La terapia conductual
en la relación de pareja ha contribuido a mejorar las relaciones entre sus miembros, basada principalmente en
el análisis de la conducta de cada integrante de la familia dentro de un
sistema de convivencia disfuncional orientada a recomponer o estabilizar el
equilibrio intrafamiliar. La familia es siempre un centro de relaciones
afectivas en donde el comportamiento de uno de los miembros siempre afecta a
los demás miembros de ella, la labor del terapeuta conductual consiste en guiar
a los miembros del grupo familiar hacia formas más adecuadas de relación, donde
el reforzamientos de conductas compatibles con lo afectivo y la atención hacia
los demás miembros juega un rol importante en toda la terapia.
Los miembros de la familia por lo general, y debido a toda
una historia de reforzamiento se relacionan de manera no deseada, gritos,
llantos, agresión y reconciliación, en realidad esta forma de relacionarse
sirve como reforzadores a los miembros de la familia para que sigan presentando esa clase de conducta y la dinámica
de esa familiar cumpla su objetiva: que es el mantenimiento cercano de los
miembros de la familia que por lo general tiene a uno de sus miembros cargando
con toda la responsabilidad de mantener unida a esa familia, aunque de forma
disfuncional. Este miembro realmente
enfermo es el que muestra los síntomas que sirven de unión familiar. Mientras
presente los síntomas la familia estará unida. Esta psicopatología familiar
hace creer a los miembros de la familia que al atención positiva se logra
mediante llantos y quejas y toda clase conductas indeseada, se condicionan a
actuar de esa manera por años. La remisión a consulta por diversos motivos del
miembro que carga con el bulto familiar, descubre para el terapeuta un mundo de
relaciones sociales e intrafamiliares caóticas que se generalizan a otros ámbitos
fuera del familiar. El objetivo de la terapia es cortar el reforzamiento
intermitente que ha mantenido la dinámica disfuncional mucho tiempo, cambiando
las contingencias que han dado lugar a ese reforzamiento para sustituirlo por
conductas más positivas, orientadas a reforzar las conducta adecuadas hacia los
otros miembro, e ignorando las conductas negativas o de acusaciones mutuas
propias de parejas en conflicto.
El terapeuta debe saber guiar a los miembros del grupo
familiar disfuncional al cambio conductual, hacia formas más asertivas de
relaciòn, mediante modelos e imitación en donde el modelo y el ejemplo de
conducta viene en primer término del terapeuta dentro de la dinámica de la
consulta.
Mucho se ha dicho de que el conductismo es un enfoque que no
toma en cuenta los aspectos emocionales o empáticos hacia el cliente, nada
menos cierto que ello. Los terapeutas conductuales, así como otros
profesionales que tenga que ver con relaciones humanas, establecen una relación
cálida con el cliente para desarrollar un buen ambiente terapéutico. Para esto
el terapeuta conductual establece con su cliente relaciones afectivas necesarias
para hacer que el cliente descubra su problemática ante nosotros. En este
sentido la alianza terapéutica es un instrumentos importante para el éxito de
la intervención, sin ella poco podremos hacer dentro de las relaciones y la aceptación
de los miembros de la familia.
Cuando se hace un acuerdo o alianza terapéutica se debe
descubrir qué clase de problema mantiene
a la familia unida, en termino de conducta objetiva, en estos términos se
debe hacer el análisis funcional, y la aplicación
de modelos de reforzamiento que sirvan como guía para el cambio conductual del
grupo.
¿Qué conducta está dispuesta a cambiar? ¿Qué conducta deseas
que cambie el otro miembro de la familia? Estas son preguntas que el terapeuta de pareja
y la familia hacen a los clientes. ¿Cuáles son las contingencias que mantiene
esto? ¿Que conducta debe aumentar o disminuir? El terapeuta conductual actúa
como educador cuando la familia o pareja van a las sesiones de grupo. Su rol de
modelo para representar conductas asertivas y recambio de roles entre los
miembros del grupo o de la pareja, le ayudaran hacer la dinámica más agradable. El
rol que debe asumir la pareja o los miembros de la familia es representado en papeles o roles que interactúan entre ellos,
mostrando la conducta indeseada y cambiando lugares para efectuar conductas más
positivas.
Muchas veces la declinación del síntoma del miembro enfermo
de la familia, remite a crisis entre los demás miembros, y esto es así porque se
ven en condición de perder la estabilidad familiar mucho tiempo equilibrada. Entonces
la persona enferma se individualiza y recobra su independencia dejando a los demás
miembros del grupo en crisis severas. El terapeuta orientara entonces el
esfuerzo a establecer formas más adecuadas de comunicación entre los miembros
de la familia, reforzando las conductas adecuadas y modelando conductas que
aplicaran en sus relaciones en casa.
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