martes, 25 de febrero de 2014

Como enseñar conducta discriminativa


Espero que los ejemplos dados en el artículo anterior hayan servido para esclarecer que es una conducta o respuesta discriminativa, los ejemplos prácticos y de la vida cotidiana que di, creo que es suficiente para poder entender la  como se da en los hechos la conducta discriminativa. Dijimos que para que la conducta discriminativa se dé debe caer bajo el control de estimulo. De una forma práctica, básicamente, el reforzamiento es el principio conductual base para cualquier aprendizaje de conducta, independientemente de que esta conducta sea adecuada o no, es decir, la conducta “buena” o “mala” se aprenden bajo los mismos principios del reforzamiento. Dicho sea de paso, como dijo Skinner, la conducta castigada,  deja de lado la situación propicia para enseñarle al ser humano el aprendizaje mediante el reforzamiento.

Ahora bien, para que la conducta discriminativa se dé, esta, debe estar reforzada diferencialmente dentro de una situación experimentada y en ejercicio. Si la situación no está en ejercicio no debe ser reforzada. Por ejemplo: Cuando un niño escucha el timbre de la puerta y va corriendo, este ve que al abrir la puerta se encuentra con una persona que demuestra que esta ha tocado el timbre, el padre le dice ¡bien hecho! Esta situación es en ejercicio, lo demuestra el hecho de que otra persona está al abrir la puerta y el timbre es el aviso de abrirla, y la conducta del niño ha sido reforzada por el “qué bien” del padre. No sería en ejercicio (o vigor) si el timbre no suena y el niño abre la puerta y obviamente no ve a nadie y el “que bien” del padre no aparece. Por lo tanto la conducta del niño de abrir la puerta no es reforzada por el “que bien” del padre, si abre la puerta sin sonar el timbre.

Esto nos lleva a explicar que, para  que la conducta sea reforzada diferencialmente se hace dos operaciones básicas, usando el ejemplo anterior diremos entonces. Uno, se refuerza “que bien”  cada  vez que suena el timbre y abre la puerta. Dos no se refuerza cuando el niño abre la puerta sin sonar el timbre. Esta es una de las formas en que podemos reforzar en casa una conducta discriminativa. Por lo general los padres hacemos esto sin darnos cuenta. Si ponemos un ejercicio social más común, como el racismo, diremos que: ponemos atención (que sirve como refuerzo) cuando nuestros hijos nos cuentan de sus compañeritos del colegio de buena familia o los que tienen la piel clara. Y retiramos (no se refuerza) la atención cuando nos cuentan de algún niño con piel oscura. Si esta situación se da repetidamente dentro del ambiente familiar y en simultáneo, estaremos enseñando a nuestros hijos que si quieren nuestra atención debe contarnos de sus amigos de piel clara. En otras palabras hemos reforzado diferencialmente la conducta verbal de contarnos solo de una cierta clase de niño.

Por lo tanto el niño conforme crezca discriminara las condiciones de lo que cuente al padre (niños de tez clara, de buena familia) para que se dé la conducta adecuada (la atención que el requiere). En muchas situaciones diarias se dan este tipo de aprendizaje.

Los estímulos aversivos enseñan talvez más rápido la conducta a discriminar, por ejemplo si los compañeros del colegio de José se burlan de él, cuando entra al baño de mujeres, esto le enseñara a discriminar la próxima vez en que puerta fijarse. Aunque los estímulos aversivos tienen este poder, no es recomendable usarlos ya que pueden ocasionar agresión, resistencia o escape de la situación, que como dije líneas arriba, podemos aprovechar para enseñarle mediante reforzamiento. Claro que los amiguitos de José no saben esto, pero la orientación de la profesora en el momento dado servirá para evitarle a José otro momento de vergüenza o disgusto.

Para desarrollar las habilidades cognitivas se usa el mismo procedimiento, reforzando ante la respuesta correcta, clasificando grupos, dando la respuesta correcta, siguiendo un procedimiento. Todas estas situaciones son reforzadas diferencialmente ante la respuesta o conducta apropiada, no reforzando las que no lo son.

Hay otras varias formas de aprendizaje de conductas discriminativas pero son mas técnicas, creo que las descritas hasta ahora, pueden ayudar a los padres en cierta medida a enseñar las conductas correctas discriminando cuales son las incorrectas mediante el retiro del reforzamiento.

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