viernes, 31 de mayo de 2013

AUTOCONTROL


En los primeros años de la evolución humana los impulsos han sido factor predominante para la supervivencia, la agresividad quizá ayudo al hombre primitivo para salir bien parado, o vivo, del ataque de otro hombre o de algún animal, los instintos como el sexo ayudo a poblar la tierra y conservar la especie, desde la óptica naturalista y de la supervivencia, esas fueron las formas de la incipiente relaciones humanas. Las ciudades tribales tenían pocos pobladores, no había leyes hechas por el hombre, sino las leyes naturales, la del más apto, y las consecuencias de esas conductas quizás, eran menos punitivas de las que existen ahora.

En la actualidad, en esta sociedad tecnológica del Siglo XXI, el autocontrol del ser humano debe ser una de los requisitos para que nuestra sociedad, autollamada civilizada, sea considerada como tal.

 En las especies superiores como la nuestra – aunque eso de “especie superior” pueda tener muchos detractores – el autocontrol debe ser considerado un signo de inteligencia, podríamos llamar una variante del autocontrol a la inteligencia intrapersonal de Gadner. Este psicólogo, en su enfoque de las Inteligencias Múltiples, describe a la inteligencia intrapersonal como aquella que nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos y auto controlarnos también. Desde la terapia de conducta, el autocontrol o como decía Bandura (1963) la auto-regulación, puede influir en la interrupción de conductas de habitos y costumbres. El fumador que desea fumar en un ambiente que no está permitido, la respuesta agresiva ante el estrés, la persona que está a dieta y quiere comerse una lasaña, son casos particulares en los que la persona debe tener un autocontrol que lo regule. La vida en sociedad también nos pone ejemplos en los que el autocontrol es signo de ser civilizado, en un choque de autos, las personas ansiosas que esperan el cambio del semáforo o en la transgresión a la ley. En el ámbito familiar, los padres estresados cuando tienen que corregir de manera positiva a los hijos, la pareja que piensa serle infiel a su consorte etc. Son ejemplos cotidianos de que el autocontrol es una técnica a desarrollar para mejorar nuestro ambiente y lograr nuestros objetivos.

El autocontrol podríamos definirlo como la capacidad de controlar la propia conducta ante la escases o nulo control externo en el momento preciso.  El control externo debemos entenderlo como todo lo que está fuera de la persona. Para que se lleve a cabo esto,  la persona debe primero observar que es lo que ocurre en el ambiente con relación a ella, que la influye, y como puede modificar esa influencia. Entonces hablamos de desarrollar la capacidad discriminativa de una persona, con relación al ambiente o a otras personas. Las personas que logran el autocontrol, logran también modificar parte de su contexto, porque puede operar sobre los sucesos del ambiente, ya sea por que emiten o extinguen conductas.

A esta clase de relación funcional sujeto que emite conducta en función de su  ambiente, le llamamos autocontrol abierto.

El autocontrol necesita de la autoobservación de la conducta  y de un registro que puede ser hecho por la misma persona en un papel o un pequeño block de nota. Con lleva también a una recompensa, un autopremio que se da la misma persona cuando alcanza su objetivo. Recuerde que la misma persona se obsequia, regala o premia con alguna cosa en forma condicionada cuando haya alcanzado cierto objetivo. Este equivaldría al reforzamiento en el análisis funcional.

Si Ud. amable lector quiere practicar el autocontrol considere que:

-Debe observar que  conducta desea eliminar o autocontrolar.

-Ponerse un límite de tiempo en el que esa conducta no se emita, o disminuya su emisión. Proponga una autorecompensa por alcanzar ese límite de tiempo con las menores emisiones de la conducta problemática.

- Debe registrar por que se produce esa conducta y de las cosas que la influyen

-Registre también lo que ocurre en el contexto si Ud, llega a no emitir esa conducta.

-Empiece con limites y conductas mínimas para que sienta el éxito y lo refuerce a seguir.

 

 

 

martes, 28 de mayo de 2013

Como elevar la autoestima

La autoestima es la estima a uno mismo, en término  lato es como se quiere, como se considera  y que valorización se tiene de uno mismo. Toda persona tiene cierto nivel de autoestima ya sea esta alta o baja. Cuando una persona le dice a otra ¡te falta autoestima¡ lo que en realidad quiere decirle es que le falta elevar su autoestima.  No existe una mediana o regular autoestima.
Ahora bien, tener la autoestima alta es el resultado de un proceso. Pero este proceso no es ni físico ni cognitivo, es un proceso de aprendizaje, en otras palabras nadie viene con una autoestima alta o baja desde su nacimiento, la autoestima alta entonces es el resultado final de una serie de conductas que se aprenden. Y la autoestima baja indica un déficit de conductas adecuadas y positivas. La autoestima alta tiene que ver con el aprendizaje de conductas orientadas a resolver problemas. habilidades sociales y conductas asertivas. Si la persona aprendió, estas conductas, y lo que es importante, la práctica, en su vida diaria, en sus relaciones interpersonales demostrara tener alta autoestima. Caso contrario, es más que seguro que tendrá una autoestima baja.
Las personas que demuestran alta autoestima tienen una serie de conductas como hablar con tono de voz moderado, actitud corporal erguida y mirando a los ojos,  exigiendo que respeten sus derechos, y, respetando los derechos del prójimo. Note Ud. amable lector que he escrito que las personas con alta autoestima exigen que respeten sus derechos, y no me he equivocado; normalmente, en la vida diaria y casi siempre, queriendo y no, con alevosía y ventaja, con conocimiento o sin él, las personas vulneran los derechos de los demás sin ninguna consideración, así que si Ud. buenamente espera que respeten sus derechos “porque así debe ser”, créame, no saldrá satisfecho. Exíjalo de buenas formas, que aunque no consiga lo que desea -no siempre se consigue lo que uno quiere, no es un drama- el hecho de exigirlo y expresarlo, le dará poco a poco la seguridad que se necesita para elevar la autoestima.
Practique de manera constante estas recomendaciones:
Mire a los ojos cuando hable y exija sus derechos.
Aunque note que no respetan sus derechos, Ud. debe respete los derechos de los demás, así como quiere que respeten los suyos.
Adopte una actitud erguida de su cuerpo, no baje la mirada y hable con un tono de voz moderado, sin gritar, ni ser sumiso ni agresivo.
En la medida de lo posible negocie con la otra persona, no hay mejor juicio que un buen acuerdo entre las partes.
Practique el buen humor, aunque no respeten sus derechos, Si bien es cierto que las conductas asertivas  que se  entrenan para una autoestima alta, están orientadas a alcanzar objetivos trazados, estos, no siempre se alcanzan. Sin embargo sirve de práctica para darle seguridad y le servirá de experiencia para que en el futuro, poder alcanzar sus objetivos.

viernes, 24 de mayo de 2013

¡¡¡¡SALSA¡¡¡¡¡


Como están acostumbrados mis poquísimos lectores, de vez en cuando pido licencia para escribir de otros temas que no son necesariamente psicológicos. Siempre quise escribir algo, lo que sea,  sobre una música que la escucho desde que tenía 12 años, un género musical en donde los instrumentos combinan como en una sinfónica, pero no es una sinfónica, los instrumentos parecen conversar, dialogar y hasta hacen monólogos, guapeo le dicen, una música que llega hasta los huesos a quienes le gusta, una música que de acuerdo a la voz  y a la letra que la acompaña, es una fiesta, un barrio, un velorio, una campiña, una ciudad y hasta una tristeza de amor. Un género musical en donde la voz es prescindible, porque solo los instrumentos conectan al alma.  Un género musical que es una fusión entre África y América, que tiene el sol del Caribe y el son del tambor africano, la cadencia del pie bailando, y que le da al cuerpo el parecido a un exorcismo musical, una posesión diabólica de buen gusto y nada infernal hasta que se arma el jolgorio. Un género musical que se baila sonriendo, cuando no riendo, que le da al rostro humano la felicidad del sol, la, sí, y en la que nunca llega la noche. Que si no tienes sangre caliente, seguro que no la bailas. Un género musical que pondría bailar al mismísimo Orfeo rodeado de sus musas.

Salsa la llaman, pero no la llaman, la bailan, aunque también se puede solo oír y sentir, o sentir y oír, o solo sentir, o solo oír, ¡En fin¡ no voy a narrar la historia de ella, a mí solo me importa escucharla y bailarla, no su historia, eso lo dejamos a sus historiadores y a la gente que sabe.

Cuando dije que los instrumentos parecen dialogar, no me equivoco, no es otra cosa la paridad del sonido del trombón con la cadencia de los timbales. Cuando un instrumento deja  paso al otro en el medio de la canción. ¿Y el monologo? No parece otra cosa el guapeo de la flauta de Johnny Pacheco, el trombón de Willie Colon,  El piano de Richie Ray y de Larry Harlow y el violín de Louis, el otro “judío maravilloso”. La conga de Ray Barreto. Uno de los más hermosos discos que he escuchado  en la salsa, es precisamente el titulado “salsa” que hizo Larry Harlow con la voz de Junior Gonzales, cada canción es una combinación de derroche musical, los cambios de ritmos y cadencia de salsa a guaguancó y son montuno son fenomenales. No he escuchado otro disco igual, salvo la obra musical al estilo de ópera salsera titulada “Hommy”, equivalente a la ópera rock “Tommy” de la que se hizo una película, interpretada por el cantante del grupo The Who Pete Townshend. En la obra salsera cantaban Cheo Feliciano, el salsero, no el bolerista invidente, Celia Cruz, Junior Gonzales, con la orquesta de Larry Harlow y otros más, esta fue una generación de músicos salseros que no se han vuelto a repetir. En “Hommy” se puede escuchar, salsa, bolero, merengue y son montuno, una verdadera joya musical. Esos músicos eran salidos de conservatorios de música, no eran improvisados, la orquesta de Richi Ray por ejemplo muy a menudo, y antes de convertirse al evangelio, introducía en su música extractos de Juan Sebastián Bach y hasta de , Beethoven.  Muchos eran de Puerto Rico, Panamá, y países del Caribe que emigraron a hacia Nueva York,  que pronto se convirtió en el centro salsero y producción de música impresionante, desde donde salían en sus giras la Fania All Star y sus componentes, cuando hacían de solistas. El más representativo de la salsa para muchos es Héctor Lavoe, sus canciones con la orquesta de Colon son memorables y algunas, verdaderos clásicos de la salsa. Se respeta los gustos, pero se me antoja que Lavoe es más sentimiento de barrio, más popular, el rey de la popularidad tuvo una vida trágica y un final muy doloroso que para muchos se ha vuelto un mito. Mis gustos más se inclinan por Rubén Blades cantante y compositor, un panameño que trabajo de mensajero en la disquera Fania, y desde ahí salto a cantar en algunas bandas como por ejemplo el de Ray Barreto, con Tito Gomez. Pero su espaldarazo vino con la orquesta de Willie Colón que estaba buscando cantante después de haberse alejado de Lavoe ya que este presento problemas con el alcohol y las drogas. La gente pensaba que después de Lavoe, Willie Colon no podría conseguir otro cantante igual,  se equivocaron de punta a punta, ya que con Rubén Blades, Willie Colon grabo el disco más vendido en la historia de la salsa, el disco “siembra” a finales de la década de los setenta. Es que cuando Blades cantaba es como si el barrio entero se ponía a cantar. Luego de cinco discos llamados antiguamente LP, se separaron, pero esa es otra historia.

Cuando Rubén Blades se separo de la orquesta de Willie Colon e inicio su carrera ya como solista, sus primeras canciones aun sonaban con trombones, lo que hacía parecer que aun pertenecía a la orquesta de Colón, cosa que le quitaba originalidad, pero como lo genial que es, sustituyo los instrumentos de viento por xilófonos y el órgano, cosa que ya había hecho años antes Cheo Feliciano de quien Baldes es admirador. Otra gran obra musical en  salsa fue Maestra Vida compuesta por Blades y la que denomino a su música como  “FOCILA”  Folclor de Ciudad Latina, una denominación que quiso diferenciar de la palabra salsa, ya que esta palabra conllevaba una mezcla, una ensalada de músicas y ritmos afro latino y caribeños.

Este pequeño  ciberespacio, quedaría más pequeño aun si pudiéramos hablar de la salsa y todos sus componentes, Ismael Rivera, Miranda, Cheo Feliciano con esas joyas musicales de Juan Albañil y Trizas, el Conjunto Clásico, Celia Cruz, Tito Puente, Adalberto Santiago. Por esta parte del continente Oscar de León, Fruko y sus tesos de Colombia,  lamentablemente más al sur no se escucho salsa, lo lamento por ellos, Argentina, Chile,  Paraguay y demás países sureños, no gozaron de la melodía salsera. Mala suerte vecinos.

domingo, 19 de mayo de 2013

Atención positiva en el aula


En la mayoría de los casos las profesoras y profesores  son referentes importante para  sus alumnos, los niños siempre busca la atención de los adultos en cualquier contexto, y el aula escolar no es ajena de esto. Muy a menudo la atención de las profesoras refuerza alguna conducta problema que si no fuera por esa contingencia, tal vez habrían pasado sin mucho problema y no se volvería a presentar, a eso llamamos atención positiva, a la atención que se presta a la conducta adecuada. Pero suponiendo que la novata profesora haya propiciado sin querer que esa conducta problemática se repita, puede hacer lo siguiente:
 - Comunique a sus pequeños alumnos lo que espera de ellos. Los niños no sabrán comportarse si no le dicen los límites y el contexto en que está permitido tal conducta o no.
- Una vez comunicado el primer punto, obre por consecuencia, es decir,  refuerce la conducta que ha pedido que hagan. Si Ud. No valora la conducta que pidió, el niño no tendrá “motivo”, aún, de volverla a repetir.
-  Si la conducta problema no es muy grave – y digo esto porque en entrevistas con profesoras me refieren conductas que ellas creen que son graves, no siéndolo realmente, muchas son anecdóticas porque solo pasan una vez-  ignórelas. Ignorarlas quiere decir no prestarle miradas, palabras o gestos.
-  Una vez que Ud ha observado que la conducta problema no grave se deja de presentar, refuerce con su atención la conducta que le sigue. Si vuelve a presentar la conducta problema, vuelva a ignorar.
Lo que ocurre normalmente en el aula de clase, es que se presta atención a la conducta inadecuada, y a la conducta propositiva la ignoramos sin querer. Los profesores creen que “explicándole” a los niños para que “entiendan” que su conducta es negativa y que no deben hacer se le está dando la atención debida, esto lleva a un efecto contrario, hablándole y aconsejándole a los niños que eso no se debe hacer, precisamente se le está dando la atención que ellos quieren.
Las orientaciones antes expuestas deben ser de aplicación a todos los alumnos, constantemente, y en los lugares y horarios ya establecidos, los niños deben saberlo. Y los profesores respetarla y aplicarlas, los alumnos sabrán que las normas van en serio. ¡Ah! Y no se olvide, no castigue, salvo que sea absolutamente imprescindible, y lo imprescindible se aparece muy raramente.

sábado, 11 de mayo de 2013

Ansiedad condicionada

Los principios del condicionamiento clásico o respondiente, explica la relación directa, lineal  y lógica de estímulo y respuesta, ante una acción hay una reacción,  el estimulo percibido dispara de inmediato la respuesta como una reacción a la misma. Basada en las investigaciones de Pavlov, un estimulo que en un momento dado era neutro EN y no provoca respuesta alguna en el sujeto, cuando era apareado muchas veces con otro estimulo llamada incondicionado EI que si provoca cierta respuesta incondicionada RI, este estimulo neutro EN, se volvía por fuerza de relación en un estimulo condicionado EC que si provoca cierta respuesta condicionada RC en el sujeto. Explicaremos el experimento clásico plavoniano para que se entienda mejor. Se presento a un perro un estimulo incondicionado EI que era un pedazo de carne, el perro, reaccionaba con una respuesta incondicionada RI de salivación, nadie enseño al perro a salivar ante la presencia de la carne, decimos entonces que su respuesta incondicionada era natural de su especie porque tenía hambre, la carne era sabrosa etc, etc, etc, sus reflejos incondicionado de hambre y salivación por parte de su sistema digestivo se activaba sin ninguna condición salvo la presentación de la carne.  Pero Pavlov introdujo en este esquema el sonido de una campana, que vendría a ser el estimulo neutro EN que no provocaba la salivación del perro en un primer momento, este EN se presentaba segundos antes de presentar la carne EI y el perro salivaba RI. Después de varias presentaciones juntas, el sonido de la campana EN era suficiente para activar la salivación del perro RI, sin la presentación ya de la carne EI, volviéndose el sonido de la campana por principio de relación, ya en un EC y la salivación del perro en una respuesta condicionada EC. Y se decía que la salivación del perro era una respuesta condicionada por que de alguna manera aprendió a salivar por el sonido de la campana, que en un primer momento no provocaba la salivación. El perro entonces aprendió a salivar de forma condicionada. Este es uno de los principios del condicionamiento clásico.  
Esto lo sabe cualquier alumno de psicología, y no hemos escrito nada nuevo, pero era necesario explicarlo para poder entrar al mundo real y a menudo difícil del análisis funcional de la conducta.
Paciente de 15 años, ansioso cuando se enfrenta a situaciones sociales, se aleja del grupo, aunque quiere integrarse, teme hacer el ridículo y no sabe como invitar a salir a una chica que le gusta porque se pone nervioso, le suda las manos y se queda sin habla, por eso opta alejarse y evitar la situación. No es agresivo ni violento, de inteligencia normal promedio. De padres separados, presencio muchas riñas verbales entre ambos, gritos e insultos, su madre lo presionaba mucho haciéndolo sentir mal, era miedoso cuando niño y su madre reforzaba ese miedo acompañándolo antes de dormir y dejando la luz prendida. Comenzó a sentir esa sensación desagradable que da la ansiedad cuando empezó a frecuentar grupos de amigos a los cuales no sabía cómo tratar por que eran “más extrovertidos que yo y se la sabían todas” *.
No es posible en el análisis de la conducta dar exactamente en qué momento de su aprendizaje empezó a sentir la ansiedad, óseo el origen exacto, ya que todo tiene una causa, retrocederíamos hasta no sé donde para dar con el origen de esa ansiedad. En el análisis de la conducta, más que el cuándo, interesa las circunstancias que rodearon la aparición de la ansiedad y la reforzaron, felizmente, esto se puede saber por el contexto presente ¿Que es lo que “dispara” en el aquí y el ahora su ansiedad, bajo qué circunstancias? y así poder deducir que en el pasado bajo las mismas o parecidas condiciones, el joven aprendió a responder por generalización, con ansiedad. No hay que olvidar que la disposición genética, el aprendizaje y los patrones de conducta establecidos, ayudan a la aparición y mantenimiento de la ansiedad y a configurarse un una respuesta ya condicionada. Tampoco hay que olvidar que esa ansiedad tiene una función, una de ellas puede ser mantener el equilibrio en la situación en que se enfrenta, la otra, la de evitar la situaciones estresantes. Ambas ayudan a mantener  la ansiedad y a no combatirla.
En el joven que nos ocupa el presente artículo, al ansiedad vendría a ser la respuesta incondicionada en un primer momento, nadie le enseño a ponerse ansioso la primera vez que sintió eso cuando se vio expuesto a los gritos y presión de la madre, pero después aprendió a sentirlo - por generalización – cuando se unió al grupo. Se fijo el objetivo en función de su ansiedad, específicamente en él, evitar las situaciones sociales, entonces, podríamos decir que la ansiedad se mantenía por reforzamiento negativo. Es decir aumentaba su conducta de huida al grupo, para disminuir su sensación desagradable, disminuyendo la posibilidad de hacerle frente a la situación ansiosa y combatir su ansiedad. Se trabajo en su ansiedad evitando que huyera de la situación y ayudándolo a que le haga frente disminuyendo en poco tiempo la intensidad de su ansiedad. El condicionamiento clásico nos ayuda mucho en la comprensión del aprendizaje y mantenimiento de problema como la ansiedad y fobia.



jueves, 9 de mayo de 2013

Es difícil morir de amor

Cabe mucho dolor en el hombre, dolor de todo tipo, el físico y el otro, pero el dolor que mas cabida tiene en el hombre es el dolor causado por el amor, como empujado por una noria, el hombre enamorado renueva su amor cada día, aunque ese amor ya no esté presente, en eso ayuda mucho el recuerdo que reacciona ante los lugares, gustos, olores y momentos antes compartidos con quien ya no está. Casi nadie se casa con su primer amor, los que lo han hecho deben darse por bien pagados aunque después se hayan divorciado, lamentablemente para ellos, el recuerdo y el dolor aumenta más que en aquel que no se caso con su primer amor.
El amor es el único dolor que se aguanta hasta el final, se puede vivir con el dolor del desamor, de un amor que no fue, se puede casar, tener hijos, una familia, un hogar, y seguir pensando en su amor eterno, y eso no lo hace infiel, parecería que el hombre enamorado es de hierro, por la gran cantidad de sufrimiento que puede aguantar, es un sufrimiento que se hace parte de él, como si fuera una segunda piel que lo cubre del olvido, porque para ellos, olvidar es morir y ellos no mueren de amor, viven sufriendo que es más fácil, y paradójicamente, los hacen más felices, es que el recuerdo de un amor que no pudo ser, no muere, así como ocurre con el amor, así ocurre con el recuerdo. Así vive feliz, sufriendo pero feliz, aunque parezca mentira, hay gente que vive feliz sufriendo por un amor que no pudo ser. ¿Quiénes somos nosotros los psicólogos para decirle que olvide? Si olvidar para ellos es morir y prefieren vivir, aunque vivir sea  sufrir, pero vivir al fin.
Dicen que Dios nos hizo de barro, por eso aguantamos tanta desolación, si fuéramos de cristal  ¿no se moriría el hombre de amor fácilmente? ¿No se partiría el cristal con tanta pasión guardada? No estamos hablando del sentimiento venturoso de un Don Juan, estamos hablando del verdadero enamorado. Hay mucha gente, muchísima, que siguen por ahí enamorados de alguien de su pasado, aunque su presente le ofrezca más alternativas, es capaz de tomarlas, pero incapaz de olvidarla. Se debe morder los labios para no besar su recuerdo. Es triste, de acuerdo, pero es un sentimiento y puedes vivir con él.  La tristeza causado por otros no es productiva, esa tristeza aunque empática, no es placentera, pero vivir tu propia tristeza de unos besos que se dieron y ya no, tu propia tristeza que te dice que por tu culpa ella se fue, esa tristeza muchos la viven felices, y es que hay que estar en su zapato para saber que sienten y porque sienten así. ¿Qué podemos decir nosotros ante tanta muestra de amor no correspondido? ¿Qué podemos decir nosotros para que no sufra tanto? Nada es la respuesta, ante la primera pregunta nos asombraríamos que haya gente aun que ame con locura, que deje su edad en su recuerdo. En la segunda pregunta no podríamos decir no sufras, si cuando sufre, vive Aunque es más probable que ante ambas preguntas, ellas, por las que se sufren, no sepan nada.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Odiar

Dicen que el odio mata, te envenena el alma, no te deja vivir en paz, que cuando odias es como tener una enfermedad que te carcome las entrañas y mil cosas más. Estas expresiones verbales son reforzadas por la comunidad cuando te aconsejan que olvides algún daño que te han hecho y no odies. Pretendemos deshacernos de un sentimiento mediante palabras que suenen bien, pero no se puede reprimir emociones que están con nosotros hace ya centenares de miles de años, la verdad es que no es tan fácil como parece, ni tan cierto como dicen. He aprendido que la mayoría de las personas por lo general no hacen lo que dicen ni dicen lo que hacen. No es fácil perdonar, menos olvidar, creo que el ser humano no está hecho para perdonar, perdonar significa olvidar, y esto no ocurre, creemos que perdonamos cuando no hacemos nada en contra de esa persona que nos hizo mal, o perdonamos solo de palabras, pero nunca más volvemos a confiar en esa persona o simplemente nos conformamos con no verla nunca más, aunque la animadversión aun este allí. Eso no es perdonar.
Si una persona odia es por una causa, la validez moral de esa causa queda solo en aquel que odia, solo él puede dar el valor a su odio, nadie más. Y el odio muere con él, o con la persona odiada. Nadie – o muy pocos - odia a un muerto, aunque se puede odiar el recuerdo, la muerte es aquella maleta que se lleva dentro algunos sentimientos como el odio o el amor, y solo nos deja vacios que tenemos que llenar mediante el llanto o el recuerdo.
No Existe odio profundo, solo existe odio, y este puede ser dirigido a personas, cosas o acontecimientos, no siempre es destructivo, tiene su valor contracultural y anárquico, pero a la vez es constructivo  e impulsivo para muchas personas. ¿Odiaría Ud. a aquel que le arrebato la casa y lo dejo en la calle? ¿Al que hizo un daño irreparable a su familia? ¿al racismo? No al racista ¿Odiaría  Ud. la pobreza física y espiritual? ¿Al que mato a su hija después de una noche de copas? ¿Al que quiere reiteradamente destruirlo? Siendo el odio un sentimiento, emblema subjetivo de la emoción, puede estar camuflado bajo alguna conducta o un gesto, no siempre es objetivo ni comprobable, es decir, se puede odiar a una persona y esta no puede darse cuenta de ese odio si está bien escondido y guardado. Generalmente hacemos esto, guardamos la explosión emocional para cuando se pueda dejar explotar, en esto consiste precisamente los trastornos emocionales, la expresión de las emociones en contextos inadecuados y también de origen inadecuados, es decir, es distinto odiar a alguien que le hizo un daño irreparable, y odiar a una persona por que es diferente a nuestro color de piel. El primer odioso queda justificado, es la reacción emocional normal que tiene una persona ante el daño infringido por otro y que lo llevo a un gran sufrimiento. Es normal odiar a alguien que le ha hecho daño. Sería curioso y de una importancia  clínica, escuchar a una víctima que perdona  a su victimario, no digo que no se pueda dar, en las contradicciones humanas esta su particularidad y confusión, pero digo que no es la norma, y lo contrario no es anormal ni enfermo.
El segundo odioso sin embargo no queda justificado y esto más que normal sería enfermizo. Odiar a una persona por ser diferente a nosotros cae en el racismo y discriminación, odiar a alguien que no nos ha hecho ningún daño y solo por su presencia, es ser un fanático y no tiene justificación.
El psicólogo Daniel Coleman pone al odio como una emoción destructiva, yo creo que hay odios que pueden ser constructivos si están originados a combatir los anti valores sociales como la pobreza, la mentira y el engaño. ¿Quién no odia la corrupción? ¿Quién no odia al narcotráfico? ¿A la mentira? ¿A la traición? Hay odios que empujan a las personas a ser mejores y evitar la decadencia de la civilización actual. Desde la literatura, Prometeo encadenado odio a los dioses, Nietzsche odiaba la compasión inútil y nihilista del hombre débil, el hombre desde el existencialismo odia la responsabilidad que lo lleva a la angustia. Hay odios que rompen cadenas, pero también que gastan vitalidad y tranquilidad. Humanos al fin, tenemos que tomar como humano y normal ese sentimiento.  

FABLA SALVAJE

  Y para cerrar esta serie de artículos que trató de síndromes psicológicos étnicos o, si se quiere llamar, de psicología comunitaria, lo ...