domingo, 31 de enero de 2016

Creencia y crianza

En  la difícil tarea de educar a los hijos, los padres nos vemos en la imperiosa necesidad de decidir en cuestiones de segundos las consecuencias que le siguen a las conductas adecuadas e inadecuadas que realizan los hijos, por lo general, a la conducta inadecuada le sigue un castigo y a la conducta adecuada no siempre le sigue un premio. Castigo y premio en el ideario popular son formas e  ideas de disciplinar a nuestros hijos.
Creemos, tenemos ideas, formas de criar, de educar, la mayoría la aprendimos en casa, luego en la sociedad, pero pocas con sustento científico, por ejemplo creemos que la violencia, la agresión y el maltrato son efectivas en los niños, y que dan efectos rápidos, sin embargo se verifica que tienen corta duración, y no solo eso, sino que enseña a los niños a castigar de la misma manera..

La mayoría de las formas de crianza del niño  en el siglo próximo pasado, han estado influenciadas por creencias antiguas y sin fundamento empírico, y cuando me refiero a antiguas, me estoy refiriendo a generaciones varias que tradicionalmente  han heredado la creencia de que por ejemplo, la relación madre-niño en la primera infancia es fundamental para el desarrollo posterior de la vida adulta sana, normal y feliz, y que los niños sin madres que lo atiendan determinaría una vida adulta dura, sin expresiones de cariño y hasta violenta. Conceptos como el apego influenciaron en parte estas creencias, aunque fue un descubrimiento hecho por la etología y la experimentación  en la que se le conoce como el efecto “troquelado” observada por el naturalista Heinroth y seguida por Konrad Lorenz, consistió en la observación a gansos al momento de nacer, estos, seguían a la primera figura que ellos veían al momento de su nacimiento, si era humano, lo seguían a donde vaya, aunque posteriormente socializara con los de su misma especie, volverían a seguir a los humanos cuando estos pasaran por su lado. La teoría del Apego, como una analogía,   fue estudiada y desarrollada posteriormente en los humanos por Bowlbyn como parte del “periodo crítico” que pasan los niños en su formación hacia una personalidad socializada. Los periodos críticos eran estadios en los cuales era fundamental su adecuada transición para seguir desarrollos posteriores hacia una vida adulta y feliz. Si  estos “periodos críticos”  no eran vividos adecuadamente, determinaría que los niños desarrollaran ciertos problemas psicológicos graves como delincuencia, perversidad entre otras, y el adecuado desarrollo del apego en la primera infancia, cumplía con el periodo crítico infantil de la relación madre niño y la socialización.

Eso se creía, pero sin embargo experiencias con niños de albergues que, aunque si bien es cierto presentaban un desarrollo de la inteligencia menor que grupos de control que se criaban con sus madres, los resultados no eran concluyentes, debido a que las variables estudiadas no eran claras, en la medida en que no explicaban si el hecho de que no desarrollaran la inteligencia, se debía a falta de estimulación temprana o la ausencia de madres sustitutas. Para que estas clases de investigaciones tengan consistencia deben ser trasversales, es decir verificadas en el tiempo, y el problema de las investigaciones médicas y psicológicas es que no se pueden hacer con humanos, sin embargo si es licito seguir el desarrollo en ambiente natural de niños en albergues de crianza.

Elizabeth Lomax, en su libro pautas científicas del cuidado infantil, da cuenta de algunas investigaciones como la de Dennis -1957-1960 sobre las causas de retraso mental en niños de un albergue en Beirut, en realidad las investigaciones se realizaron en los años treinta, pero fueron divulgadas en el 57 y 60, los niños fueron comparados con un grupo de niños criados por sus madres. En resumen, el  albergue era una institución que tenía tres ambientes el primero y el segundo con condiciones mínimas de estimulación temprana, ya que las cuidadoras eran de una por cada diez niños, y el tercero si con las condiciones adecuadas para el desarrollo de la inteligencia, Dennis observo que tras la prueba de inteligencia de Catell en niños de dos años, los niños del primer y segundo albergue mostraban un retraso en comparación con los niños criados por sus madres, , sin embargo si eran trasladados al tercer ambiente, mostraban un avance comparativo con los niños que eran criados por sus madres. Finalmente quedo claro para Dennis, que eran un defensor de la importancia de la maduración cerebral para el éxito del desarrollo mental,  que la experiencia social  y la estimulación temprana, .más que la presencia de la madre, era un factor importante para el desarrollo posterior adecuado infantil.

Creencias como estas, como la violencia y la relación importantísima e imprescindible de la madre, no son fundadas en investigaciones empíricas, son creencias aprendidas sin fundamento, y es una responsabilidad realizar tales investigaciones a favor de los millones de niños que tiene la ausencia de la madre y que no pueden ser estigmatizados como huérfanos reforzándole su desesperanza y determinando que por el hecho de no haber sido criado por la madre,  saldrá un delincuente, un retrasado o un pervertido.

La  estimulación temprana y la interacción social adecuada, además de personas cuidadoras especializadas, pueden suplir este drama, hacia formas de crianza que ya no se basen en creencias antiguas y sin fundamento, si no comprobaciones científicas. 

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