Palabra inglesa que se refiere a violencia entre pares, en la escuela es donde por lo general se desarrolla. El Bullyng siempre ha existido, no es un concepto ni fenómeno nuevo en nuestro país, el asunto es que dado el grado de violencia que existe en la sociedad, este fenómeno ha resultado preocupante para los docentes y padres de familia. El problema es grave, y tiene grandes repercusiones para la estabilidad emocional de la víctima y su rendimiento escolar. Para el agresor la situación mantiene su sensación de impunidad así como su escaso control de impulsos, y para los espectadores mantiene su impotencia ante las circunstancias, desarrollando el sentimiento de indefensión. La victima suele ser un alumno tranquilo, a veces “peculiar” o “extraño” al ojo del agresor, débil físicamente, el no defenderse lo muestra con baja autoestima, que por otra puede agravarse aún más, son dependientes en el hogar y sobreprotegidos, con poco reforzamiento positivo a sus acciones. El agresor es un chico fuerte, sin control de impulsos, que toma las cosas siempre de forma personal, no ha desarrollado la empatía ni culpabilidad. Es por este motivo que el desequilibrio que existe entre agresor y víctima es grande.
El niño agresor es más probable que este o haya estado por mucho tiempo en un ambiente de violencia, haya aprendido que así se resuelven los problemas y se obtiene las cosas que quiere, y lo que es peor, aprende que ante la violencia que ejerce, no hay consecuencias negativas, ha sido reforzado positivamente en sus acciones violentas.
La intervención incluye a la escuela, los involucrados y la familia. Una intervención individual a la víctima, agresor o espectador no dará resultados. Por ejemplo, las conductas asertivas enseñadas individualmente a la víctima no es recomendable en un primer momento, puesto que la condición de violencia del agresor es de poder, más que de negociación, es decir, el agresor siente que tiene el poder de realización sin consecuencias objetivas ni responsabilidad, en esta medida es poco probable que acepte negociar si tiene el poder y no tiene empatía ¿Ud. Lo haría?.
Las escuelas deben tener políticas educativas que incluya prevención de la violencia escolar y ejecutarlas todo el año. Así de esta manera los alumnos verán que la escuela es un espacio donde se practica la tolerancia hacia las diferencias físicas, raciales, de opinión y demás características que conforman un grupo humano. Si no ha existido en la escuela una política preventiva de la violencia y esta aparece, es necesario implementar dos programas, uno preventivo de la violencia escolar y paralelamente un programa de intervención directa con los protagonistas. Ambos programas aunque tienen un mismo fin, sus componentes son diferentes. Las actividades de prevención buscan unir y enseñar al grupo la tolerancia y aceptación. Los programas de intervención directa buscan eliminar la violencia ya existente. Los operadores de los programas pueden ser aparte del psicólogo, los profesores o tutores previamente entrenados y capacitados en psicología.
Los profesores, tutores, psicólogos u operadores de los programas deben centrar la intervención en lo posible en aspectos objetivos del problema, es decir comienzo, mantenimiento e intervención de la conducta violenta. No dejándose llevar por la condescendencia e identificación con la víctima, manteniendo aun mas su dependencia hacia los otros. Hay que hacerles comprender a los involucrados que tanto el agresor, victima y observadores tiene responsabilidad en el mantenimiento del problema, pero no culpa.
Un complemento importante dirigidos a los involucrados, son las acciones orientadas a esclarecer y organizar sus pensamientos y visión de los problemas. Al agresor se le debe de entrenar en acciones de resolución de problemas, reforzar las conductas incompatibles con las violentas, técnicas de autocontrol, conductas asertivas, empatía etc. A las víctimas se les entrena- ahora si- en conductas asertivas, desarrollando la autoestima con reforzamiento positivo, y a los observadores intervenir dentro de la escuela para no permitir que la violencia sistemática aparezca, entrenarlos en técnicas para desarrollar asertividad, empatía e involucrarlos en la tolerancia y la comunicación a las autoridades. Finalmente el cambio de la relación familiar es importante, sin su apoyo, solo se obtendrá la expulsión del agresor de la escuela, con lo que no lograremos insertarlo en la tolerancia
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