sábado, 17 de mayo de 2014

Piense en conducta

Tanto el lenguaje común como el pensamiento y sentido común nos acostumbra a  clasificar bajo una palabra: sentimientos, creencias, y actos, por ejemplo “es un aburrido”  “Es amargado”, “es débil” “Esta enfermo” “es caprichoso” “es claustrofóbico, agorafobico” etc. Este tipo de lenguaje se hace común y en cierta charla coloquial se hace entender para seguir la conversación, por otra parte en el sector de la salud, se clasifican los problemas de los pacientes bajo rótulos y etiquetas que a menudo se queda como un tatuaje en la historia del paciente, un tatuaje que es difícil borrar que lleva a prejuicio y hasta discriminación.
Como dije, mientras se manejen en el sentido común todo está bien, el problema llega cuando se  quiere tratar estos problemas, es ahí en donde el lenguaje común no ayuda mucho a la descripción del problema y al tratamiento. Lo que sugiero a las personas es que cuando se enfrenten a algún problema psicológico o tengan un familiar con quien tratar, piensen en términos de conducta, ¿qué quiere decir esto? Es ver el problema en actos, “desmenuzarlos” en unidades que se puedan ver y medir. Decir que Luisito de cinco años “hace pataletas” puede hacer pensar que el niño es tremendo y caprichoso, terco y voluntarioso, pero decir que “grita y llora hasta el suspiro cuando su madre no le compra lo que pide, que además se quiere quitar la camisa cuando su madre le niega algo en la calle y golpea con el taco del zapato para hacer bulla” me dirá en qué momento hace su “pataleta” y con quien. Una “pataleta” no puede ser observada ni medida, pero sí el lloriqueo y el grito y todo lo demás, que no me va dejar hacer suposiciones ni inferencias sobre los procesos interno  de la “pataleta” de Luisito.
Si decimos que “el señor Juan tiene pensamientos pesimistas que reflejan su triste historia amorosa, donde termino solo sufriendo” estaremos especulando y suponiendo que el pensamiento pesimista del señor Juan se debe a eso. Estos inventos y suposiciones como sabemos se debe a un aprendizaje de parte de la comunidad social que por medio del lenguaje  aprendemos a suponer y clasificar de cierta manera todos los casos, sin tener la veracidad de que su rompimiento amoroso- uno de ellos, digamos el cuarto- este haciendo su parte en el problema, la relación directa entre su cuarto amor frustrado y su pesimismo actual es por decir lo menos dudosa.
Pero si decimos que “el señor Juan tiene pensamientos pesimistas solo por las noches y cuando está acompañado de otras personas tomando café que refuerzan su conversación de desastres y mala suerte” estaríamos dando datos importantes y describiendo donde, cuando y con quien demuestra su pesimismo el señor Juan.

Para terminar, la conducta es todo lo que puede ser observado y medido en la persona, incluyendo la emoción, el pensamiento –esto ya ha sido zanjado y aceptado en psicología hace años-y el lenguaje o conducta verbal. Piense en conducta y no suponga.

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