Para Unamuno el hombre por ser
hombre y tener conciencia era ya, en comparación con el burro y el cangrejo, un
animal enfermo. La conciencia para él era una enfermedad. Esto lo decía en el
marco de que el hombre al tener conciencia, vivía en perpetuo sentimiento trágico
de la vida, buscando un porque a todo lo que hay en este mundo.
La reflexión es un pensamiento, y
como tal, es una secuencia de conducta muy a menudo privada (solo el que piensa
lo sabe) que transforma el ambiente para acciones nuevas y productivas, por
esta razón reflexionar no es negativo, si va
orientado a lo nuevo y productivo, pero cuando se mueve como por un
circulo vicioso que lleva al que reflexiona a sentir sensaciones y sentimientos
desagradables es ahí en donde esta reflexión provechosa y muchas veces admirada
se vuelve en una hiperreflexion o
reflexividad excesiva desagradable y tortuosa para la persona.
Hay persona que reflexionan
mucho. Esto en vez de ser un atributo o característica positiva de la persona,
puede volverse en contra de la tranquilidad del pensante. El sentimiento de
culpa, el sentirse objeto social en observancia por los otros, la preocupación de
no ser dañados, la seguridad, la tranquilidad, el desear caer bien a los demás,
preocuparse si se pertenece al grupo etc, pueden hacer reflexionar a las
personas hasta llevarlas a sentir sensación
desagradable de la que por lo general quieren salir, haciendo muchísimas cosas
orientadas a evitar esa experiencia de la reflexión, muchas veces estas
actividades que hacemos para evitar la experiencia de sentir cosas
desagradables nos mantienen en el
problema porque son reforzadas negativamente ejemplo: Iré a la fiesta esta
noche, porque no soporto estar solo en casa”
esto podría repetirse todas las semanas, por no querer afrontar la
soledad.
Si Ud es una persona que reflexiona
mucho sobre las cosas y esas reflexiones le hacen sufrir a tal punto que no lo soporta,
tal vez es hora de hacer una diferenciación
entre Ud y sus pensamientos, ponerlos al mismo nivel categorial que Ud, es decir, sin caer preso de esas
reflexiones, sin sentirse que Ud mismo es lo que su reflexión le dicte. Obviamente
sus pensamientos los tiene Ud no otra persona, pero tampoco nadie es siempre lo
que sus reflexiones le dicen. Los recuerdos, las creencias y lo que uno piense no
es un problema “per se” no debe serlo, no es uno de su atributos, nadie es malo
siempre, ni bueno siempre, nadie es feliz siempre ni infeliz toda la vida.
Esas
sensaciones desagradables que le dan esas reflexiones no pueden ni deben
limitar su conducta hacia nuevas formas de sentirse bien o cumplir con su
trabajo o actividades diarias, son parte de la vida, de la existencia y hay que
aceptarlas de esa manera, sin luchar con ellas.
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