lunes, 1 de junio de 2015

Intervención psicológica en el aula

TDAH Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

3.-  Lo que no se conoce no se entiende, y lo que no se entiende no es motivante (reforzante), uno de los pilares en que se basa la hermosa profesión de la docencia es la que el alumno llegue  entender lo que se le enseña. Eso es trabajo del docente usando las técnicas que ellos conocen para verificar si el alumno ha llegado a comprender, y una de ellas es que el alumno repita y explique lo aprendido, usando sus propias palabras, explicando relaciones entre frases o temas enseñados, interpretando de acuerdo a su nivel de edad, y llevando esa interpretación a su realidad, a las vivencias de la vida diaria, cuando sale con sus padres, cuando juega etc. Comprender también es saber que quiere decir el autor de un texto con lo que ha escrito y desde ahí llevarlo hacia otras situaciones, su situaciones, la del niño. 

La aplicación de lo que se aprende a la vivencia practica desarrolla el pensamiento abstracto en los niños, de acuerdo a su nivel de desarrollo cognitivo, se puede aplicar y decirles “a ver cómo puedes usar lo que dice esta fabula en otras situaciones de tu vida, por ejemplo en la casa cuando estas con mamá” este uso de lo que dice la fabula en otras situaciones permite al alumno manejar, transformar y discriminar esa información, realizar acciones nuevas parecidas o distintas con alguna relación con la original, y los niños hiperactivos no son la excepción, de una forma lúdica y estratégica-como por ejemplo herramientas de recordatorios del tema- se puede hacer que los niños hiperactivas presten atención a lo que el docente enseña, y lo que es mejor comprobar que están aprendiendo, no se olvide reforzar, y no olvide menos aun, que lo que enseña y la forma de enseñarlo debe completar ese reforzamiento, lo que después se convertirá –el tema y el aprendizaje, reforzante por sí solo, o como dicen por ahí……..niños motivados para aprender.

El autoconocimiento  o reconocimiento de sus emociones también es fundamental en estos niños. Las variadas emociones que conforman la llamada esfera afectiva de las personas  no aparecen por si solas, son consecuencias, siguen a, aparecen después de, y solo son sentidas, también, en ocasiones interpretadas, por lo general de manera errónea, que traerán otras consecuencias de las que a menudo se pierde el control. Si las emociones son sentidas y manifestadas por indicadores fisiológicos, de las que a menudo los niños no saben interpretar y controlar, ese control e interpretación deben dárselas desde fuera de ellos. 

El aprendizaje de las emociones de los niños hiperactivos muy propensos a actuar emocionalmente –en casi todos los niños en realidad – parte de un autoconocimiento de lo que sienten, pero ese autoconocimiento no debe ser dejado al desarrollo “natural de la conciencia” sino que debe recibir ayuda del exterior, enseñándoles a saber si están enojados, alegres o tristes, hacerles saber los indicadores fisiológicos de lo que sienten y que ocurrió antes de ese sentimiento –al antes me refiero a la situación y todos los involucrados, incluso sus pensamientos -para que reconozcan las situaciones que lo provocaron (antecedente) que es lo que siente (conducta) aprendiendo a  discriminar y controlar situaciones que lo llevaran a sentirse alegre, triste o molesto (consecuencia), el maestro debe dar más atención a las consecuencias, pues estas mantendrán la conducta adecuada o inadecuada.



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