En los andes de
nuestro país el mal humor es otro síndrome, aunque menor que la colerina, que presenta enfado y
disgusto, y es considerado más peligroso que la colerina, debido a su carácter permanente.
El mal humor convierte a la persona tranquila en un energúmeno, rencorosa y
resentida. El Dr. Delgado en sus cuadernos de medicina tradicional nos refiere
que el desaliento, el agotamiento físico, el pánico, el terror, el recelo, la
avaricia y la envidia convierte al
hombre en irritable, colérico, potencialmente un maltratador hasta llegar al
asesinato. Creen que puede tener un origen mágico. En Huamanga, por ejemplo, se
cree que el mal humor aparece después que la persona ha tenido un sueño malo con
una persona de mala suerte, que causa irritabilidad y enojo por todo. En
Andahuaylas el mal humor puede ir acompañado de problemas estomacales como dolor
y diarreas.
No aparece en el
CIE 10 referencia a este cuadro afectivo, aunque podríamos colocarlo como
trastorno del humor o del estado de ánimo.