miércoles, 15 de mayo de 2019

Como detectar el riesgo de violencia en la pareja


En el problema de la violencia contra la mujer y los miembros del grupo familiar se ve una serie de formas de violencia que el maltratador ejerce sobre ellos, desde los tipos de violencia como son la sexual, psicológica, física y económica, hasta la modalidad que toma cada una de ellas, por ejemplo tenemos al maltratador psicológico el agresor físico que agrede a la mujer pero no la deja grave, está el potencial asesino, y aquel que no pasa la manutención económica, por supuesto que todas estas formas de violencia son tan grave, ni una es menos que la otra, pero entre estos tipos de maltratadores tendrán perfiles psicológicos distintos, la detección de la peligrosidad es una necesidad imperiosa para evitar feminicidios, pero vamos por parte: El riesgo es la contingencia o proximidad de un año, debemos entender esto dentro del marco de la violencia contra la mujer, como la posibilidad de ocurrencia de conductas que le hagan sufrimiento, daño o muerte a la mujer.

Se ha identificado que conductas de la pareja conllevan riesgos a causar feminicidios:
-          Violencia física y el aumento de la frecuencia de los incidentes violentos.
-          Aumento de la gravedad de las lesiones físicas.
-          Amenazas de muerte, amenaza o uso de armas u objetos.
-          Intentos fallidos de homicidios.
-          Intentos fallidos de separación por parte de la mujer
-          Acoso o entrada sin autorización en el domicilio de la mujer después de la separación.
-          Agresiones sexuales en el matrimonio.
-          Estar obsesionado con la pareja.
-          Consumo de alcohol y drogas.
-          Impulsividad, historia de depresión, intento de suicidios.
-          Quebranta las órdenes judiciales de alejamiento.
-          Si el agresor tiene problemas económicos o carece de red de apoyo.

Establecer un cálculo de riesgo, aunque esto conlleve cierta dificultad ayuda a tomar conciencia, soluciones a la víctima y decisiones a la autoridad (Maden 2007).

El perfil psicológico del agresor ha sido materia de estudios diversos, pero se han circunscrito a las características de estos perfiles, podemos saber gracias a esos estudios porqué de la conducta violenta y se puede implementar medidas contra eso. Sin embargo, en el ámbito de la predicción de la conducta violenta los métodos de evaluación psicológico no han satisfecho del todo a lo exigido en la problemática ya que se ha evaluado principalmente la peligrosidad del agresor tomando en cuenta la “intención” su historia criminal, enfermedad mental factores que no necesariamente están en los agresores de pareja.

El estudio de los tipos de peligrosidad se ha determinado por dos tipos de procedimiento: la clínica forense, o la tipología del agresor, la primera evalúa rasgos de personalidad, como agresividad, egocentrismo etc. mediante la entrevista y datos obtenidos de los procedimientos habituales. Por la tipología del agresor ve el perfil delictivo (agresor acosador terrorista) ambas son buenas, sin embargo, con poca precisión predictiva (Andrès-Pueyo.2009).

Esto podría darnos un falso negativo, es decir las personas pueden ser valorados como no peligrosos y sin embargo cometen violencia contra su pareja. O falso positivo se valora a la persona como peligroso, pero sin embargo no va a cometer conducta violenta, con las consecuencias negativas que en ambos casos conlleva.

¿Entonces como valoramos el riesgo? Se estima que para predecir la conducta violenta no se necesita saber las causas, si no, el contexto en que esta se desarrolla y los factores de riesgos asociada a ella, en este sentido existen  Escalas que valoran el riesgo de violencia grave contra la pareja o expareja y se aplica tanto en el juzgado, comisaria y el ámbito forense y tienen puntos de corte que permiten cuantificar el riesgo (bajo moderado y alto). La Escala más conocida es la de Echeburùa aplicada en España, cuyos ítems agrupan diversas categorías como datos personales, situación de pareja, tipo de violencia, perfil del agresor, y vulnerabilidad de la víctima.

En nuestro país en el marco de la Ley 30364 se aplica igualmente una “Escala de Valorización de Riesgo” en el ámbito policial, judicial y en el Centro de Emergencia Mujer, en donde se valora, cuantifica y analiza los riesgos y ayuda a gestionar la prevención del feminicidio, esta Escala se centra en los antecedentes de violencia en la pareja, la relación de pareja y la vulnerabilidad de la víctima, es de aplicación obligatoria para gestionar los planes de atención y cuidado de la víctima y evitar feminicidios.


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