La teoría de los marcos
relacionales (RFT) por sus siglas en ingles, es uno de los enfoques de tercera generación
del conductismo, es una aproximación psicológica sobre el lenguaje humano y la cognición, diría que
es la básica teórica y pragmática respecto al lenguaje, que sirve de puente
para comprender la relación entre cognición y conducta. Un marco relacional se
refiere a clases particulares de respuesta relacional, (Hayes, Barnes, Holmes y
Roche 2001) ¿y que relacionan?, pues estímulos
que son arbitrarios dentro de un contexto, también se pueden relacionar estímulos
entre contextos y hasta se pueden relacionar contextos con contextos, la combinación
de estímulos arbitrarios usando el lenguaje son amplios y variados y pueden ejercer control
contextual a la conducta, este control contextual es lo que conocemos como contingencias
de reforzamiento.
Para el conductismo el
pensamiento es una conducta verbal, generalmente privada, con un tono de voz
bajo, tan bajo que solo el hablante lo escucha. La particularidad de esta definición
objetiva del pensamiento, es que le quita subjetividad. Tradicionalmente el
pensamiento se ha visto rodeado de un halo de misterio que ha llevado a
conceptos análogos como inteligencia, solución de problemas, abstracción,
incluso forma parte de lo que se conoce tradicionalmente como mente, ahondando más
el misterio y lo abstracto del término. Sea como fuere, todo pensamiento está
compuesto por un lenguaje, y este, por un sistema de códigos y símbolos que son
descifrados, ya sean de forma escrita o verbalmente con voz de tono moderado
(lo que sería el habla) que la comunidad verbal escucha ratifica y refuerza, o
con tono de voz mínimo que nadie más que el hablante escucha y que sería el
pensamiento propiamente dicho.
El análisis verbal pragmático es
la definición del proceso de analizar verbalmente las situaciones diversas con
las que nos enfrentamos, es una forma práctica y alternativa de actuar sobre
las situaciones para que estas cumplan funciones verbales y nos permitan
analizar y componer o descomponer el contexto hacia formas más fáciles de comprensión
del contexto usando el lenguaje, si hacemos esto, se dice tradicionalmente que
estamos “razonando”.
Si el termino pensamiento reúne una
conducta o actividad verbal, un análisis pragmático, y es una actividad privada,
podemos definirlo como una actividad verbal privada que analiza de forma práctica
el ambiente para cambiar sus funciones y hacer acciones nuevas. Para Hayes (2001)
esto es una forma de solución de problemas, pero no de la forma tradicional,
que consiste en toda una actividad secuencial compuesta por definir el
problema, obtener información de ese problema, buscar soluciones, sopesar las
soluciones, es decir evaluarlos y elegir una, comprobarlas y si no es la solución
volver a evaluarlas.
Para Skinner un problema se
presentaba cuando no se encontraba la conducta para que un reforzamiento se
produzca. Y para solucionarlo se debe manejar las variables que hacen más
probable ese reforzamiento. Para la teoría de los marcos relacionales la
ausencia del reforzamiento da lugar a enmarcar relacionalmente los eventos
antecedentes y consecuentes orientados a la búsqueda de ese reforzamiento.
Entonces para solucionar problemas
del tipo ¿Qué es lo importante para mí? ¿Me caso o no me caso? asuntos relacionados
a trabajo y otras situaciones, la meta y solución pasa por encontrar las
consecuencias posibles a la acción a enfrentarse y seleccionar algunas de
ellas, enmarcando estímulos, eventos y contextos de manera verbal de forma práctica
y de forma individual.
Pongamos un ejemplo: Ante la depresión
de un cliente que trata de luchar con su problema, el terapeuta conductual
puede decir algo como esta metáfora que de por sí ya compone un evento
relacional de estimulas: “Luchar contra la depresión es como luchar contra
arenas movedizas”. Este marco relacional contiene elementos iguales aunque en
diferentes contextos que sirven para esclarecer al cliente que si lucha contra
su depresión como si esta fuera una afección sin remedio, se hundirá (véase que
la depresión etimológicamente viene de una bajada, hundimiento etc.) puede ofrecérsele
un análisis verbal pragmático que contenga enmarcadas los antecedentes y
consecuentes del control ambiental de su conducta depresiva, hacerle frente y
aceptarla, manejando la sintomatología de su depresión, no luchando contra ella.
Eso es lo que hace precisamente la terapia de aceptación y compromiso.
Para mas información relacionada
al tema remito a los trabajos de Hayes. Gifford., Townsend y Barnes-Holmes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
haz tu comentario aqui