viernes, 25 de junio de 2021

Trastorno cognitivo en el trabajo


En artículos anteriores hemos tomado el tema de los trastornos de personalidad en trabajadores, y como esos trastornos pueden interferir en la producción y las relaciones laborales, ahora quiero referirme a otros problemas de salud mental como la psicosis, agotamiento emocional, depresión y problemas cognitivos, entre otros en una serie de artículos que iré publicando paulatinamente.

Empecemos con los trastornos cognitivos, estos, se puede definir como un deterioro significativo de la capacidad de la persona para percibir, integrar comprender y recordar.

Los trastornos cognitivos principales que figuran en el DSM IV y en el CIE 10 son delirium, amnesia y demencia. La demencia es una degeneración de las funciones cognitivas como atención, memoria, concentración y que incluye el estado de ánimo también. El delirium es un estado de inquietud y confusión, con desorientación, miedo y alucinaciones. Y la amnesia es una dificultad grave para evocar datos o recuerdos. Mientras que el delirium es un estado de conciencia, la demencia es una degeneración mayor que incluye tanto al delirium y la memoria. Afortunadamente no hay evidencias que los factores del trabajo o factores psicosociales causen estos trastornos ya que estos se deben más a problemas neurológicos, traumatismos o lesiones craneanas, fiebres altas etc. 

Sin embargo, hay trabajos en donde se manipulan sustancia química como pesticidas etc. y minerales, que puede afectar las funciones cognitivas y puede causar la aparición de demencias en el transcurso del tiempo, hay que investigar mas esta relación entre manipulación de sustancias toxicas con aparición de este trastorno cognitivo.

Pero hay procesos cognitivos que pueden verse afectada por factores psicosociales de estrés en el trabajo, la memoria, por ejemplo, así como la atención y la concentración, y esto puede interferir con la labor del trabajador dependiendo del puesto de trabajo y la función cognitiva que este requiere para un buen desempeño. El CIE 10 no contempla esta afectación como un trastorno ni como problema de salud mental, a pesar que en la vida cotidiana pueda afectar al trabajador hasta el punto de producir accidente laboral graves.

A ver recapitulemos, desde el punto de vista clínico, existen trastornos cognitivos y procesos cognitivos, lo segundo serian la percepción, la atención, concentración y memoria, estos son procesos que puede sufrir alteración por problemas de estrés y fatiga, pero también son manifestaciones de lo primero es decir, de un trastorno cognitivo como demencia, amnesia o delirium, por ejemplo la amnesia  se manifiesta como  dificultad en evocar o recordar datos de mediano corto y largo plazo, o como la demencia en la que puede haber dificultad en la atención y memoria. Sin embargo, los trastornos cognitivos si se consideran de importancia clínica, hay que tener en cuenta también que la aparición de problemas de memoria o de atención por el estrés, no configura un predictor de aparición de demencia o cualquier otro trastorno cognitivo más adelante.

Aparte de la importancia clínica que es relativa, los procesos cognitivos afectados por el estrés pueden ocasionar como ya se dijo accidentes laborales en el trabajador. El estrés se ha dicho que puede ser motivador en un primer momento, pero cuando se vive por largo tiempo puede afectar de manera directa a los procesos cognitivos y en el trabajador puede afectarle;

-      Interferir en el análisis de discriminación de detalles esenciales y no esenciales de un situación simple y compleja.

-      Interferir en la integración y análisis de estímulos visuales de dos situaciones análogas.

-      Disminuir el tiempo en que la persona cae bajo control de un estímulo.

-      Presentar dificultad en la memoria operativa, es decir mantener datos mentalmente mientras se trabaja con ellos o los actualiza.

-      Interferir con la evocación de datos de largo corto y mediano plazo.

Estos procesos en el trabajador manual o intelectual son importantes para la realización de su labor, y el estrés psicosocial puede afectarlo.

 Finalmente, se considera que la profesión que desempeña el trabajador puede contribuir a la aparición de estos problemas cognitivos, por ejemplo, los trabajadores manuales pueden estar más expuestos a la aparición de la demencia senil debido a la poca estimulación cognitiva que tendrían a lo largo de su vida, y aquellas profesiones como ingenieros, médicos abogados estarían más protegidos contra estos trastornos por la exposición de conocimiento y estimulación  constante del encéfalo y el cerebro en general. Falta mucha investigación para corroborar esto, sin dejar de lado que aparte de las profesiones y el trabajo de la persona, la alimentación y los estilos de vidas contribuye mucho a la preservación de la salud mental, un área que analiza la psicología positiva y de la salud.


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