para que nos sirve el lóbulo frontal?


El lóbulo frontal tiene muchas funciones, entre ellas nos ayuda a prevenir consecuencias mediante la realización de planes y proyectos, a corto y largo plazo. Una de sus funciones es también, ayudarnos corregir y rectificar lo que hacemos, si lo hacemos mal, lo corregiremos. El cerebro del orangután también tiene la forma y ciertas funciones parecidas al nuestro, pero lo que le falta a ellos, es el lóbulo frontal. ¿Qué ventaja nos trae esto? Casi todas relacionadas al razonamiento. Todas las terapias psicológicas van dirigidas a potenciar y desarrollar ciertos lóbulos frontales, por ejemplo, las terapias cognitivas van dirigido al desarrollo del lóbulo frontal, las terapias de corte psicoanalítica, van dirigidas al sistema límbico debido a que este sistema contiene la función primigenia de las emociones, el miedo y el “aviso” o presentimiento de que algo extraño ocurre, este pre-sentimiento, se le llama a así por que está relacionado a las emociones y a que algo extraño relacionado a esto, ocurre en el ambiente. Por ejemplo, el miedo que podamos sentir cuando caminamos por una calle solitaria de noche, este miedo o temor estará sentido por el sistema límbico y su órgano la amígdala (no la que conocemos comúnmente, sino la otra) que nos “dirá” que algo malo puede ocurrir y que nos apuremos o cambiemos de camino. Claro que no todas las personas tienen esta, digamos, facultad, suponiendo que la entendamos así o la entendamos como pre-sentimiento. Y digo esto porque también podemos entenderla como un proceso sensorial, es muy normal y común, no hay nada misterioso ni extraño, ni sobrenatural, pero este no es el momento de tratar de este tema, y como no quiero alejarme del tema, volvamos a él.

El lóbulo frontal también hace sistema con las funciones ejecutivas, nos regula, nos y autocontrola, es un órgano que tiene mucho potencial pero tarda en desarrollar de tal forma que cumpla su función, es decir, razonar y pensar., dirigirnos y autocontrolarnos.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que nuestro cerebro si bien tiene órganos que tienen ciertas funciones especializadas, como la del lóbulo frontal, que ya explique líneas arriba y otras más, también es un sistema funcional, es decir, que cuando un órgano cerebral cumple una función esta no está aislada, sino sistematizada con otras áreas cerebrales, en esto enmarco lo que la investigación de Davidson (2003) refiere cuando dice “ Las imágenes de resonancia magnética revelan que cuando una persona está enojada, ansiosa o deprimida, las partes del cerebro convergen hacia la amígdala y la corteza pre-frontal derecha, región cerebral importante para la hiperdefensa típica de las personas con estrés. Por el contrario, cuando las personas tienen animo positivo, entusiasmo, y energía, esos sitios están tranquilo y aumenta la actividad de la corteza pre-frontal izquierda.” Es decir, la lectura de los exámenes neurológicos de los lóbulos pre frontales derecha-izquierda nos da la relación entre emociones de esta área cerebral.

¿Cómo llevamos esto a la terapia o las formas de tratar los diferentes problemas emocionales? En las terapias  emociones, ya sean estas, cognitiva-conductual o terapias de conducta,  en donde se debate con el cliente, no solo el contenido del pensamiento, sino, se pretende cambiar su función operante, es decir, en las consecuencias que este pensamiento lleva traducido en conducta, las recompensas, autorecompensas y antecedentes ambientales que hace pensar de “cierto modo”, están dirigidos a desarrollar la función de estos lóbulos pre-frontales, y el control que ejercen en los sistemas que regulan la emoción, es decir, el sistema límbico.  

Algunas de las formas en que se puede regular, controlar, e incluso modificar ciertas emociones, son la meditación y el autocontrol abierto o encubierto (pensamiento). En una sociedad en donde se desensibiliza el razonamiento y sensibiliza la emoción, existe mucho problema emocional, ofensas, agresiones, crímenes pasionales, tristeza, depresión y ansiedad. Ayudando a que la gente medite diariamente para que le sirva de autocontrol de sus pensamiento y emoción, se auto recompense y sepa cómo controlar su propio ambiente para que las consecuencias no le sean tan adversas, los niveles de depresión y ansiedad bajaran en la población.  

FABLA SALVAJE

  Y para cerrar esta serie de artículos que trató de síndromes psicológicos étnicos o, si se quiere llamar, de psicología comunitaria, lo ...