El tema del amor y la
forma de expresarlo viene hacer una experiencia personal, no hay forma de
decirle a alguien como, donde y a quien debe amar, pasa por ser un evento único,
intransferible, es un cheque sin endose, un sálvese quien pueda, un baile a
solas con el otro, las consecuencias sin embargo, sin son negativas, también pueden
ser sufridas en solitario, el dolor ensimismado se engrandece por todo el
cuerpo, no te mata, pero puede llevarte a no querer volver a amar, a amargarte
la existencia y a desconfiar de quien se te acerque, la experiencia le dicen,
pero la experiencia no te servirá de nada si siempre estas inmóvil sin hacer
nada, la experiencia – y ese es uno de sus objetivos – es enseñarte para que
aprendas, no para que no hagas nada. Si todo te sale bien, serás feliz con la
persona que compartes tu vida, miraras el sufrimiento de los demás desde un balcón,
y hasta con un suspiro de lástima hacia el sufriente. Lo más que podemos hacer
es analizar el amor desde este sitio, sin ánimo de sentirse experimentado, en
todo caso, como en la ciencia, la experiencia se gana haciendo.
Pues bien, diremos para
empezar, que una persona psicológicamente estable es capaz de amar no solo una
vez en su vida, sino varias. Cambiar de pareja y volverse a enamorar, no en un
tiempo largo necesariamente. Sin hacerse muchos problemas, es capaz de pasar la
página afectiva de esa parte de su vida, y volver a vivir la pagina que sigue
con optimismo, y ver la llegada de un nuevo amor, sin culpa ni remordimiento.
Es capaz también de dejar
a la persona que la ama, y decirle que no la ama, sin más excusa que esa. De entregarse
nuevamente con pasión a la nueva pareja, sin recordar a la anterior, no digo
que se le debe borrar de la memoria, por que el ser humano – como decía Sartre –
es su pasado y su memoria. Pero recordar
es una cosa, y sufrir por el recuerdo otra.
Cuando uno busca una
pareja, la busca generalmente para que esa persona le haga sentir bien, que su compañía
sea agradable, le de seguridad y apoyo en los momentos más difíciles que nunca
faltan en la vida, que en sus debilidades la vuelva fuerte. Si alguien se
empareja con alguien que le hace sufrir, “porque se ha enamorado” y no puede
evitarlo, es más probable que no sea amor. Todo esto está bien y suena lógico,
pero la persona psicológicamente estable también busca una persona a quien
darle amor, a quien amar, esa entrega, cuando se mantiene a pesar del engaño y
traición, puede ser dado a otra persona, en la entrega esta el equilibrio. El
apego a alguien para toda la vida, entercándose en uno solo aunque este no la
ame, tampoco es amor, sufrirá, y su
sufrimiento la llevara al desequilibrio y le reforzara el miedo a entablar otra
relación.
La sociedad occidental ha
adoptado como forma de amor, el amor romántico, sufriente y de entrega total para
toda la vida, minando de esta forma, la capacidad de una persona de amar más de
una vez, haciéndole sentir culpable de amar a mas de una persona- en diferentes
tiempos claro - la fidelidad aun después
del divorcio o muerte del cónyuge se vive como respeto y consideración, si se
decide guardar luto por un tiempo esta bien, pero aquellas que el duelo y luto
lo llevan toda la vida, son personas que no se abren al amor, las que perdieron
esperanzas, las que se cansaron de entregarse, pero esto solo ocurre en
personas que no han sentido satisfacción en hacerlo, porque aquel que se siente
bien cuando ama, tiene el potencial de volverlo hacer una, cien y mil veces, y
no debe olvidarse de eso.
Si Ud. ha dejado pasar la
oportunidad, si siempre espera que le den y no da amor, si tiene miedo de
volver a sentir para evitar ser engañado, le diré que no espere nada, para que
no sea decepcionado, el amar es
reforzante por si solo desde el momento mismo que se entrega, vuelva a
enamorarse, si no la aman, deje, si deja, busque, que el que busca encuentra, de
la bienvenida al amor, al nuevo amor, que huele a carro nuevo.
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