En la difícil tarea de educar a los hijos, los
padres nos vemos en la imperiosa necesidad de decidir en cuestiones de segundos
las consecuencias que le siguen a las conductas adecuadas e inadecuadas que
realizan los hijos, por lo general, a la conducta inadecuada le sigue un
castigo y a la conducta adecuada no siempre le sigue un premio. Castigo y
premio en el ideario popular son formas e ideas de disciplinar a nuestros hijos.
Creemos, tenemos ideas, formas de
criar, de educar, la mayoría la aprendimos en casa, luego en la sociedad, pero
pocas con sustento científico, por ejemplo creemos que la violencia, la
agresión y el maltrato son efectivas en los niños, y que dan efectos rápidos,
sin embargo se verifica que tienen corta duración, y no solo eso, sino que
enseña a los niños a castigar de la misma manera..
La mayoría de las formas de
crianza del niño en el siglo próximo
pasado, han estado influenciadas por creencias antiguas y sin fundamento
empírico, y cuando me refiero a antiguas, me estoy refiriendo a generaciones
varias que tradicionalmente han heredado
la creencia de que por ejemplo, la relación madre-niño en la primera infancia
es fundamental para el desarrollo posterior de la vida adulta sana, normal y
feliz, y que los niños sin madres que lo atiendan determinaría una vida adulta
dura, sin expresiones de cariño y hasta violenta. Conceptos como el apego
influenciaron en parte estas creencias, aunque fue un descubrimiento hecho por
la etología y la experimentación en la
que se le conoce como el efecto “troquelado” observada por el naturalista
Heinroth y seguida por Konrad Lorenz, consistió en la observación a gansos al
momento de nacer, estos, seguían a la primera figura que ellos veían al momento
de su nacimiento, si era humano, lo seguían a donde vaya, aunque posteriormente
socializara con los de su misma especie, volverían a seguir a los humanos
cuando estos pasaran por su lado. La teoría del Apego, como una analogía, fue
estudiada y desarrollada posteriormente en los humanos por Bowlbyn como parte
del “periodo crítico” que pasan los niños en su formación hacia una
personalidad socializada. Los periodos críticos eran estadios en los cuales era
fundamental su adecuada transición para seguir desarrollos posteriores hacia
una vida adulta y feliz. Si estos
“periodos críticos” no eran vividos
adecuadamente, determinaría que los niños desarrollaran ciertos problemas
psicológicos graves como delincuencia, perversidad entre otras, y el adecuado
desarrollo del apego en la primera infancia, cumplía con el periodo crítico
infantil de la relación madre niño y la socialización.
Eso se creía, pero sin embargo
experiencias con niños de albergues que, aunque si bien es cierto presentaban
un desarrollo de la inteligencia menor que grupos de control que se criaban con
sus madres, los resultados no eran concluyentes, debido a que las variables
estudiadas no eran claras, en la medida en que no explicaban si el hecho de que
no desarrollaran la inteligencia, se debía a falta de estimulación temprana o
la ausencia de madres sustitutas. Para que estas clases de investigaciones
tengan consistencia deben ser trasversales, es decir verificadas en el tiempo,
y el problema de las investigaciones médicas y psicológicas es que no se pueden
hacer con humanos, sin embargo si es licito seguir el desarrollo en ambiente
natural de niños en albergues de crianza.
Elizabeth Lomax, en su libro
pautas científicas del cuidado infantil, da cuenta de algunas investigaciones
como la de Dennis -1957-1960 sobre las causas de retraso mental en niños de un
albergue en Beirut, en realidad las investigaciones se realizaron en los años
treinta, pero fueron divulgadas en el 57 y 60, los niños fueron comparados con
un grupo de niños criados por sus madres. En resumen, el albergue era una institución que tenía tres
ambientes el primero y el segundo con condiciones mínimas de estimulación
temprana, ya que las cuidadoras eran de una por cada diez niños, y el tercero
si con las condiciones adecuadas para el desarrollo de la inteligencia, Dennis
observo que tras la prueba de inteligencia de Catell en niños de dos años, los
niños del primer y segundo albergue mostraban un retraso en comparación con los
niños criados por sus madres, , sin embargo si eran trasladados al tercer
ambiente, mostraban un avance comparativo con los niños que eran criados por
sus madres. Finalmente quedo claro para Dennis, que eran un defensor de la
importancia de la maduración cerebral para el éxito del desarrollo mental, que la experiencia social y la estimulación temprana, .más que la
presencia de la madre, era un factor importante para el desarrollo posterior
adecuado infantil.
Creencias como estas, como la
violencia y la relación importantísima e imprescindible de la madre, no son
fundadas en investigaciones empíricas, son creencias aprendidas sin fundamento,
y es una responsabilidad realizar tales investigaciones a favor de los millones
de niños que tiene la ausencia de la madre y que no pueden ser estigmatizados
como huérfanos reforzándole su desesperanza y determinando que por el hecho de
no haber sido criado por la madre, saldrá
un delincuente, un retrasado o un pervertido.
La estimulación temprana y la interacción social
adecuada, además de personas cuidadoras especializadas, pueden suplir este
drama, hacia formas de crianza que ya no se basen en creencias antiguas y sin
fundamento, si no comprobaciones científicas.
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