Mucho se le ha criticado al conductismo el hecho de
que en su explicación de las causas del comportamiento, dé más importancia a la
influencia del ambiente que a eventos
internos como la actitudes, creencias, sentimientos, voluntad, aspectos
genéticos o hereditarios; la mayoría de estas críticas, no tienen
fundamento y parece que no supieran de lo que se trata,
algunas de las criticas, entre otras, son: que no toma en cuenta los
sentimientos de las personas, que en sus inicios las investigaciones se
hicieron con animales, que no es humanista, que niega la mente y las emociones,
que es muy técnica, que no es profunda ni penetra en la intimidad de la mente y muchas más. Muchos ignoran también- y es una
ironía - que a Frederick B. Skinner, el psicólogo conductista más importante de
la segunda mitad del siglo veinte, representante del conductismo radical y del
condicionamiento operante, disciplinas consideradas anti humanistas, se le haya
concedido el premio “Humanista del año” de la American
Humanist Association en 1972.
El término humanismo desde su origen griego, viene
de “humanitas” que se refiere a la humanidad. Su significado común y corriente
es eso, pero con Cicerón el término
tiene también otra connotación en donde enmarca perfecto el conductismo, y se
refiere a la educación del hombre de acuerdo a su verdadera forma humana, de
acuerdo a su ser.
¿Y qué es el ser? ¿De que esta hecho? Cuál es la
verdadera relación del organismo humano dentro del ambiente que lo rodea y lo
influye? Si creemos que conocemos la forma verdadera del ser, hablando de un
alma o espíritu conforme lo propuesto por Descartes, estaremos andando de tumbo
en tumbo sin llegar muy lejos. ¿Acaso el ser, es un organismo en medio del
ambiente? ¿Acaso pertenecemos a un sistema natural, sujeto a leyes naturales, a
la par de la manzana de Newton que cae al suelo por la Ley de la gravedad? Parece
que esa respuesta es más fiable y objetiva, al menos es un punto de vista lógico
y comprobable, ahora bien, esta respuesta si es afirmativa, me obliga hacer
otra pregunta: ¿Y cómo este organismo forma relación con estímulos externos? ¿En
qué medida esa relación influye o modifica el comportamiento humano, sus causas
y consecuencias? ¿A qué leyes naturales se somete esa manipulación y esa
influencia? Si supiéramos la cuarta parte de las respuestas de estas preguntas, habremos avanzado algo. Afortunadamente
el conductismo propone en su análisis, no evitar ni esconder las emociones y
creencias, sino evitar darles fuerza de causa del comportamiento, en cambio
propone verlas como consecuencias de eventos que ocurren en el ambiente en
estrecha relación con el organismo. Esta forma de verlas, no les quita su carácter
humano, no evita tenerlas en cuenta, ni disminuye su valor terapéutico.
Uno de los nefastos efectos de considerar como
causa del comportamiento, eventos que se desarrollan dentro de las personas, es
que puede llegar a hacer una diferenciación importante entre ellas, por
ejemplo, si hablamos de la inteligencia, diferenciaremos entonces entre personas
inteligentes y no inteligentes, y hasta pudiéramos darle el valor necesario
según la inteligencia de cada uno. La cosa se agrava si decimos que ciertas
capacidades humanas se deben a cuestiones biológicas o hereditarias, bajo este
enfoque debemos suponer que un alumno, hijo de un matemático, debe ser muy
bueno en matemáticas, el hijo de un deportista, bueno en deporte y así por el
estilo. Otro ejemplo seria de aquel alumno que no rinde en sus estudios y tiene
un bajo rendimiento académico durante largo tiempo, inmediatamente podemos
pensar que “hay algo que no anda bien en él”, en vez de analizar la historia de
aprendizaje de este alumno, y la del hijo del matemático, esta historia incluye
sus hábitos de estudios y como ha sido estimulado. Yo pregunto si esta forma de
analizar o ver el problema de las causas del comportamiento, nos pueda llevar
al peligro de discriminar a las personas, tanto por su raza, herencia,
aptitudes y capacidades, al más puro estilo platónico cuando ideo su utópica administración
política del Estado. ¿Es esto humanismo?
A muchas personas no les gusta que incluyan al ser
humano entre la especie animal, ¿Pero donde si no, ubicaremos a nuestro
organismo dentro del sistema natural del mundo? Claro que no somos igual a los demás
animales, somos una especie de animal superior, que compartimos con los demás
seres ciertas características naturales de responder a estímulos. ¿Acaso esto
no es una forma de diferenciarnos de ellos? Las capacidades humanas no son
eventos que se excluyen de cualquier investigación, pueden ser sujetas también
a control sin perder su superioridad y singularidad ante las demás especies. En la diferencia con las demás especies la que
nos da nuestra singularidad en el mundo, la diferencia más allá de igualdades
nos hace realmente humanos, no basta con teorías, deben ser comprobadas, ¿O
acaso es más importante creer que la moral es inherente a nuestra especie y no querer
aceptar que hay seres humanos que no tienen moral? ¿O acaso seria más
importante, como propone el conductismo, saber cuál es la mejor forma de establecer
parámetros y ambientes en donde los seres humanos aprendan la construcción social
de lo que llamamos moral?
¿Acaso no es humanismo decir que las sociedades
ejercen un control inadecuado sobre los seres humanos que lo lleva a comportarse
“bien” solo por miedo y evitar el castigo, y no por libertad ni decisión propia?
La libertad para el conductismo realmente no existe, solo existe ambientes
naturales, que si ejercen mecanismos coercitivos lo menos posible, y aumenta
los estímulos adecuados a las conductas adecuadas, provocaran que las personas tengan
la probabilidad más elevada de comportarse de manera adecuada., ya sin miedo al
castigo. Lo que socialmente se llama actuar por “voluntad”.
¿Acaso no es humanismo, decir en la terapia que el
castigo no es recomendable aplicarlo, porque enseña también a castigar, provoca
ira y resentimiento, además de baja autoestima y que más bien se establezcan
las condiciones necesarias, para dar la mayor atención posible a las conductas
adecuadas, llamadas por algunos,
voluntarias, que en realidad es una historia de aprendizaje y condicionamiento?
Humanismo es conocer al ser humano, si utilizamos
conceptos como trascendencia, alma, espíritu no sabremos a que referirnos, en
todo caso, no nos servirá de mucho para cambiar el comportamiento, la
abstracción se pierde en la discusión. Cuando más rápidamente conozcamos,
comprendamos y aceptemos la verdadera forma humana y la esencia de su ser y su
lugar en el enorme anclaje de la naturaleza y ambiente natural, seremos más
humanistas pisando tierra y no volando en la abstracción del espíritu y de la
mente, de la que realmente sabemos muy poco.
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