Voy a
describir los cuatro factores propuesto por el psicólogo norteamericano Barkley
para explicar la conducta negativista-desafiante en niños y adolescente, ya en
un excelente artículo de Portugal Fernández que puede ser encontrado en la web
trata el tema, por mi parte, a petición
de algunos padres de familia que me han preguntado a que se debe el
comportamiento de sus hijos, lo explicare de manera tal que pueda responder en
parte a sus preguntas. Los factores que Barkley desarrolla son: practicas de
crianza, característica del niño o del adolescente, característica de los
padres, factores contextuales, cada tema lo explicare por separado en cuatro
artículos.
Las
relaciones entre padres e hijos pueden moverse en polos opuestos desde una
relación intima, estable y que conlleve al desarrollo integral de los hijos,
hasta relaciones complicadas, violentas, conflictivas. Describir sentimientos subjetivos en esas relaciones es complicado
para el psicólogo, y entenderlas para la mayoría es aun más, sin embargo
describiendo las conductas que se dan y que pueden ser fácilmente observables
se va a una mejor comprensión de estas relaciones.
La forma
que adopta las pautas de crianza, la persistencia y duración están relacionadas
con la conducta rebelde y desafiante. Entre los padres y el niño existe una
relación conflictiva que ha sido reforzada mutuamente, los padres refuerzan
positivamente al niño al darle lo que
reclama con rabietas y este aprende que así conseguirá las cosas que desea;
luego se da el reforzamiento negativo a los padres, ya que al darle al niño lo
que quiere, este cesa de hacer las rabietas y con ellas, cesa la molestia de los
padres quedando así reforzados, ya que para la próxima sabrán cómo hacer que el
niño se calme.
Para
muchos padres sus hijos son una molestia, evitan relacionarse con ellos, hay
poco apego, siendo las cosas así, poco o nada sabrán ellos de las conductas
adecuadas de sus hijos que necesitan reforzarse, no están al tanto de la
conducta de sus hijos en la escuela, ni con sus amigos. Se sabe que los niños
con conductas desafiantes en la escuela tienen padres poco preocupados e
interesados en su rendimiento escolar. Los padres pueden pasar de la simple
molestia a sentir verdadero “rencor” a sus hijos, esto le impide felicitar a sus
hijos cuando estos tienen conductas adecuadas, relacionarse y disfrutar con
ellos momentos que pueden servir para mejorar la relación. Para los padres es
difícil relacionarse con el adolescente respondón, evitan hacerlo,
desconociendo su conducta fuera de casa, poniendo en peligro al niño o
adolescente en caer en la delincuencia, los padres parecen ignorar la conducta
inadecuada de sus hijos y hasta se “acostumbran” de ello, por lo que a vista de
otros padres pueden tener fama de “inconscientes”
Cuando
los padres por fin quieren reforzar la conducta
adecuada de sus hijos, lo hacen con ironía, producto de la molestia de
tiempo que sienten por ellos pueden decir algo como “que bien que hayas
limpiado tu cuarto, estas dejando de ser el sucio de antes” que no refuerza
adecuadamente y provoca que el adolescente vuelva a realizar la conducta inadecuada. Las
investigaciones dan cuenta del papel del reforzamiento negativo en las
relaciones conflictivas padres e hijos vistas cuando uno u otro debe de
alterarse o gritar más para poner fin a la comunicación, de esta manera se
evita seguir la situación aversiva que sería la protesta del niño, o la orden,
o critica de los padres. Entonces la conducta rebelde si bien es cierto puede
aparecer reforzada por llamar la atención,
llega a un punto que se presenta solo para evitar la situación aversiva. Lo
recomendable es cambiar estilos de crianza, una comunicación adecuada, menos
situaciones aversivas y más reforzamiento a conducta adecuadas.
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