El
enfoque o los enfoques que nos dicen que toda la vida social de la humanidad está
regida bajo leyes deterministas que siguen ciertos designios, y que sus principios
se cumplen al pie de la letra desde el
inicio hasta el final, que está regida
por fuerzas sobrenaturales o naturales, pudiendo incluso predecir hechos
futuros, se llama historicismo. El desarrollo de los hechos históricos puede
transitar por una línea continua sin distracciones, o también pueden transitar
por sistemas históricos que interrumpe su línea del tiempo, dando paso a nuevos
sistemas sociales que contienen elementos de los sistemas ya superados.
Este
historicismo lo componen ciertas disciplinas o ciencias que en el transcurso de
su desarrollo, se han visto en la necesidad de basar sus conclusiones a lineamientos ya trazadas. Socialmente, el
influjo del historicismo es en parte funesto para el mismo desarrollo de las
sociedades. En otras ocasiones, ha dado inicio a ciertas historias de pueblos
comprometidos con el cambio.
La idea
de un Dios que rige los designios de la humanidad es historicismo. El pueblo judío,
el elegido de Dios, marco el destino del cristianismo, crucificando a Cristo.
Todo está consumado dijo este en la cruz, hasta su propia vida, pasión y
muerte.
En el
siglo XVI Lutero marco otra doctrina de predeterminación humana, basada en los
escritos de San Pablo y San Agustín, “Los cristianos se salvan por la fe, no
por sus actos, y es la Providencia divina la que otorga o no esta fe” Lutero
llego a negar la doctrina del Libre Albedrio de San Agustín. Todo está hecho, no
hay esperanzas. Aunque la reforma de Lutero tenía un tinte eminentemente
religioso, tuvo influencias importantes para el desarrollo económico que se
sintieron hasta el siglo XX, remito al lector a la obra de Max Weber “La ética protestante
y el espíritu del capitalismo”.
En la economía
por su parte, la doctrina de Marx determino que el sistema económico regia los
designios de la lucha de clases, para Marx la determinación económica daba
lugar a la conciencia social, los sistemas de producción formaban sociedades, países,
hombres y conciencias. Para el socialismo, la mente es solo un reflejo de la
sociedad, y esta, una determinación por su sistema de clases.
El
racismo por su parte también es un historicismo biológico, la “superioridad blanca”
expuesta por los nazis, era la justificación de la superioridad social que se apoderaría
del mundo, predestinados como estaban, a ser superiores a las demás razas, nos
dieron una lección en pleno siglo XX de cómo una de las naciones más cultas de
esa época, podría ser también una de las mas cínicas, indiferentes y
sanguinarias. Las razas, herencia del evolucionismo darwiniano, determinaba la supervivencia
del más fuerte, del más capaz, sin caer en la cuenta que la evolución natural
acabo su curso con la aparición del hombre, que se convirtió de un ser
primitivo a un ser racional, asunto en que muchos discreparan –en lo de ser racional
- y que posiblemente este yo de acuerdo.
En la filosofía
de la historia podemos encontrar a Spengler que nos dice que “ Las sociedades y
culturas son como plantas. Y como estas tienen su carrera vital predeterminada,
atraviesan la juventud, la madurez, para caer en una inexorable decrepitud” En
su libro “La Decadencia de Occidente” Spengler determina como destino final la
muerte de la cultura occidental que ya no se revitaliza, su decadencia no es de
existencia, sino de grandeza y renovación. La
observación etérea y simbólica que Spengler
hace de las culturas antecesoras a la nuestra,
su certidumbre interior que llena el
pensamiento artístico, religioso y mitológico que el llama el sino del destino
– la lógica del tiempo – envuelve a quien
acepta su punto de vista en un pesimismo profundo sobre el futuro de Occidente.
Ese mismo pesimismo que tenían los griegos, quienes
creían que la vida era un eterno sufrimiento, y que los hombres eran manejados
por la voluntad de los dioses, ni siquiera por uno, sino por todo el comité Olímpico,
haciendo más confuso la responsabilidad del sufrimiento.
La psicología también
tiene su propio historicismo en el psicoanálisis, este determinismo es
irrefutable, es un dogma, explica todo, no tiene errores, no comprueba ni
verifica. Aunque en sus nociones de las pulsiones, libido y economía de energía,
el psicoanálisis tome principios físicos y materialistas, las otras nociones
como inconscientes, ello y superyó le dan un valor agregado más próximo a lo
sobrenatural e inaccesible. Sus metáforas como el complejo de Edipo le dan
un valor de literatura fascinante difícil de comprobar. Según Bunge (1959) los
psicoanalistas al igual que los comunistas, poseen un cuerpo de creencias más
que un cuerpo de conocimiento de la realidad. Incluso el psicoanalista Jaques
Lacan (1996) creía que el psicoanálisis no debería ser considerado ni siquiera
entre las ciencias sociales o humanas para no subordinarse a las ciencias
exactas.
Para bien de la
ciencia psicológica, los determinismos no son hechos eternos, puede ser o
no. La escuela conductista a diferencia
del psicoanálisis, considera que aparecido el hecho o fenómeno, es reforzado
con un estimulo que a partir de esa experiencia lo determina, pero ese
determinismo puede modificarse porque es aprendido, no innato. Es decir la
conducta del hombre no aparece determinada para ser reforzada, sino que al
aparecer, es reforzada y que a partir de ahí es determinada, hasta que cambien
el contexto de su determinación.
Y Ud. amable
lector que opina ¿existe el historicismo?
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