El divorcio o separación de los
padres tiene efectos en los hijos debido a que es un cambio en el estilo de
vida familiar. Pero no implica que
necesariamente deba tener un efecto psicológico negativo como una tristeza
psicopatológica, problemas de conducta o deficiencia en el rendimiento escolar.
Y es que no existe una relación
directa de causa y efecto entre divorcio y problemas psicológicos en los hijos.
Resulta fácil decir eso, ya la psicología debe dejar el eterno análisis
primario del sentido común y hacerse una psicología que analiza objetivamente. Hay
que analizar si los problemas psicológicos o académicos en los niños existen
aun antes de la separación. Si es una familia disfuncional, hay grandes
posibilidades de que los problemas de los niños sean una expresión de esa
disfuncionalidad, y si este es el caso, los problemas aumentaran con el
divorcio, y es ahí en donde la escuela o el grupo social se da cuenta de que
existe un problema, atribuyéndole la culpa al divorcio, que es lo más fácil de
hacer. Si es una familia en que habitualmente las normas de respeto y
limites están claramente establecidas,
las responsabilidades y derechos de los niños están claras, si la conducta de
los niños están sujetas dentro del derecho que les asisten a ser niños felices
y libres de jugar, pero con responsabilidades dentro del ámbito de su edad y
sus costumbres y tareas, el divorcio, si les afecta, no será muy grave.
Tiene mucho que ver como los
padres afrontan los problemas, estos modelos son importantes para que los hijos
también afronten los problemas de manera igual a los padres. Tienen que ver
finalmente también como los padres llevan el proceso de divorcio, si es de una
forma civilizada el impacto será menor, si es con peleas y riñas entre la
pareja, los hijos percibirán que los problemas se afrontan de esa manera y con
sus consecuencias arriba descritas, como son tristeza grave como depresión que
llevara a problemas de conducta y una baja en el rendimiento escolar.
Si este es el caso, los síntomas a
observar en los niños que sufren la separación de los padres pueden ser:
Disminución de la actividad
motriz, la conducta habitual de gratificación y placer en las cosas que antes
le resultaban placenteras sufrirá un bajón y no sentirá más goce en hacerla.
Disminución del interés de hacer
tareas escolares argumentando cansancio, argumento que en verdad constituye un síntoma
fisiológico depresivo.
Puede evidenciar déficit de atención
y concentración en las labores escolares y dems actividades hogareñas..
Pensamientos de pesimismo e incapacidad de cumplir objetivos, como
subir las notas, o realizar una tarea difícil.
Es importante que estos síntomas y
signos sean observados por los padres para evitar que la depresión se agrave y
aparezca ideas de suicidio y baja autoestima.
En casos puntuales y dependiendo
del problema que se presente se puede recomendar terapia emocional individual, así
como terapia familiar para que el divorcio sea lo menos impactante para los
hijos.
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