Los griegos no conocieron el concepto de espíritu como entidad separada del alma, es decir para ellos eran lo mismo. Para Tales de Mileto el alma estaba relacionado con la cinética, ósea el movimiento, decía por ejemplo que la piedra magnética poseía alma por que atraía metales. Pitágoras le daba al alma la cualidad de la trasmutación, ósea la de migrar de un cuerpo al otro, cuando este muriera, cuando dice “al pasar por el lado de un cachorro que estaba siendo maltratado, sentí compasión, y dije: Cesa de apalearle, pues es el alma de un amigo que reconocí al oírle gritar”. Para Herodoto fueron los egipcios los que originalmente tuvieron la idea de la transmutación de las almas, ya que en su cosmovisión cuando un alma muere pasa del animal al hombre y así sucesivamente por un periodo de tres mil años, ideas que fueron copiadas por el mismo Pitágoras y posteriormente por Platón.
Platón dictaba perfeccionar el alma antes que el cuerpo, porque de ahí vienen más riquezas. Demócrito asociaba alma con intelecto “La fronesis”. Todos los griegos pre Aristotélicos asociaban alma con movimiento, principio, incorporeidad y sensaciones, también aquellos que entendían los principios en conceptos contrarios decían que el alma era uno de esos principios, por ejemplo tierra y aire. Aristóteles trata al alma no como entidad única sino provista de varias cualidades todas separadas y divididas en relación con los sentidos, movimiento y deseo, además de cualidades cognoscitivas como pensamiento e imaginación. No creía en el alma como único principio sin potencia.
Con la llegada del cristianismo el alma dio paso a la palabra espíritu como entidad que da vida y teista ósea, referente a Dios. Para los escolásticos el espíritu o alma manda sobre el cuerpo y es la que dirige el organismo al pecado o la redención. En el siglo XVII Descartes el padre del racionalismo moderno dividía la ontogénesis humana en mente y cuerpo, aunque decía que el alma se alojaría en la glándula pituitaria que controlaba los órganos metabólicos. Tesis que jamás se probó
La ciencia se ha tardado cerca de 400 años en descartar la idea cartesiana de la dualidad mente - cuerpo y se ha tardado aun mas, en descartar el estudio del alma como entidad probable de existencia hasta llegar al monismo emergentista, que dice que las funciones mentales son procesos cerebrales. Y es que ante la imposibilidad de identificar el alma en algún órgano, nos quedamos con la cualidad incorpórea del alma, quedando en instancias metafísicas en donde se llega a conceptos como los sistemas chacras como fuente de energía corpórea, también sin posibilitar su estudio.Cuando se dice que el hombre actual es un ser bio psico social se refiere al estudio del hombre como ente biológico con entidad psicológica en relación con las variables del medio ambiente social en que se desarrolla su existencia, pero en ningún caso esa tripartita nominación es ontológica.
Si la psicología moderna aun no tiene las herramientas objetivas para definir que es mente, usar términos como alma y espíritu para definir la ontogénesis del ser humano, confunde mas las bases epistemológicas de cualquier conocimiento, incluso el religioso, claro que me dirán que lo religioso no necesita explicar sus bases teóricas porque todo se maneja en la Fe, pero de eso precisamente se trata ¿no?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
haz tu comentario aqui