Ahora que empiezan las clases
escolares, para los padres de familia es el momento oportuno para hacer un
seguimiento a las tareas de sus hijos. Los niños y adolescentes cuando empiezan
el año escolar van a las clases con ganas de aprender y el entusiasmo de
conocer a las nuevas profesoras, nuevos amigos y viejos conocidos, por lo
general, las notas de prácticas en clase-digamos por ejemplo matemáticas- son
altas o se mantienen durante los dos primeros meses escolares, pero el
entusiasmo tiende a perderse y a bajar las notas conforme crece la dificultad
de las temas.
Muchos padres esperan notas bajas
para recién preocuparse del rendimiento de sus hijos y darles clases de recuperación
o de ayuda en horas extras etc. Muchos pueden lograrlo pero es un esfuerzo
que sus hijos no necesariamente deben
pasar si ponen atención a sus esfuerzos cuando recién inician las clases.
Los reforzamientos positivos que
deben hacer los padres hacia las tareas de sus hijos deben de ser constantes,
uno de los factores que contribuyen a este reforzamiento es el interés que los
padres ponen a las tareas de sus hijos, estos verán que sus padres también se
preocupan y no se sentirán solos en el difícil trance de aprender los temas difíciles.
Sabemos que en muchos colegios las condiciones ambientales y de hacinamiento
escolar no contribuyen para que los profesores hagan bien su labor, aulas con más
de 15 alumnos por ejemplo hace casi imposible que la enseñanza se dé con la
eficiencia que se espera.
Pero como con la sola preocupación
de los padres no basta, ni el sermón de “que los niños deben estudiar por que
si” paso explicar algunas formas eficiente y eficaz para que sus hijos no bajen
sus notas a lo largo del año. Pondremos de ejemplo el curso de matemáticas que
el curso que más complicaciones trae a la mayoría de sus hijos:
-Revisen cada día los temas que
han seguido sus hijos.
-Si los temas se repiten como
reforzamiento del profesor en formas de prácticas diarias en clase, será mejor
para sus niños. (Casi en todos los colegios ocurre esto)
-Si sus hijos no entienden el
tema ya sea por que el profesor no ha sido claro o el no entendió, diariamente refuércelo
y practique con él, el tema en forma de ejercicios, estos ejercicios pueden ser
los mismos que se ha hecho en clase y no han sido comprendidos, pudiendo ser
complementados con otros sacados de internet o de otros libros.
-Por lo menos, repito, por lo
menos una vez a la semana hágale ejercicios en casa de todos los temas de esa
semana, corrigiéndolo en los errores y haciéndole ver en que se equivoco, rehaciendo
nuevamente el ejercicio de forma correcta.
-La siguiente semana, repita uno
o dos ejercicios de cada tema de la
semana anterior y súmele los nuevos temas de esa semana, así sus hijos repetirán
los ejercicios de la semana pasada “para que no se les olvide” si se equivocan,
corríjalos y que lo rehagan ya corregidos, así acumularan experiencias, estarán
expuestos más veces a los ejercicios y se harán común su relación con los números,
el miedo a las matemáticas tiende a
perderse cuando los niños practican mas, ven en que se han equivocados y se
vean capaces de hacerlo de nuevo.
-Los padres que dicen “no entender
lo que se les enseña a sus hijos” deben de dejar de decir eso y ponerse a
practicar a solas, buscar información y prepararse antes de ayudar a sus hijos, para esto tienen
posibilidades de ayuda de otros libros como el Baldor –un libro ya clásico en
la materia- y el internet.
-Cuando su hijo de equivoque corríjalo
suavemente, sin acusarlo ni insultarlo, haga de ese momento matemático un momento
divertido y de aprendizaje, si ambos se equivocan o Ud no está seguro de lo que
le enseña, hágale saber busquen juntos la solución, así el niño vera que el
aprendizaje es esfuerzo y no algo que viene con la herencia.
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