jueves, 1 de diciembre de 2011

LA CORRUPCION ( PRIMERA PARTE)

Para este pequeño ensayo, sabiendo que la mayoría de lectores prefieren las lecturas cortas, he visto por conveniente dividirlo en dos partes, así podremos hacer una pausa y procesar mejor lo leído.

Marx en su “El dieciocho de Brumario”: citando a Hegel dice: “todos los grandes hechos y personajes de la historia universal, aparecen como si dijéramos, dos veces”. Parece que en el Perú no solo aparece dos veces sino, este ciclo repetitivo es determinista. Sería algo así como el mito del eterno retorno. Para ser mas localistas, si leemos “Horas de Lucha” de Gonzales Prada (1908) encontraremos lo que a continuación escribo en relación con el periodismo de la época “ Los males causados por la falta de sinceridad y honradez resaltan en los diarios de Lima, casi todos son opiniones  ni fijas ni claras, defensores sucesivos del pro y del contra, apañadores de los odiosos negociadores fiscales, voceros de los bancos, empresas de ferrocarriles, compañía de vapores y sociedades en que imperan el agio y el monopolio” y en relación al Congreso pregunta, ¿ De qué nos sirve el Congreso? Sirven de prueba irrefutable para manifestar la incurable tontería de la muchedumbre, al dejarse dominar por una fracción de gentes maleables, a medio civilizar y hasta analfabetas, sin la más leve inclinación a lo bello ni a lo justo, con el solo instinto de husmear por qué lado vienen los honores y el dinero, o hablando sin mucha delicadeza, la ración de paja y grano”. ¿Prada se está refiriendo al  Perú del siglo XXI? ¡No¡ es el  Perú de los inicios del siglo XX. Ósea no todo tiempo pasado fue mejor.

Rizo Patrón (1988) citado por Salgado (1999) dice: “La crisis es vivida dramáticamente a todo nivel, en todo estrato, en todo orden de cosas, diariamente en el Perú, enfrentamos toda clase de corrupción, bajo la forma del robo, del soborno, del chantaje, del abuso de la autoridad y de la fuerza. Constatamos que la praxis nacional se ejerce por encima de toda ley, desde los estratos sociales superiores a los inferiores, incluyendo funcionarios y políticos. Sabemos que la noción del bien y del mal parece carecer de sentido, siendo las guías de acción, la utilidad, la conveniencia y el provecho personal. Todo esto no se necesita demostrarse, estas no son sino algunas de tantas manifestaciones de la crisis”.

La Investigación de la psicóloga  Salgado (1999) en Huánuco y Arequipa, encuentra lo siguiente en cuanto a la “caracterización moral del peruano” : “Ambas muestras han considerado que el peruano de hoy se caracteriza por no presentar sólidos principios morales y éticos, por tener intereses personales que buscan solo su bienestar, por no presentar intereses sociales que buscan el bien común, por presentar altos niveles de corrupción e inmoralidad, así como una “crisis de valores” caracterizados por la mediocridad, el conformismo y el arribismo”.

La corrupción aparece casi con la conquista española, pero si podemos llamar corrupción –y creo que si podemos- a la acción de Atahualpa de mandar asesinar a su hermano Huáscar en Quito, para quedarse con el imperio incaico, entonces debiéramos hablar de  corrupción incluso desde antes de la conquista. Tampoco se trata de culpar de todo al “trauma de la conquista” como dicen los psicoanalistas. Prefiero tratar el tema como algo epigenetico propio del  ser humano, lo que quiero decir es que somos seres corruptibles, nada perfectos, pero tampoco sería una explicación valida, es mejor tratar de encontrar los factores sociales que inician, mantienen y refuerzan o extinguen la corrupción desde sus orígenes formativos.

Cuando hablamos de corrupción en el Perú, es necesario tomar en cuenta el sistema de valores en que se mueve la sociedad peruana, es conocido que  la familia es formadora de valores, pero también la sociedad puede – y de hecho lo hace- formar o distorsionar los valores. Desde esta perspectiva el Estado como ente social tiene el rol importante en la lucha contra la corrupción, pero  ¿Que ha ocurrido en el Perú en los últimos siglos? gobiernos corruptos ha habido y muchos, el pueblo peruano ha tenido siempre cierta tolerancia hacia los gobernantes corruptos- ¿Podemos pensar por esta tolerancia, que el sentido de la corrupción va de la familia a la sociedad?-. Sea como sea, la corrupción es aceptada casi como normal cuando se dice respecto a un político  “Que robe pero que haga algo” frase terrible que indigna a quien la dice, y a quien la escucha.

Para efectos del presente ensayo diremos que la familia es la institución fundamental y originaria que forma a los componentes de la sociedad, pero la familia y los que la dirigen – en este caso los padres- también son influidos por los componentes sociales, cuando digo esto me refiero a lo económico, infraestructura, valores etc. Pero estas variables están ahí, y lo que mantiene lo que uno enseña a sus hijos es el reforzamiento social ¿Cómo? En ese juego funcional de premiar a los envarados y postergar a lo que no lo son, haciendo del merito al estudio y la honradez, solo para los tontos.

Hay un reforzamiento social de las verbalizaciones del tipo “Bueno, yo soy corrupto porque soy pobre, mi sociedad es pobre y es corrupta, yo no soy el culpable”, sería algo así como un determinismo social, los fenómenos o hechos que ocurren no vienen determinados para ser reforzados, es al contrario, son reforzados para que se repitan.


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